Olivencia acusa a Pell¨®n de obstaculizar el control de la gesti¨®n de la Expo 92

Manuel Olivencia, comisario general de la Exposici¨®n Universal de Sevilla hasta su destituci¨®n en 1991, replic¨® ayer al que fuera consejero delegado y m¨¢s tarde presidente de la Sociedad Estatal, Jacinto Pell¨®n, que ¨¦l no fue el responsable ¨²ltimo de los contratos suscritos por la Expo. Seg¨²n Olivencia desde la llegada de Jacinto Pell¨®n, "dotado de amplios poderes ejecutivos", al equipo gestor de la Muestra en 1987, las tareas de control "se hicieron m¨¢s dif¨ªciles". Manuel Olivencia asegura que comunic¨® la situaci¨®n al entonces presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, y que ¨¦ste no hizo nada ara solucionarlo.

"Nunca negoci¨¦ un contrato, ni influ¨ª en las decisiones de celebraci¨®n y ejecuci¨®n, que eran competencia exclusiva de la Sociedad Estatal", se?ala Olivencia, que fue comisario de la Exposici¨®n Universal desde su nombramiento por el Gobierno socialista, a mediados de 1985, hasta agosto de 1991. En unas amplias declaraciones concedidas ¨²nicamente a la agencia estatal Efe, Olivencia agrega que sus directrices respecto a la negociaci¨®n y ejecuci¨®n de contratos "eran claras": "Que se respetasen escrupulosamente las normas".Olivencia responsab¨ªliza directamente a Jacinto Pell¨®n de todos los aspectos de gesti¨®n de la Sociedad Estatal, as¨ª como de obstruir las tareas de control. Seg¨²n su versi¨®n, Pell¨®n le informaba de que los ingresos y gastos de la Expo estaban equilibrados y que se cumpl¨ªa la directriz de mantener "el llamado saldo cero".

El ex comisario general de la Exposici¨®n Universal atribuye a. los responsables del PSOE y de la Sociedad Estatal Expo 92 una "maniobra mal dirigida" para tratar de recordar su presencia en la Comisar¨ªa General, "tan olvidada hasta ahora", para intentar atraer hacia ¨¦l la atenci¨®n y ampararse en su nombre "como escudo protector" tras las pol¨¦mica generada por el informe del Tribunal de Cuentas sobre los resultados econ¨®micos de la Expo.

"Ces¨¦ en el cargo de comisario general hace seis a?os y medio, antes de celebrarse la Exposici¨®n, entre otros motivos por advertir muchas de las cosas que ahora se?ala el Tribunal de Cuentas", se?ala Olivencia. "Nada tengo que ver con la formulaci¨®n de las cuentas fiscalizadas, ni con la alteraci¨®n, de los criterios contables para convertir p¨¦rdidas en beneficios, ni con las indemnizaciones a los cargos... Cuando ces¨¦ en el de comisario no percib¨ª una peseta, ni siquiera me dieron una entrada para la Expo", a?ade.

Manuel Olivencia, que lamenta en las declaraciones concedidas a Efe no poder atender a todos los medios de comunicaci¨®n que durante estos d¨ªas le han solicitado entrevistas -este diario ha intentado en reiteradas ocasiones, sin ¨¦xito, hablar con ¨¦l-, subraya que el cargo de comisario era el de representante del Gobierno en la Exposici¨®n, "una autoridad sin facultades gestoras". "La otra pieza fundamental en el organigrama era la Sociedad Estatal organizadora, a la que incumb¨ªan todas las competencias de gesti¨®n", explica. "El comisario ejerc¨ªa, seg¨²n las normas, un control sobre la Sociedad Estatal, a trav¨¦s de medios como la propuesta de' nombramiento de los miembros del Consejo de Administraci¨®n, ¨®rgano supervisor, y a trav¨¦s de auditor¨ªas y directrices".

Olivencia relata que durante la primera fase no hubo ning¨²n problema, "pero cuando ya ten¨ªamos elaborado el Plan General de la Expo y el Plan Director del Recinto, realizadas las obras de acceso y de explanaci¨®n, y siempre previo concurso p¨²blico, a punto de adjudicaci¨®n las de infraestructura, se me indic¨® la conveniencia de que para la fase de construcci¨®n se incorporase como consejero delegado el se?or Pell¨®n".

"Desde su incorporaci¨®n, en 1987, dotado de amplios poderes ejecutivos, las tareas de control se hicieron m¨¢s dif¨ªciles", contin¨²a el ex comisario, y agrega que, en vista de las dificultades que le planteaba Pell¨®n aument¨® los instrumentos de control "introduciendo incluso una auditor¨ªa externa".

Como ejemplos de los obst¨¢culos que encontraba para fiscalizar la gesti¨®n, Olivencia se?ala "la resistencia a hacerme entrega de los informes de auditor¨ªa interna, bajo el pretexto de que las observaciones formuladas se correg¨ªan de inmediato, sin necesidad de que trascendiesen a una autoridad superior, externa a la sociedad". Sin embargo, contin¨²a, el informe del Tribunal de Cuentas indica que "esto no era as¨ª, que no se correg¨ªan las deficiencias denunciadas".