El Sporting sigue perdiendo

El Sporting sigue perdiendo. A diferencia de los primeros partidos de Liga, los que le llevaron a caer en el pozo en el que actualmente se encuentra, el equipo gijon¨¦s se muestra competitivo desde hace algunas jornadas, a veces merece mejor suerte e incluso consigue superar a sus rivales. Pero el resultado, con dos excepciones, siempre es el mismo y no es otro que la derrota.El partido amenazaba con ser un tost¨®n insoportable y la primera media hora respondi¨® fielmente a esos temores. El Sporting, colista y descolgado, aparentaba ser pan comido para un Betis obligado a ganar en El Molin¨®n por su te¨®rica superioridad, seg¨²n hab¨ªa proclamado el propio Luis Aragon¨¦s en la v¨ªspera. El equipo de Maceda tard¨® tiempo en entrar en el partido. El Betis apenas tuvo que hacer gasto alguno para tomar ventaja y controlar el juego escondiendo el bal¨®n a su rival. El gui¨®n se ce?¨ªa a los par¨¢metros que marca esta temporada el Sporting. Incluso lleg¨® el error infantil para dar todas las ventajas al rival, por si acaso ¨¦ste no se decid¨ªa a tom¨¢rselas. Iban s¨®lo 12 minutos cuando Ablanedo se mostr¨® obsequioso con Oli dej¨¢ndole muerto un bal¨®n a metro y medio de la porter¨ªa, que el ariete verdiblanco no desaprovech¨® y pudo dedicar a su padre, all¨ª sentado en la tribuna.

S¨®lo desde el minuto 31 el Sporting empez¨® a ser un verdadero equipo. Ello coincidi¨® con la salida al campo de Lediakhov, cuando Maceda se acord¨® de que, tanto en un l¨ªder como en un colista, tienen que jugar los mejores de cada equipo. Lediakhov sali¨® y entr¨® en el partido al mismo tiempo que una impresionante cortina de agua, que empez¨® a convertir el campo en un lodazal. El ruso apareci¨® de forma estelar, escap¨¢ndose de la vigilancia de Ol¨ªas y empatando el partido. Empezaba a haber partido, pero el Betis no tard¨® nada en devolver el golpe. Primero le sac¨® Nikiforov a Alfonso un bal¨®n bajo la raya de gol y despu¨¦s s¨®lo transcurridos tres minutos desde el empate, el propio Alfonso, solo y sin vigilancia, empalmaba con arte y precisi¨®n un env¨ªo de Finidi hacia el ¨¢rea peque?a rojiblanca.

El Sporting volvi¨® a encomendarse a su ¨²ltima tabla de salvaci¨®n, que no es otra que la autoestima de los jugadores. El partido entr¨® en un toma y daca bajo la lluvia y a cuatro minutos del descanso, en un c¨®rner votado por Tom¨¢s, Nikiforov pein¨® en. el primer palo y Trotta remach¨® en el segundo.

Tras el descanso el Sporting se le subi¨® a las barbas a un Betis en cuyas filas, algunos hombres parec¨ªan desertar. Cuando mejor jugaba el equipo de Maceda, un toque de clase de Alfonso volvi¨® a dar con el colista de bruces en el suelo. Ah¨ª se acab¨® la historia.