Defensor del Soldado denuncia que el sorteo de excedente de cupo "no ha sido igualitario"
La Oficina del Defensor del Soldado (ODS) considera que el sorteo del excedente de cupo celebrado ayer por la ma?ana, en virtud del cual 16.442 j¨®venes quedaron eximidos de hacer la mili en 1998, "no ha espetado el principio de igualdad de oportunidades, ya que no todos los n¨²meros, y por tanto no todos los j¨®venes, ten¨ªan las mismas probabilidades". Esta es tambi¨¦n la opini¨®n que han expresado a EL PA?S los expertos, Francisco Michavila, catedr¨¢tico de Matem¨¢ticas de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, y Javier Portela, profesor de Estad¨ªstica de la Complutense.
Carlos Garc¨ªa, de la ODS, explic¨® ayer que el sorteo en el que se eligieron a los excedentes de cupo "estaba mal planteado" y "no fue en absoluto igualitario", pues algunos j¨®venes, en concreto los poseedores de los n¨²meros comprendidos entre el 16.442 y el 99.999, ten¨ªan un tercio menos de posibilidades que los dem¨¢s.Por el contrario, los que contaban con m¨¢s probabilidades, aunque no en la misma medida, eran aquellos cuyos n¨²meros iban del 116.441 al 165.342 y del 1 hasta el 16.441, seg¨²n sus estimaciones. El resultado del sorteo aval¨® esta hip¨®tesis, pues la cifra seleccionada fue el 155.611, por lo que fueron eximidos de la mili los j¨®venes con un n¨²mero comprendido entre ¨¦ste y el 165.342 y entre el 1 y el 6.710.
Garc¨ªa asegur¨® que "bastan unas sencillas operaciones matem¨¢ticas para llegar a esta conclusi¨®n, por lo que no se entiende c¨®mo el Ministerio de Defensa no ha sido capaz de resolverlo". La ODS, concluy¨®, apoyar¨¢ a los j¨®venes que quieran presentar recurso contra el resultado.
El sorteo, celebrado ayer por la ma?ana en el polideportivo de la Escuela Militar de Sanidad, en el barrio madrile?o de Carabanchel, se celebr¨® mediante, el siguiente procedimiento: se dispusieron seis bombos, con diez bolas cada uno. En el primer bombo hab¨ªa cinco bolas con el cero y cinco bolas con el 1 -ya que el n¨²mero m¨¢s alto posible era el 165.342, correspondiente al total de reclutas del contingente de 1998- y en los otros cinco, diez bolas con los los n¨²meros del 0 al 9. Sacando una bola de cada bombo se form¨® una cifra de seis d¨ªgitos, de forma, que tanto el j¨®ven al que correspondiera dicho n¨²mero, como los poseedores de los 16.441 n¨²meros siguientes quedaban eximidos de la mili.
Si entre el n¨²mero elegido y el m¨¢s alto, el 165.342, no hubiera 16.442 cifras -el total de excedentes a seleccionar- se segu¨ªa contando a partir del 0, de forma que la lista era circular. El primer, problema que se plantea es que el 0 y el 1, del primer bombo, con las mismas probabilidades, no correspond¨ªan a magnitudes homog¨¦neas: con el 0 pod¨ªan salir elegidos 99.999 n¨²meros y con el 1, s¨®lo 65.342, por lo que las cifras superiores a 100.000 ten¨ªan un plus de probabilidad. Como cada n¨²mero repart¨ªa suerte entre los 16.441 siguientes, algunas cifras estaban afectadas simult¨¢neamente por las probabilidades del 0 y del 1: las que van de 1 a 16.441 y de 100.000 a 116.441.
El problema se complicaba porque, una vez que sal¨ªa el 1 en el primer bombo, se descartaban el 7, el 8 y el 9 del segundo -para evitar una cifra superior a 165.342- y lo mismo ocurr¨ªa en los bombos sucesivos. En este caso, en vez de repetir el sorteo, desde el principio, se daba por bueno el 1 y se sacaba otra bola del segundo, pero ¨¦sta ya no ten¨ªa una posibilidad sobre diez -como ocurr¨ªa con todos los n¨²meros empezados por 0- sino una sobre siete, en una especie de "repesca" limitada a las cifras superiores a 100.000.
Por azar o por estad¨ªstica, en el sorteo se produjeron todas estas circunstancias: el primer n¨²mero elegido fue el 1, pero la bola que a continuaci¨®n se extrajo del segundo bombo fue un 8, lo que hizo que se declarase nula y se repitiese la operaci¨®n, saliendo esta vez un 5.
Francisco Michavila, catedr¨¢tico de Matem¨¢ticas Aplicadas de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, asegur¨®, tras un primer an¨¢lisis, que "las posibilidades de salir que ten¨ªan todos los n¨²meros no eran las mismas. Hubiera sido necesario realizar el sorteo de otra forma. Por ejemplo, repitiendo la extracci¨®n de bolas desde el principio si el primer n¨²mero era un 1 y el segundo, superior a 6.".
Para Javier Portela, profesor asociado de la Escuela de Estad¨ªstica de la Universidad Complutense, "est¨¢ claro que no todos los n¨²meros ten¨ªan la misma probabilidad, aunque habr¨ªa que estudiarlo para determinar en qu¨¦ porcentaje s¨¦ produce el desequilibrio en cada tramo".
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