Marruecos se juega ma?ana en las urnas la credibilidad de su apertura democr¨¢tica

Cuando s¨®lo faltan 24 horas para el cierre de la campa?a electoral en Marruecos, la nota dominante com¨²n a todo el espectro pol¨ªtico es el gran nerviosismo de sus dirigentes. Las elecciones no son s¨®lo la hora de la verdad para los 325 diputados que saldr¨¢n electos entre los m¨¢s de 3.300 candidatos de los 16 partidos en liza, sino que Marruecos se juega en ellas la credibilidad de sus instituciones y del proceso de apertura democr¨¢tica.Los pron¨®sticos, muy inciertos, siguen siendo los mismos que cuando empez¨® la campa?a para esta contienda: los tres bloques que se han constituido de facto en el pa¨ªs, la Kutla democr¨¢tica, el centro derecha y los gubernamentales, se distribuyen la intenci¨®n de voto a partes iguales, lo que obligar¨¢ a una alianza poselectoral para obtener mayor¨ªa en la C¨¢mara y formar Gobierno.

Desoyendo las directivas del rey, que en su discurso de hace tres meses denunci¨® sin paliativos "la utilizaci¨®n del dinero" en las campa?as precedentes y pidi¨® cortar la corrupci¨®n electoral de ra¨ªz, el fen¨®meno ha hecho su reaparici¨®n sin que los poderes p¨²blicos den muestras de querer atajarlo.

Los socialistas de Abderram¨¢n Yussufi. denuncian "el dinero y la intervenci¨®n de algunos potentados" que han transformado el pa¨ªs en un "local de subastas para la compra de votos y de conciencias".