Aventuras de tres amigos

El gran escritor colombiano ?lvaro Mutis publica en 1989 Iona llega con la lluvia, la segunda de las siete novelas que narran el ciclo de las aventuras de Maqroll el Gaviero y su amigo Abdul Bashul. Una narraci¨®n corta por su extensi¨®n, en un principio id¨®nea para adaptar al cine, de no ser por las muchas dificultades que entra?a la trasposici¨®n en im¨¢genes de su literario y personal mundo.Despu¨¦s del inesperado ¨¦xito de La estrategia del caracol (1993) y del peculiar d¨ªptico de T¨¦cnicas del duelo (1989) y ?guilas no cazan moscas (1994), que son dos versiones de la misma pel¨ªcula, su compatriota el realizador Sergio Cabrera se ha embarcado en la peliaguda empresa de llevar a cabo su adaptaci¨®n y ha fracasado bastante en sus prop¨®sitos.

En primer lugar porque no es muy bueno el gui¨®n de Jorge Goldenberg, Ana Goldenberg y el propio Cabrera. Se toma muchas libertades con el original, pero al mismo tiempo permanece demasiado atrapado por ¨¦l. Recurreuna y otra vez a diferentes voces de fondo para explicar una historia que en ning¨²n momento consigue llevar a su terreno.

Adem¨¢s es v¨ªctima de los problemas planteados por las coproducciones entre varios pa¨ªses, tanto por los lugares de rodaje como porque el reparto no es el adecuado, tiene bastante de desprop¨®sito. Por ejemplo, ?por qu¨¦ el personaje de Larissa est¨¢ encarnado por una inapropiada Pastora Vega, a la que, entre otras cosas, se le va y se le viene su falso acento, en lugar de por una actriz argentina?

Reparto desigual

S¨®lo la peculiar actriz colombiana Margarita Rosa de Francisco parece ser la int¨¦rprete precisa para el personaje de llona. Mientras que ni el espa?ol Imanol Arias resulta convincente en su papel de Abdul Bashul, ni el colombiano Humberto Dorado en el de Maqroll, al frente de un amplio y desigual reparto que entremezcla estilos muy diferentes de actuaci¨®n.La bella historia de ?lvaro Mutis sobre las aventuras de dos amigos enamorados de una misma mujer y del mar, llena de po¨¦ticas im¨¢genes, se ha desecho en manos de Sergio Cabrera hasta convertirse en un demasiado respetuoso reflejo del original. S¨®lo el compositor Luis Enr¨ªquez Bacalov parece haber comprendido su mundo y ha escrito una de las mejores partituras de su larga y brillante carrera.