Criptomnesia
Rold¨¢n va a ser sentenciado: el fiscal se?ala bien sus delitos, y adem¨¢s le insulta: mala costumbre. Es un h¨¦roe negro: de ladr¨®n a director general de la Guardia Civil, y mantener el doble papel no es cosa de cualquiera. Tambi¨¦n fue protagonista de un v¨ªdeo obsceno: public¨® Intervi¨² famosas fotos. Famosas por la antiest¨¦tica de sus compa?eros de juerga. Fragmentos de la Espa?a sucia.No s¨®lo Espa?a, claro. Vidocq fue un delincuente franc¨¦s a finales del XVII, y director de Seguridad en el XVIII (vivi¨® m¨¢s de ochenta a?os). Fue destituido dos veces del alto cargo por corrupci¨®n: y nombrado de nuevo. Lo importante no es que se hace, sino a qui¨¦n se sirve. Busco entre mis libros sus memorias: un peque?o volumen de la ¨¦poca. No lo encuentro. Esto es un caos. Hubiera querido asegurar mis datos, no fuese a ser que me rega?e ?otra! vez Fernando D¨ªaz Plaja (dije Lutero por Calvino: una barbarie del cerebro).
Esto es un caos, yo mismo soy un caos en el que se entrechocan falsos y verdaderos recuerdos, o resucitan cosas olvidadas aparentemente; y resucitan mal (?Lutero por Calvino!). Se habla ahora en el mundo (cient¨ªfico) de la criptomnesia y de las memorias plagiadas (en las que uno introduce sin saberlo episodios o¨ªdos o le¨ªdos como si fueran propios). Esto es un caos: no encuentro en casa los discos de Barbara, que ha muerto. Los ritos son fastidiosos, m¨¢s a¨²n si son: pero me gusta poner un disco del amado que muere. Barbara es de mi ¨¦poca francesa, de alg¨²n cabaret de Pr¨¦vert; y de un nombre art¨ªstico que tom¨® tambi¨¦n de Pr¨¦vert. Recuerda, Barbara fue un poema, luego canci¨®n del prodigioso Kosma -las hojas muertas: ?o no?-, donde se mezclaba un doble recuerdo: una muchacha desconocida bajo la lluvia, y su superposici¨®n a?os despu¨¦s en una noche de fuego y llanto en la misma ciudad, Brest, bombardeada. "Souviens toi, Barbara... ". Una noche en T¨¢nger, con Emilio Sanz de Soto, solos en un cabaret con su propietario, negro y m¨²sico de jazz, dije yo, por no s¨¦ que whisky de la noche, que la m¨²sica era matem¨¢ticas. "?Y Barbara?", me dijo nuestro amigo, "?Barbara es tambi¨¦n matem¨¢ticas?": la pon¨ªa como ejemplo de la divinidad. Qu¨¦ pena, saber que termina como anciana mani¨¢tica (casa de caos: paleles y animales) aquella ni?a de la posguerra. (?Fue en T¨¢nger o en Djibouti? Seguro que en T¨¢nger, porque en Djibouti no he estado nunca, pero lo recuerda muy bien mi criptomnesia). (Ah, yo dije que s¨ª, que era matem¨¢tica pura).
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