Arrabal celebra que el teatro vuelva a hablar del individuo y no de los grupos
El escritor publica una antolog¨ªa de todas sus obras teatrales
El tiempo parece haber sosegado a este intelectual at¨ªpico que se atrevi¨® a publicar una Carta abierta al general Franco en plena dictadura o que revel¨® que se le aparec¨ªa la Virgen Mar¨ªa. Narrador, ensayista, poeta y cineasta, el teatro es el g¨¦nero que m¨¢s define a Fernando Arrabal (Melilla, 1932). "La grandeza del teatro", explica el escritor, "radica en que es algo ef¨ªmero e irrepetible. En los ¨²ltimos a?os el teatro vive un renacimiento que habla m¨¢s de las conductas individuales, en lugar de los grupos, y que aspira a un mundo m¨¢s inteligente".
Muy preocupado por las aportaciones que la ciencia o la filosof¨ªa est¨¢n haciendo al pensamiento contempor¨¢neo, Arrabal explica que, durante d¨¦cadas, los motores de la modernidad como el surrealismo pretend¨ªan cambios sociales y manejaban ideas de grupo. Entre la sorna y la sinceridad el escritor comenta: "Habr¨¢ que rendir un homenaje a aquellos autores teatrales como Bertolt Brecht o Luigi Pirandello que, desde perspectivas estalinistas o fascistas, cre¨ªan en los colectivos y en un mundo mejor. Pirandello dec¨ªa que la fantas¨ªa era una mujer vestida de negro que acud¨ªa a visitarlo. Ahora nos vienen a ver impresiones de todos los colores, desde la ciencia, desde el amor, desde el humor, desde la ilusi¨®n..."Individualista y simpatizante de las ideas anarquistas -"siempre y cuando los anarquistas no tomen el poder"-, Arrabal se muestra m¨¢s interesado por la moral que por la pol¨ªtica. Le gusta recordar que Vicente Aleixandre ya remarcara que "el conocimiento que aporta Arrabal est¨¢ te?ido de, una luz moral que est¨¢ en la materia misma de su arte". Como uno de los dramaturgos m¨¢s representados en el mundo, Arrabal no exterioriza especial disgusto por no ser un autor muy llevado a los escenarios espa?oles. "Eso del ¨¦xito o el fracaso, de que mis obras las hayan interpretado la Com¨¨die Fran?aise o Laurence Olivier, son puros accidentes", afirma.
Con obras tan relevantes como El triciclo, El cementerio de autom¨®viles o El arquitecto y el emperador de Asiria, Arrabal defiende sin dudar la validez de la literatura dram¨¢tica aunque nunca llegue a representarse. "Si los textos s¨®lo existieran sobre la escena ?qu¨¦ dir¨ªamos de autores como Cervantes o Valle-Incl¨¢n que no vieron sus obras representadas en vida?"
Arrabal present¨® ayer en Madrid su Teatro completo, en dos vol¨²menes que ha editado Espasa Calpe, y anunci¨® que no descarta la idea de regresar a Espa?a y vivir en temporadas repartidas entre Madrid y Par¨ªs, su residencia desde hace muchos a?os. Mientras sigue escribiendo -est¨¢ preparando Di¨¢logo con Ionesco, una obra de teatro que recoge los ¨²ltimos d¨ªas de vida de aquel dramaturgo-, Arrabal comienza a pensar en que no se dispersen creaciones de Pablo Picasso, Salvador Dal¨ª, Joan Mir¨® o Antonio Saura que el escritor melillense ha reunido a lo largo de su vida. "No hay nada parecido en Espa?a a lo que yo he generado con mi colaboraci¨®n con algunos artistas", comenta Arrabal en un rasgo de su conocida megaloman¨ªa. "Tengo dos hijos y como es l¨®gico quiz¨¢ no resistan la tentaci¨®n de dilapidar todo aquello que he reunido".
Sigue la cultura espa?ola desde la distancia y lamenta esa fama de provocador y de irreverente que, en su opini¨®n, "fue un invento del franquismo" para desacreditarlo y decir que era un frustrado. Pese a su aureola de maldito, Arrabal no ha dejado de recibir premios en Francia y en Espa?a. "Las Academias ya se inclinan por las vanguardias. Ah¨ª est¨¢ el caso del Premio Nobel a Dario Fo", dice.
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