A prop¨®sito de Fernando
Sin risas enlatadas, con una extensi¨®n preconcebida de 13 episodios y un tono agridulce nada com¨²n en la actual comedia de situaci¨®n espa?ola, Tocao del ala (La 2, domingo) constituye una rareza en el panorama televisivo nacional.Si Ca¨ªda y auge de Reginald Perrin, esa estupenda serie brit¨¢nica recientemente exhumada por ?lbum TV, ten¨ªa como punto de partida la alienaci¨®n de un ejecutivo de clase media, en Tocao del ala nos encontramos a un personaje similar en el momento en que, aparentemente, superada su fase delirante, se reintegra al hogar. All¨ª le esperan una madre protectora, una hermana vulgar, un hermano gorr¨®n, una ex mujer que le quiere y le teme, y una hija, la narradora de la serie, que intenta explicarse los motivos que llevaron a su progenitor a la. locura. Nadie sabe a qu¨¦ atenerse, y la actitud del objeto de sus desvelos no contribuye a aclarar la situaci¨®n: como Gena Rowlands en A woman under the influence, Fernando Contreras vuelve a casa aparentemente tan chiflado como cuando le internaron.
Pero Fernando tiene una coartada seg¨²n la cual es ahora cuando ¨¦l es realmente ¨¦l. Su crisis fue una epifan¨ªa que le llev¨® a cambiar de vida. Antes de ella no era feliz, no era ¨¦l. Ahora considera que se ha con vertido definitivamente en quien siempre debi¨® ser. L¨¢stima que su aut¨¦ntica personalidad haga de ¨¦l un sujeto con el que nadie sabe muy bien qu¨¦ hacer. ?Es Tocao del ala una serie humor¨ªstica? Esa parece, a veces, su pretensi¨®n cuando vemos al coro de actores sobreactuar o al protagonista caerse de una silla, pero ¨¦sos son tambi¨¦n los momentos que peor funcionan. Cuando la serie levanta el vuelo es en los momentos m¨¢s serios e introspectivos, especialmente en la visi¨®n de los hechos que nos transmite la voz en off de la hija del pobre Fernando. Es in¨²til aqu¨ª buscar la carcajada porque se, est¨¢ hablando de algo bastante serio: los esfuerzos de un hombre por encontrarle un sentido a su vida.
Tocao del ala es una idea del siempre eficaz Joaqu¨ªn Oristrell que se ha tirado un a?o en la nevera. Seguramente porque es un producto raro que mezcla los g¨¦neros y puede despistar a un p¨²blico acostumbrado a lo previsible. Valdr¨¢ la pena seguir su desarrollo porque su estimulante punto de partida es de los que intentan levantar un poco el list¨®n de la telecomedia nacional. Algo tan arriesgado como loable.
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