La resistencia de los trabajadores aut¨®nomos italianos pone en peligro la 'reforma Prodi' del Estado de bienestar
Las patronales del comercio y del artesanado, representantes de un colectivo de seis millones de trabajadores aut¨®nomos italianos, han puesto el veto a la reforma del Estado de bienestar firmada el s¨¢bado pasado por el Gobierno de centro-izquierda y los tres principales sindicatos del pa¨ªs. Las reticencias de los dirigentes de Confcommercio y Confartesanado, que ayer rompieron las negociaciones para reanudarlas a ¨²ltima hora de la tarde, obligaron a retrasar a hoy el Consejo de Ministros que deber¨¢ aprobar un acuerdo, calificado de "hist¨®rico" por el primer ministro italiano, Romano Prodi.
La incertidumbre sigue planeando ahora sobre el acuerdo de todos los Santos, tal y como es conocido por la fecha en la que finalmente se firm¨®, el 1 de noviembre, tras cinco meses de negociaciones y una crisis de Gobierno. El acuerdo supondr¨¢ un ahorro de 4,1 billones de liras (369.000 millones de pesetas) en el cap¨ªtulo del gasto social en la Ley de Presupuestos de 1998. Una suma menor de la prevista, pero considerada suficiente para colocar a Italia en el grupo de cabeza de los pa¨ªses que adoptar¨¢n el euro en 1999.
Jubilaci¨®n de funcionarios
Sin embargo, el pacto no se extiende a todos los trabajadores. Los aut¨®nomos, aquellos que realizan un trabajo por cuenta propia, han roto la baraja. La raz¨®n es sencilla. En realidad, el Gobierno pretende obtener una parte sustancial del ahorro, (1,1 bill¨®n de liras) en el cap¨ªtulo social elevando en cuatro puntos, en el plazo de tres anos, las contribuciones a la seguridad social de- los empleados aut¨®nomos. ?stos hab¨ªan expresado rotundamente ya su negativa, tanto a esta medida como al retraso hasta los 58 a?os de la edad m¨ªnima para alcanzar la jubilaci¨®n.Adem¨¢s de los aut¨®nomos, la lista de agraviados incluye a los funcionarios, unos 4 millones de trabajadores de los 20 millones que constituyen la poblaci¨®n activa italiana. La reforma da un paso de gigante en la equiparaci¨®n de las condiciones de jubilaci¨®n de funcionarios p¨²blicos y trabajadores privados, que ser¨¢n las mismas en el a?o 2007. En todos los casos, a partir del a?o que viene, no habr¨¢ jubilaci¨®n anticipada para el que no haya cubierto al menos 35 a?os de cotizaciones a la Seguridad Social. Hasta ahora, a los funcionarios se les exig¨ªan 20 a?os.
El Ejecutivo ha bloqueado durante tres meses a partir de ahora (a los que se a?aden los tres meses de bloqueo ya previstos por el propio acuerdo) las peticiones de jubilaci¨®n anticipada. Seg¨²n c¨¢lculos de la prensa italiana la medida afecta a unos 100.000 trabajadores que ya estaban decididos a abandonar sus puestos de trabajo.
Aparte de los damnificados por el nuevo sistema de jubilaciones anticipadas que a partir del a?o pr¨®ximo ir¨¢ aumentando en un a?o el requisito de edad m¨ªnima, desde los 53 actuales a los 57 en el a?o 2002, son muchas las voces contra el acuerdo.
La coalici¨®n de oposici¨®n, el Polo de las Libertades, considera netamente insuficiente el resultado de tan larga negociaci¨®n, mientras a la patronal Confindustria no le salen las cuentas y teme que para ahorrar 4,1 billones de liras que se incluyen en los Presupuestos de 1998, el Gobierno tenga que subir los impuestos.
'Plan Dini'
Una de las voces m¨¢s cr¨ªticas a la reforma ha partido del propio Gobierno. El ministro de Asuntos Exteriores, Lamberto Dini, inspirador de la reforma Dini de 1995, se lamentaba en unas declaraciones al diario La Repubblica de ayer de que las medidas adoptadas "golpean a los jubilados medios". Dini se refer¨ªa, sobre todo, a la congelaci¨®n de los aumentos previstos en las pensiones que se sit¨²an en torno a los tres millones y medio de liras mensuales netas (unas 300.000 pesetas) ahora, para acceder a la edad m¨ªnima de jubilaci¨®n.
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