Protecci¨®n contra todo
Un doble temor sobrevolaba en Zagreb por el Atl¨¦tico: el fr¨ªo y el efecto que pudiera tener la presencia de ciudadanos serbios (Radomir Antic, Bogdanovic, Pantic ... ) en tierras croatas. Contra el primer posible problema, el fr¨ªo, que apret¨® de lo lindo en el estadio (en torno a los cero grados), el equipo rojiblanco recurri¨® a unas camisetas t¨¦rmicas especiales con un tejido de aluminio, titanio y platino que se colocaron debajo de la el¨¢stica oficial.
Para el segundo asunto, la posibilidad de que alguien quisiera hacer pagar a Radomir Antic su condici¨®n de serbio, el club tir¨® de vigilancia oficial. Dos guardaespaldas de la n¨®mina de Jes¨²s Gil escoltaron al t¨¦cnico del Atl¨¦tico en todo momento. Del campo a los vestuarios, de los vestuarios al autob¨²s. Finalmente se sentaron detr¨¢s del banquillo, a un metro del entrenador. Hasta entonces, Antic hab¨ªa atendido a cuanto periodista croata quiso interrogarle y a cuanto aficionado le solicit¨® un aut¨®grafo, pero, por si acaso, siempre bien protegido.
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