Casiraghi libera a Italia
Un gol de la 'torre' del Lazio apea a Rusia de Francia 98
Pierluigi Casiraghi liber¨® a Italia en un partido sometido a las leyes del calcio. El m¨¦rito de C¨¦sare Maldini estuvo en conseguir que la contienda m¨¢s dram¨¢tica de la squadra azzurra en el ¨²ltimo cuarto de siglo discurriera dentro de la m¨¢s absoluta normalidad del juego italiano. El gui¨®n auguraba un choque t¨¢ctico, fabril, ¨¢spero y result¨® un choque descarnado, opaco, especulador y f¨ªsico. Una noche para futbolistas como Casiraghi o Ravanelli, Pessoto o Dino Baggio. Nada pudieron decir, por contra, Zola o Del Piero, repescado cuando el marcador ya sonre¨ªa al grupo local y el partido admit¨ªa futbolistas dispuestos a salir de la carpeta.Rusia fue una mera espectadora de un partido en que, por el envoltorio, el ¨²nico rival de Italia era la propia Italia y el peso de su pasado. Tricampeona del mundo, subcampeona en Estados Unidos 94, participante en todas las fases finales, excepto la de 1958 -s¨®lamente dej¨® de acudir a la primera edici¨®n-, la vieja Italia se ve¨ªa obligada ahora a pasar por una eliminatoria de escarnio, de desempate, propia de los equipos secundarios, para certificar su asistencia a Francia 98.
Tuvo Italia el cuero m¨¢s rato, forz¨® m¨¢s ocasiones de gol y jug¨® siempre cron¨®metro en la mano: ahora paraba, luego corr¨ªa y m¨¢s tarde se escaqueaba. Rusia anduvo como anestesiada. Toc¨® mucho en el primer tiempo y no lleg¨® nunca salvo en un remate fallido de otro ilustre veterano de la noche, Yuran. Ech¨® en falta a Kanchelskis, un tipo que sabe darle profundidad al equipo y, por contra acus¨® el exceso de equipaje. defensivo. Onopko y Nikiforov, otros dos curtidos futbolistas que hoy disputan la Liga de las estrellas, ilustraron el gol de la noche. Casiraghi les tom¨® la espalda en el ¨²nico bal¨®n que se jug¨® Albertini, un medio centro de corte cl¨¢sico que tiene un bistur¨ª en su pierna derecha, y all¨ª se acab¨® la funci¨®n.
Si Italia hab¨ªa sido capaz de gestionar un empate a cero que le daba la clasificaci¨®n, jugar con un gol a favor deb¨ªa ser una delicia para el grupo de Maldini. Rusia no supo acelerar el encuentro. Estuvo incluso m¨¢s parada que en el primer tiempo y, adem¨¢s, el ¨¢rbitro le puso una camisa de fuerza con las tarjetas que reparti¨®. Los italianos se sintieron siempre c¨®modos, convencidos de acudir a la cita mundialista por d¨¦cima vez consecutiva, seguros de que su car¨¢cter competitivo se impondr¨ªa.
Rusia no supo c¨®mo atacar a Italia, muy tapada desde la salida, y despu¨¦s fracas¨® a la hora de remontar ante el f¨²tbol de anticipaci¨®n y presi¨®n de los italianos, a quienes en las situaciones de mayor peligro les bast¨® con recurrir a la falta t¨¢ctica.
El f¨ªsico de Ravanelli y las jugadas de estrategia presidieron el primer tiempo de Italia frente al intento de juego entrel¨ªneas de Rusia. Hubo mucho volante, demasiado estudio, prudencia y espera, y poca alegr¨ªa para desesperaci¨®n de una hinchada tan caliente como es la de N¨¢poles. Luego, al llegar el gol, el 13? de Casiraghi con la selecci¨®n, creci¨® la determinaci¨®n italiana y el absentismo ruso.
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