Los nuevos negreros

NADA MENOS que 70 marroqu¨ªes intentaba introducir ilegalmente en Espa?a ayer un pesquero de Algeciras. Y nada menos que 500.000 pesetas hab¨ªa pagado cada uno de ellos por este viaje, que, seg¨²n les hab¨ªan prometido, les llevar¨ªa finalmente a Italia, y que fue frustrado por una lancha del Servicio de Vigilancia Aduanera cuando el barco estaba a pocos centenares de metros de la costa andaluza.Desde hace ya tiempo hay evidencias de que en aquella costa funcionan grupos de traficantes de seres humanos que cuentan con una considerable organizaci¨®n para realizar su tan detestable como pr¨®spero negocio. En pesqueros o en pateras traen a los inmigrantes ilegales a Espa?a y despu¨¦s los trasladan hacia otros pa¨ªses europeos, convenientemente escondidos en furgonetas o camiones.

El desgraciado accidente cerca de La Jonquera en el que murieron varios inmigrantes ilegales hace- unos meses fue s¨®lo un suceso m¨¢s -que sali¨® a la luz por fatalidad- en este tr¨¢fico que presumiblemente causa muchas m¨¢s v¨ªctimas de lo que se sabe, ahogados, asfixiados junto a los motores de camiones o autocares, o por mero agotamiento debido a las condiciones infrahumanas en que son transportados.

Es repugnante la falta de escr¨²pulos de aquellos que, como supuestamente el patr¨®n del barco ayer detenido, se dedican a especular con la angustia, las necesidades y las esperanzas de estas personas que intentan huir de la miseria o la violencia. Y estremece pensar en la tragedia que ha supuesto para los 70 marroqu¨ªes del pesquero, y los 24 capturados tambi¨¦n ayer cuando llegaban con una patera a la costa gaditana, el ver fracasado su sue?o, despu¨¦s de haber pagado medio mill¨®n de pesetas, sin duda una fortuna para todos ellos y fruto probablemente de ingentes sacrificios y deudas.

La inmigraci¨®n ilegal a Europa, procedente de todos los rincones del mundo pobre y subdesarrollado, es sin duda un grave problema social, pero ante todo es un terrible drama humano que protagonizan aquellos que intentan todo para llegar a pa¨ªses que equiparan don bienestar y prosperidad.

Ayuda al desarrollo, inversiones, informaci¨®n sobre la situaci¨®n real del mercado laboral europeo.... son muchas las medidas de las que se habla -muchas menos las que se toman- para hacer frente a estas nuevas migraciones. Como siempre en la historia, est¨¢n motivadas por el l¨®gico y perfectamente leg¨ªtimo af¨¢n del ser humano de lograr en la lejan¨ªa una mejor vida que la que ofrecen lugares de origen sumidos en la pobreza.

Por desgracia, muchos gobernantes en los pa¨ªses ricos parecen confiar s¨®lo en la v¨ªa policial consistente en la detenci¨®n y expulsi¨®n inmediata de los inmigrantes. Pero no deja de ser sorprendente que, mientras se detiene a decenas de inmigrantes ilegales casi a diario ya en nuestra costa meridional, raras son las detenciones de quienes promueven, organizan y cobran estos siniestros viajes, que muchas veces acaban en la muerte de los que- los han pagado. Por eso, los organizadores de este tr¨¢fico de inmigrantes, estos negreros modernos, deben ser objetivo prioritario de la polic¨ªa y la vigilancia aduanera.