Los serbobosnios intentan enterrar los horrores de la guerra con el recurso de las urnas
La calma helada que planeaba ayer sobre Prijedot en la primera de las dos jornadas electorales en nada recuerda el clima de tenares de casas reventadas en las que vivieron musulmanes expulsados o aniquilados en el vecino campo de concentraci¨®n de Omarska, escenario de algunos de los m¨¢s serios horrores juzgados en el Tribunal de La Haya.
ENVIADO ESPECIALEl primer signo de que algo se mueve en Prijedor, la tercera ciudad en importancia de la mitad., serbia de Bosnia, es la misma cartelera electoral. En un lugar hasta hace poco feudo de algunos de los m¨¢s notorios se?ores de la guerra, la fotograf¨ªa predominante es la de la presidenta Biljana Plavsic, la extremista convertida en moderada y enfrentada al poder agrupado en Pale. Hay carteles de Alexa Buha, el n¨²mero uno del partido gobernante (Democr¨¢tico Serbio, SDS), pero ninguno de su jefe, Radovan Karadzic. La Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE), que fiscaliza los comicios, anunci¨® el jueves que eliminar¨ªa de las listas, de tres en tres,candidatos del SDS si exhibe reclamos electorales del ex presidente acusado de genocidio y cr¨ªmenes de guerra."Muchas cosas est¨¢n cambiando aqu¨ª, en el interior de la gente, para mejor". Zorica, ingeniera electr¨®nica, defend¨ªa a Karadzic hace poco m¨¢s de un a?o y cre¨ªa, como muchos otros serbobosnios, en una conspiraci¨®n universal destinada a aniquilarlos. "Los que no ten¨ªamos nada ,antes, m¨¢s que nuestra educaci¨®n, los que no medramos con la guerra, estamos por el cambio. La gente, ya no quiere vivir en un pa¨ªs dirigido por ladrones. Por eso creo que muchos, incluso aqu¨ª, votar¨¢n por la Alianza Popular Serbia", (SNS, el partido formado por Plavsic). Ella es una privilegiada que gracias a su cualificaci¨®n puede ganar en un mes 60.000 pesetas. Un salario medio en la Rep¨²blica Srpska, para los muy pocos que tienen algo que hacer, no llega a las 10.000. La penuria de los serbobosnios, virtualmente privados de la ayuda internacional por el boicoteo de su Gobierno a los acuerdos de Dayton, explica la abundancia de colaboradores que le han salido a la OSCE este fin de semana. Dragan, que ayuda en la mesa de un c¨¦ntrico colegio, est¨¢ exultante porque se va a embolsar en dos d¨ªas 200 marcos (17.000 pesetas). La normalidad era ayer general en los centros de votaci¨®n. Los colegios de Prijedor, a los que acud¨ªa el primer d¨ªa menos gente de la prevista, est¨¢n instalados de la forma m¨¢s coquetaque permiten las circunstancias. Unos grandes cartones doblados a modo de cabina aseguran la privacidad del voto, que se deposita en una urna tambi¨¦n de cart¨®n. Los responsables de las mesas electorales tienen una queja un¨¢nime: el censo no est¨¢ en orden alfab¨¦tico, lo que supone minutos para encontrar los nombres. Prijedor ofrece signos mucho m¨¢s consistentes del cambio en ciernes que la propaganda electoral. Para los serbobosnios, ciudadanos de un pseudo Estado policiaco, quiz¨¢ ninguno m¨¢s significativo que el de la propia polic¨ªa. En la localidad rein¨® durante a?os Simo Drlaca, encausado por el Tribunal de La Haya.Drlaca, que al frente de la fuerza policial de Prijedor sembr¨® el terror entre los musulmanes y sus propios conciudadanos, acab¨® sus d¨ªas en julio pasado, cuando se enfrent¨® a una unidad especial de la OTAN que acudi¨® a detenerle. Otro cabecilla local, Milan Kovacevic, acusado de atrocidades contra musulmanes en la vecina Omarska, fue enviado a la ciudad holandesa.
Indferencia
"Pese a que fue enterrado con mucha fanfarria, a nadie aqu¨ª le import¨® la muerte de Drlaca, un criminal y un ladr¨®n. Probablemente ni a su familia", sentencia una vecina suya. En septiembre, Plavsic puso sin problemas a su gente al frente. de la polic¨ªa de Prijedor. El partido gobernante ha puesto toda la carne en el asador en estos comicios. "Mi madre, que es pensionista, ha recibido este viernes el importe de dos mensualidades [unas 9.000 pese tas]. Y hace diez d¨ªas le dieron otra paga. En la vecina mina de Ljubija, cerrada hace a?os, acaban de entregar a los trabajado res, que est¨¢n en sus casas cobrando 30 o 40 marcos al mes, dos millones de dinares (alrede dor de 40 millones de pesetas) para que voten por el SDS", relata Zorica. "Literalmente est¨¢n comprando el voto", asegura la antigua partidaria de Radovan Karadzic.
La agobiante falta de perspectivas de la Rep¨²blica Srpska, unos 800.000 habitantes, ha comenzado a reflejarse en actitudes impensables hace unos meses. "En Prijedor mucha gente, con ayuda de la OSCE, comienza a irse a Sarajevo para conseguir pasaportes bosnios y viajar a Australia o Canad¨¢. Algunos de mis mejores amigos lo han hecho y creo que yo misma lo har¨¦ pronto", asegura la ingeniera serbobosnia.
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