El otro yo del poeta
Angel Gonz¨¢lez muestra con sus versos en Alcobendas "lo cotidiano de la poes¨ªa"
La voz, una l¨¢mpara y un ejemplar de sus obras completas fue lo ¨²nico que necesit¨® ?ngel Gonz¨¢lez para inundar de poes¨ªa el sal¨®n de actos de la Casa de las Asociaciones de Alcobendas, en el que dio ayer un recital po¨¦tico. El acad¨¦mico se empe?¨® en humanizar la poes¨ªa participando en el ciclo Literatura viva, organizado por el Ayuntamiento y la Asociaci¨®n Internacional de Amigos de la Literatura (SIAL) de la localidad.A sus 72 a?os, el poeta ovetense derroch¨® buen humor y present¨® a los asistentes su otro yo: "Ese personaje que se parece mucho a m¨ª, que tiene hasta parientes con el mismo nombre que los m¨ªos, pero que habla en mis poemas ocupando mi lugar", seg¨²n las propias palabras del autor. Ganador del Premio Pr¨ªncipe de Asturias en 1995 y del Reina Sof¨ªa en 1996, este representante emblem¨¢tico de la generaci¨®n del cincuenta no tuvo ning¨²n reparo en aceptar la invitaci¨®n de la Casa de Asturias de Alcobendas y de la asociaci¨®n SIAL para demostrar que "la literatura y la poes¨ªa est¨¢n tambi¨¦n en lo cotidiano".
Al poeta no le import¨® estar ante un auditorio reducido y fuera de los c¨ªrculos po¨¦ticos habituales. Se emple¨® a fondo, intercalando p¨ªldoras de su magisterio entre verso y verso. "Si entra en la Academia alguien que es capaz de escribir un poema usando pintadas de las paredes, todav¨ªa tenemos esperanza", comentaba Sara, de 22 a?os, que a?ad¨ªa sorprendida: "Cre¨ªa que los acad¨¦micos, adem¨¢s de mayores, eran todos aburridos, pero ¨¦ste no lo es".
Y es que Gonz¨¢lez no s¨®lo derram¨® poes¨ªa, sino que hizo sonre¨ªr, e incluso arranc¨® carcajadas de los asistentes con sus poemas m¨¢s ir¨®nicos, dedicados a s¨ª mismo, a sus parientes y hasta a las cucarachas que habitaban en su casa. "La poes¨ªa puede hablar de muchas cosas y tomar muchas formas, pero siempre ha de estar cerca de algo que ata?e al alma humana", explic¨® Gonz¨¢lez entre poema y poema.
Palabra sobre palabra, haciendo honor al t¨ªtulo de su antolog¨ªa po¨¦tica, este poeta asturiano desgran¨® los versos de sus libros y explic¨® sus temas recurrentes: el paso del tiempo, la realidad social, la forma de hacer poes¨ªa y el amor. Tambi¨¦n arranc¨® algunas l¨¢grimas. "No podr¨¦ olvidar c¨®mo es su poes¨ªa ni c¨®mo la descubr¨ª. S¨®lo puedo darle las gracias por escribir", le confes¨® una asistente al recital entre sollozos al t¨¦rmino del mismo.
Como si se tratara de una estrella del pop, sus incondicionales le pidieron bises y el acad¨¦mico hubo de recitar m¨¢s poemas para dejar satisfecha a su audiencia, a la que la m¨¢s de media hora de recital le habla sabido a poco.
Pero lo que m¨¢s sorprendi¨® al p¨²blico fue la confesi¨®n que hizo el poeta de que no es ¨¦l quien habla en sus poemas: "Al principio estaba convencido de que era yo, pero ahora s¨¦ que en la poes¨ªa el que habla es un personaje que creas para que tenga sentimientos parecidos a los tuyos. Es como fingir un poco".
Tras esta revelaci¨®n, Gonz¨¢lez, termin¨® el recital con un verso: "Para vivir un d¨ªa hay que morir muchos".
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