Las agentes literarias consolidan su funci¨®n en la maquinaria editorial espa?ola
La mayor¨ªa de escritores necesita intermediarias en el complicado sector
Aquellos tiempos del joven mel¨¢ncolico, con aire inequ¨ªvoco de poeta y un manuscrito bajo el brazo, que recorr¨ªa incansable las oficinas de las editoriales, han pasado a la historia. Hoy en d¨ªa los escritores o bien recurren al estilo de Estados Unidos o tienen muy pocas posibilidades, por no decir ninguna, de publicar. Hace apenas unos a?os s¨®lo una minor¨ªa escogida de autores contaba con una agente literaria. As¨ª quedaba patente su toque de distinci¨®n, su pertenencia a la ¨¦lite. Pero la mercantilizaci¨®n del sector editorial obliga ahora a la mayor¨ªa de escritores a contar con una gu¨ªa. Las agentes literarias, todas mujeres, viven as¨ª los tiempos de una profesi¨®n en auge.
Algunas incluso, como Gloria Guti¨¦rrez, de la oficina de Carmen Balcells, muestran un cierto cansancio al hablar de la moda de las agentes literarias. "Lo cierto", se?ala Gut¨ª¨¦rrez, "es que en Espa?a se ha consolidado una tendencia que s¨®lo se ha impuesto en Estados Unidos. En realidad en pa¨ªses europeos tan potentes como Alemania o Francia la mayor¨ªa de escritores no cuenta con agentes. Quiz¨¢ Italia figure como el otro pa¨ªs de Europa, junto a Espa?a, donde las agencias literarias est¨¢n en fase de expansi¨®n". Al igual que otras colegas, Gloria Guti¨¦rrez resume: "Los autores han llegado a saber que las agentes somos ¨²tiles".La veterana Carmen Balcells -que representa a una n¨®mina impresionante de escritores como Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, Mario Vargas Llosa, Isabel Allende, Rafael Alberti o Juan Mars¨¦, entre otros muchos de primera fila- tiene a gala no haber concedido pr¨¢cticamente ninguna entrevista period¨ªstica en su vida. No es la ¨²nica reticente a los focos porque Mercedes Casanovas declin¨® hablar con este diario. "El protagonismo debe corresponder a los autores", sentenci¨®. En el caso de Casanovas sus escritores son, entre otros, Laura Esquivel, Javier Mar¨ªas, Mario Benedetti o Juan Jos¨¦ Mill¨¢s.
?Pero a qu¨¦ se dedican las agentes? Estas mujeres resuelven un amplio abanico de cuestiones que van desde las declaraciones fiscales a los derechos por traducciones pasando por la promoci¨®n de los libros o tareas incluso de ayudantes de prensa. Dicho de un modo m¨¢s directo, son una mezcla de consejeras, acompa?antes y pa?o de l¨¢grimas de los escritores. Raquel de la Concha, una de las veteranas en la profesi¨®n y de las pocas que reside en Madrid y no en Barcelona, describe as¨ª su tarea: "Con nosotras los autores est¨¢n mejor defendidos e informados. Ellos no conocen el mercado editorial y nuestro trabajo les permite dedicarse a escribir y olvidarse del papeleo".
M¨®nica Mart¨ªn, que junto a Silvia Bastos ha montado una agencia hace apenas unos meses y que cuenta entre sus autores con el Premio Planeta Juan Manuel de Prada, opina que "el editor antes era tambi¨¦n el ¨¢ngel de la guarda de los autores y ese papel se ha acabado en los grandes sellos editoriales y en las multinacionales del sector". "Est¨¢ claro agrega, "que el libro es un producto cultural, pero en la pr¨¢ctica el proceso de fabricaci¨®n y de venta es id¨¦ntico a las f¨¢bricas de tomillos o de calzados".Todas las agentes coinciden en que sin una buena promoci¨®n cualquier libro est¨¢ condenado al fracaso. En un pa¨ªs que publica la impresionante cifra de 50.000 t¨ªtulos al a?o y que se ha convertido en la quinta potencial mundial del sector editorial, abrirse un hueco en las librenas representa un trabajo mucho m¨¢s arduo que imaginar las fabulaciones m¨¢s extraordinarias o que abordar los ensayos m¨¢s brillantes.
Arina Soler-Pont, a sus 29 a?os la benjamina de las agentes, subraya, por otra parte, que "las agentes nos hemos convertido en una suerte de filtradoras del tr¨¢fico literario. Es decir, proponemos a las editoriales s¨®lo aquellas obras que creemos de verdad interesantes y, en general, los editores comienzan a fiarse de nuestro criterio". Representante de 44 escritores, casi todos africanos o asi¨¢ticos e incluido el turco Yaser Kernal, Anna Soler Pont ha hallado a trav¨¦s de la especializaci¨®n en autores del Tercer Mundo un espacio en el mundo de las agentes. "Creo", agrega, "que no sobramos agentes literarias".
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