"Ahora, Madrid es una ciudad ingrata para el teatro"
Una voz. Santiago Ramos es sobre todo eso. Un hablar pausado, dif¨ªcil y curtido en mil batallas que se antojan necesariamente heroicas. Eso s¨ª, es dif¨ªcil imagin¨¢rselo luciendo la prepotencia del ganador, la arrogancia de los que saben. Lo suyo es dejarse arrastrar por la amable, a la vez que tr¨¢gica, sabidur¨ªa que aporta el desenga?o. Ahora, el nombre de este actor de 48 a?os, con un largo curr¨ªculo a caballo entre el teatro y el cine (aqu¨ª su aportaci¨®n a la llamada comedia madrile?a) encabeza dos pel¨ªculas en cartel: Gracias por la propina, de Francesc Bellmunt y Memorias del ¨¢ngel ca¨ªdo, de Fernando C¨¢mara y David Alonso. En la primera de ellas, este salmantino que desembarc¨® en Madrid a principios de los setenta para trabajar en el teatro independiente (la compa?¨ªa Los Goliardos, para m¨¢s se?as) insiste en el perfil de un vividor furiosamente ¨¢crata y esforzado escultor de la derrota. De nuevo, el atractivo personaje que le vali¨® un goya por Como un rel¨¢mpago.Pregunta. ?No le preocupa el riesgo del encasillamiento?
Respuesta. La imagen del tipo salvaje, bohemio y a la vez tierno no es una idea que me moleste. El quedar atrapado en ella, s¨ª. Lo que ocurre es que un actor elige relativamente. Se puede decir que, en parte, la vida de un int¨¦rprete depende de los dem¨¢s. Me ofrecen papeles a ras de suelo, perdedores. Pero tengo que decir que me gusta. Son personajes sin grandes pretensiones que te facilitan el descubrimiento de cosas nuevas.
P. Una voz tan propia' ?le ha abierto o cerrado puertas?
R. Hay una tradici¨®n de actores encabezada por Pepe Isbert que han conseguido sacar partido de sus defectos. Del c¨²mulo de debilidades, se despide una humanidad y sensibilidad que llega, transmite. Esos defectos pueden resultar sabrosos y te permiten sacar lo mejor.
P. ?Le condena entonces lo que llama defectos?
R. No. Digamos que hago lo que me gusta de lo que me ofrecen. Me gustan los anarquistas y es eso lo que me ofrecen. De todas formas, yo tengo un problema de falta de ambici¨®n que sin duda tiene que ver con haber empezado en el teatro independiente de la ¨¦poca del grupo T¨¢bano.
P. Entonces, ?para cu¨¢ndo Ramos en un escenario madrile?o?
R. Siempre he compaginado cine y teatro. Procuro que el cine sea coyuntural. Pero ahora Madrid es una ciudad ingrata para el teatro. Quiz¨¢ sea por razones pol¨ªticas, puede ser que ya no me encuentre con ganas... 0 tal vez, el problema es que ahora es como si la gente pensara que el entretenimiento es s¨®lo risa.
P. ?Qu¨¦ diferencias hay entre su trabajo en cine y teatro?
R. En teatro, los personajes permiten m¨¢s desarrollo. El cine es diferente. Yo addmiro a gente como Tony Leblanc, Fern¨¢n-G¨®mez o Manuel Alexandre. La escuela de Atraco a las tres. ?sa es la escuela que quiero cultivar.
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