Portadores de alegr¨ªa
Una asociaci¨®n humanitaria ayuda a los ni?os con anticuerpos del sida
Juan, de seis a?os, se pelea con su hermano porque no le deja jugar con la videoconsola. "Mam¨¢, que no me deja", se queja a su madre, Ana Mar¨ªa M. R. A veces, los ni?os del barrio tampoco quieren jugar con ¨¦l. "No puedo culpar a los ni?os. Algunos padres, por mala informaci¨®n, tienen miedo", explica Ana Mar¨ªa, de 39 a?os e infectada de sida desde hace 15. Su hijo menor, Juan, es el ¨²nico de tres hermanos que tambi¨¦n lo est¨¢. Los dos mayores han negativizado los anticuerpos.La asociaci¨®n Apoyo Positivo trabaja desde hace dos a?os con ni?os infectados por VIH e hijos de padres portadores. "Les ayudamos en los estudios, les acompa?amos al hospital cuando tienen que ir a revisi¨®n o estar ingresados durante alg¨²n tiempo, vamos a su casa a jugar y les organizamos salidas y excursiones", comenta Jos¨¦ Francisco Fern¨¢ndez Quero, psic¨®logo y responsable del Programa Infantil. "Nuestro fin ¨²ltimo es conseguir normalizar su situaci¨®n", agrega. Para ello, la asociaci¨®n cuenta con 37 voluntarios y una veintena de colaboradores.
Desde que se inici¨® el programa, en 1995, han atendido a m¨¢s de cien ni?os de la Comunidad de Madrid con edades comprendidas entre pocos meses de vida hasta los 15 a?os. ?scar Ib¨¢?ez, de 29 a?os, lleva casi uno y medio ayudando como voluntario en Apoyo Positivo.
Para ello utiliza los ratos libres que le permite su ocupaci¨®n como escultor y los fines de semana como cocinero. "Siempre que puedo, voy a ver a uno de los chavales", cuenta.
En la primera salida de la asociaci¨®n en la que particip¨®" conoci¨® a G. C., un ni?o de ocho a?os infectado de sida. "Enseguida congeniamos. Es un chaval muy teatrero, le encanta estudiar, leer, bailar salsa y, sobre todo, dibujar", explica. Cuando G. C. tiene que ir al hospital, ?scar le acompa?a. Tambi¨¦n va a visitarle a su casa.
"Ahora est¨¢ como un roble, pero a principios de este a?o ingres¨® en el hospital porque estaba mal del est¨®mago y se deshidrataba", recuerda. Si tiene ropa, juguetes o libros en casa, se los lleva. "La situaci¨®n econ¨®mica de estas familias suele ser precaria. Desde la asociaci¨®n intentamos proporcionarles todo el material que podemos", contin¨²a.
Aunque Apoyo Positivo procura llegar a toda la Comunidad, no siempre puede. "Nuestros recursos son limitados", dice Fern¨¢ndez-Quero, "dependemos del n¨²mero de voluntarios y de sus posibilidades". Entre ellos hay gente variada: estudiantes, amas de casa, psic¨®logos y m¨¦dicos voluntarios. Una vez al mes se re¨²nen en la sede de la asociaci¨®n para organizar las actividades, contrastar experiencias y plantear dudas.
?scar estuvo durante tres meses visitando a Laura, una ni?a infectada de seis a?os. Hace un mes que falleci¨®.
"Cuando me enter¨¦, lo pas¨¦ muy mal", dice, "casi lo dejo". Pero contin¨²a: "El responsable del programa infantil me recomend¨® parar unos meses. Me fue bien. Cuando recuerdas los buenos momentos que hemos pasado juntos, piensas lo contrario".
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