Adi¨®s a la adolescencia

Dos pel¨ªculas desenfadadas, autoir¨®nicas y adolescentes. Clerks y Malrrats nos hab¨ªan puesto en contacto con el cine de uno. de los m¨¢s preclaros cultores de la comed¨ªa americana de hoy mismo, Kevin Smith, a¨²n no treinta?ero. Un mismo escenario, Nueva Jersey; un cuerpo m¨¢s o menos estable de actores, un aire de familia en los argumentos, un sentido del humor considerablemente golfo y desprejuiciado. Pero tambi¨¦n un sentido del ritmo y de la organizaci¨®n del gag jam¨¢s explotado m¨¢s all¨¢ de lo conveniente, un especial ojo para la escritura de los di¨¢logos y una competente direcci¨®n de actores configuraban en ambos filmes algo tan dif¨ªcil de obtener como es un estilo propio.Persiguiendo a Amy constituye un verdadero salto respecto a lo anterior. Siguen ah¨ª los j¨®venes y sus l¨ªos sentimentales, los mismos actores, incluso algunos personajes reiterativos como los dos coprotagonistas de Malrrats. Pero algo ha cambiado: los tics m¨¢s primariamente adolescentes de las dos anteriores entregas de esta autobautizada Trilog¨ªa de Nueva Jersey dejan aqu¨ª el lugar a una madura, s¨®lida y compartible reflexi¨®n sobre los sentimientos que sobrepasa holgadamente los l¨ªmites marcados por la edad de los personajes, por una parte, y a un l¨²cido adi¨®s a la adolescencia, a la camarader¨ªa masculina m¨¢s primaria; un adi¨®s sin nostalgias, adem¨¢s, por la otra.

La historia se resume en pocas palabras. Dos amigos, dibujantes de comics, comparten piso, despacho, amigos, am¨¦n de casi todo su tiempo. Inmaduros inveterados, ambos ver¨¢n duramente sometida a prueba una existencia casi id¨ªlica por el enamoramiento de uno de ellos (Affleck), rendido por la arrolladora personalidad de Alyssa (Adams, soberbia), como ellos dibujante, aunque, a diferencia de ellos, homosexual. Un amor a primera vista imposible dar¨¢ paso poco a poco a una fascinaci¨®n que pasa por encima de etiquetas, y se concreta entre ellos, no sin problemas, la oposici¨®n constante de quien se considera el principal afectado (Lee), en una relaci¨®n dif¨ªcil y apasionada.

Denuncia

A partir de ah¨ª, la comedia generacional que era hasta entonces Chasing Amy se abre en una direcci¨®n m¨¢s ambiciosa: en la de la denuncia, sin dejar de lado las formas de la comedia. Y es en este aspecto donde Smith demuestra un talento mucho mayor del esperado. Porque no se trata de hacer bromas gamberras sobre las chicas y los chicos, sino de adentrarse en la psicolog¨ªa del otro sexo.Es ah¨ª cuando el filme se convierte en una eficaz, espl¨¦ndida muestra del talento de un creador maduro a pesar de sus escasos a?os. Porque Alyssa termina siendo no s¨®lo la fascinada construcci¨®n del punto de vista del narrador, masculino por partida doble, sino una inteligente propuesta daramat¨²rgica. Y de ah¨ª deriva una solidez contradictoria pero perfectamente defendible, un retrato en claroscuro de la inmadurez afectiva masculina frente a la claridad de sentimientos de quien m¨¢s confusa deber¨ªa estar, sin ahorrar en ello un final abierto y agridulce, hecho sin concesi¨®n alguna a la platea. Filme espl¨¦ndidamente escrito, mejor interpretado y compuesto, Chasing Amy es la mejor comedia de la cartelera en los ¨²ltimos meses.