El Gobierno quiere compensar a los laboratorias liberalizando precios
El Gobierno ha querido tranquilizar a los laboratorios farmac¨¦uticos agraviados por el medicamentazo con promesas de recompensa, y una de las f¨®rmulas que estudia es adelantar la liberalizaci¨®n de los precios de los medicamentos que no est¨¦n financiados por la Seguridad Social, medida que la Ley de Acompa?amiento de Presupuestos para 1998 prev¨¦ desarrollar en tres a?os. La industria ha reaccionado con decepci¨®n ante lo que considera una recompensa de "ampuloso enunciado y nulo contenido". La ley de acompa?amiento incluye, otra disposici¨®n de gran calado: otorga a los farmac¨¦uticos el poder para cambiar las recetas.
La ley de acompa?amientos prev¨¦ la liberalizaci¨®n de los precios de los medicamentos no financiados por la Seguridad Social en un plazo de tres a?os y ese apartado ha sido ya aprobado en comisi¨®n, de modo que la ¨²nica posibilidad de adelantar su aplicaci¨®n es que el PP presente una enmienda en el Senado. De este modo, los 500 medicamentos que excluir¨ªa el medicamentazo podr¨ªan ser objeto de promoci¨®n comercial exactamente igual que los cosm¨¦ticos y otros productos que se venden en farmacia como especialidades publicitarias.Portavoces de la industria consideran, sin embargo, que esta medida apenas tiene repercusi¨®n "porque los precios de estos medicamentos, una vez que se vendan libremente, ir¨¢n disminuyendo por efecto de la competencia". Las empresas nacionales del sector -Almirall, Ferrer y Uriach, entre otras, casi todas con sede en Barcelona- expresaron ayer su des¨¢nimo por la ambivalencia del presidente de la Generalitat de Catalu?a, Jordi Pujol, ante el medicamentazo. A petici¨®n de los laboratorios, Pujol medi¨® ante el Gobierno, pero el resultado ha sido considerado muy decepcionante. En apenas 72 horas, los industriales farmac¨¦uticos han pasado de la estupefacci¨®n a la creencia de que era posible una soluci¨®n pactada, y de ah¨ª, al desencanto.
Tanto la patronal de la industria farmac¨¦utica (Farmaindustria) como el Consejo General de Colegios Farmac¨¦uticos aseguran que no han recibido ninguna informaci¨®n oficial sobre los medicamentos que van a excluirse y declaran su perplejidad a causa de que la lista oficiosa incluya f¨¢rmacos que se comercializan en todos los mercados europeos. Farmaindustria, que agrupa a unos 250 laboratorios que representan el 96% de las ventas en Espa?a, amenaza con romper el pacto suscrito con el Ministerio de Sanidad por el que retorna a las arcas p¨²blicas parte de sus beneficios. En virtud de este pacto, la industria farmac¨¦utica ha reducido sus ingresos procedentes de la Seguridad Social en 40.000 millones de pesetas en los dos ¨²ltimos a?os y "est¨¢ previsto que al finalizar el ejercicio de 1997 el ahorro p¨²blico haya aumentado en 10.000 millones m¨¢s", seg¨²n su presidente, Enrique Gonz¨¢lez Hervada.
El Gobierno regul¨® ya en los presupuestos de 1997 la introducci¨®n en Espa?a de los precios de referencia, pero no los ha desarrollado. La Ley de Acompa?amiento de los Presupuestos para 1998 da un paso m¨¢s en esta direcci¨®n, que debe acompa?ar la introducci¨®n de gen¨¦ricos en Espa?a. En estos momentos existen en Espa?a numerosas presentaciones de cada m¨¦dicamento, es decir, de cada principio activo, que tienen adem¨¢s precios distintos. El Gobierno se propone establecer para los medicamentos financiados por la Seguridad Social un precio de referencia para cada principio activo y s¨®lo pagar¨¢ esa cantidad, de modo que o bien los laboratorios reducen el precio del medicamento para poder recibir financiaci¨®n p¨²blica, o bien el usuario paga la diferencia.
Cambio obligatorio
La Ley de Acompa?amiento de los Presupuestos para 1998 establece que los farmac¨¦uticos estar¨¢n obligados a cambiar el medicamento incluido en la receta por otro de id¨¦ntica acci¨®n terap¨¦utica que tenga un precio igual o inferior al fijado por el Gobierno como de referencia. El comprador tendr¨¢ la posibilidad de elegir el medicamento prescrito por el m¨¦dico si es m¨¢s caro, pero siempre que pague la diferencia.El diputado socialista Josep Corominas estima que esta formulaci¨®n desplazar¨¢ hacia las farmacias la presi¨®n que ahora ejercen los laboratorios sobre los m¨¦dicos para que receten determinadas marcas. Corominas defiende la introducci¨®n de gen¨¦ricos y los precios de referencia, pero estima que la f¨®rmula prevista por el PP no es la m¨¢s adecuada. El farmac¨¦utico estar¨¢ interesado, adem¨¢s, en convencer al paciente de que el producto que le ha recetado el m¨¦dico, aunque es m¨¢s caro, es mejor, porque si el paciente acepta pagar la diferencia, incrementar¨¢ sus ventas y el porcentaje de beneficios.
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