Prietas las filas, etc¨¦tera
O me estoy volviendo paranoica o la casta?era de mi barrio es Nati Mistral con las rodillas cubiertas por una banderita t¨² eres roja, banderita, t¨² eres gualda, y con pedazo de micr¨®fono en toda la casta?a para desenmascararnos en plena juerga a aquellos que no somos dignos de Espa?a. Espa?a, Espa?a, c¨®mo resuena tu nombre en mis orqu¨ªdeas mientras avisto la espada flam¨ªgera. Cielos, adem¨¢s de paranoica, me estoy volviendo Pem¨¢n. Este es s¨®lo uno de los m¨²ltiples efectos colaterales que sufro desde que he sido bombardeada por la propaganda marcial-educativa. En otros tiempos me hallar¨ªa tan entretenida comentando el feliz descubrimiento de que el Pene y los Dedos tienen un origen com¨²n, felicit¨¢ndome por no haber ligado en mi vida con el capit¨¢n Garfio, que no est¨¢ una para muchas suturas, y orgullosa de la sagacidad con que, desde el principio, apost¨¦ por la revoluci¨®n digital. Mas, no hoy. Hoy apenas me merece una suficiente media sonrisa la investigaci¨®n que, por el bien de la ciencia, ha dejado a cientos de ratones de laboratorio in capacitados para los goces de la c¨®pula y del chasquear de ¨ªndice y medio. Hoy s¨®lo pienso en la Patria.
Todo empez¨® -mejor dicho, se recrudeci¨®- cuando el ministro de Defensa, Eduardo Serra -Eduardo, el del bombo-, afirm¨® que es necesario que "el sistema educativo fomente el conocimiento y el inter¨¦s por la defensa y expli que los esfuerzos por mantener la paz". Pardiez, siempre cre¨ª que la cosa tendr¨ªa que ser al rev¨¦s: que conven¨ªa que el Ej¨¦rcito llegara a interesarse tanto por los estudios y por la humanidad que acabara por autodisolverse para licenciarse en filosofia. pura y dedicar el resto de sus vidas a convertir en eremitas a los sargentos dados a la trifulca et¨ªlica y el tiro al subordinado. Pero se ve que andaba errada y gilipollas. Menos mal que aqu¨ª una est¨¢ hecha a todo, y una igual se pone a reciclar basuras que a estudiar para juez con objeto de que me concedan por fin a?os sab¨¢ticos. Una, lo mismo se camufla las tetas en el walkman para no tentar a don Manuel o reflexiona acerca de que hay algo a¨²n peor que un presunto etarra: un presunto etarra vestido como de comprar en el s¨²per, en Benidorm y en pleno agosto, que es tal como lleg¨® ataviada una de las piezas que nos han enviado desde M¨¦xico.
Es la marcializaci¨®n de lo cotidiano, sin embargo, lo que mayormente preocupa a mis d¨¦biles entendederas, pues me encuentro en una edad en que todos los penes se me hacen hu¨¦spedes. Ya nada es inocente desde que escuch¨¦ a Serra alabar por radio su ideaza sin que a nadie le diera un ataque de pelvis, ni siquiera a mi misma. Como que me transfigur¨¦, ?no? Por ejemplo, no puedo mirar la foto que saca el Lecturas en la que aparece el hijo m¨¢s sensible de Isabel II, Eduardo, frot¨¢ndose la nariz con un antiguo compa?ero de colegio neozeland¨¦s sin dejar de preguntarme si ¨¦l tambi¨¦n ser¨ªa capaz de ir a luchar para dar la vida de los argentinos por las Malvinas como hizo su hermano Andr¨¦s, pedazo de h¨¦roe. En otra ¨¦poca me habr¨ªa limitado a apreciar que la imagen corrobora las sabrosas informaciones contenidas en el libro biogr¨¢fico Los Windsor, le¨ªdo por m¨ª con anterioridad al momento en que supe que mi futuro cultural es un p¨¢ramo que limita al norte con Quince bajo la lona y al sur con Los ¨²ltimos de Filipinas, y en donde el pensamiento se desplomar¨¢ cada amanecer, con los ojos vendados.
Otros¨ª, frente a la imagen de los hijos de B¨¢rbara Rey con su madre, lo primero que se me ocurre es que bien podr¨ªan llamarse guerrilleros de Cristo Rey esta parejita hija de Cristo y de ella. Y as¨ª voy, de aberraci¨®n en aberraci¨®n, y no pienso m¨¢s que en lo b¨¦lico. No puedo contemplar a Demi Moore en su nueva pel¨ªcula, haciendo de sargento cachas, sin decirme cu¨¢nto m¨¢s agradable ser¨ªa para los chicos tenerla a ella de catedr¨¢tica en lugar del par aquel de racistas descubiertos pero no relegados a las tinieblas. ?Y no fue Esperanza Aguirre, hoy dada a la ense?anza, aspirante a la cartera de Defensa antes de las elecciones?
Por Moscard¨®, Guzm¨¢n el Bueno y por la madre de Conan el B¨¢rbaro (que era Nadiuska), que alguien saque de una pu?etera vez la imaginaci¨®n del poder y la relegue de nuevo y para siempre a los confesonarios.
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