Aznar no di¨® importancia a las advertencias de Blair

"Hay que darle a las cosas la importancia que tienen. Como usted comprender¨¢, todos podemos hacer alardes mirando al tendido interior. Pero, desde luego, lo que no va a pedirme nadie es que yo jalee esos alardes". El pasado 9 de julio, en la rueda de prensa posterior a la cumbre de la OTAN en Madrid, el presidente del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, contestaba en estos t¨¦rminos las declaraciones del ministro de Exteriores brit¨¢nico, Robin Cook, quien amenaz¨® con vetar la integraci¨®n espa?ola si no se levantaban las restricciones militares al Pe?¨®n.

La diplomacia espa?ola interpret¨® como un "gesto para el consumo, interno" tanto las palabras de Cook como las que ese mismo d¨ªa, en t¨¦rminos similares, pronunci¨® en la C¨¢mara de los Comunes el primer ministro Tony Blair, reci¨¦n llegado de Madrid.

La reserva brit¨¢nica a la supresi¨®n de los mandos de cuarto nivel, y por tanto al de Gibraltar, estaba planteada desde el inicio de la negociaci¨®n, pero ni en la comunicaci¨®n enviada por el Gobierno ni en la resoluci¨®n aprobada por el Congreso el 14 de noviembre de 1996 se hac¨ªa alusi¨®n a este asunto. Seg¨²n la tesis espa?ola, la desapanci¨®n del cuartel general del Pe?¨®n era un tema zanjado por decisi¨®n de la propia OTAN en el que no val¨ªa la pena insistir.

Propuesta de uso conjunto

Durante la pasada primavera, el embajador brit¨¢nico ante la OTAN John Goulden entreg¨® a su colega espa?ol, Javier Conde, un borrador de declaraci¨®n conjunta en el que Espa?a se compromet¨ªa a levantar las restricciones a cambio de proclamar que esta medida no afectaba a su reivindicaci¨®n de Gibraltar.Londres esper¨® in¨²tilmente una respuesta a esta propuesta, ya que el Gobierno espa?ol carec¨ªa de una posici¨®n clara al respecto. Algunos responsables se mostraban dispuestos a levantar las restricciones navales, pero no las a¨¦reas, mientras otros abogaban por una soluci¨®n global.

No fue hasta el pasado 21 de noviembre, aprovechando la Cumbre de la Uni¨®n Europea en Luxemburgo, cuando Matutes entreg¨® a Cook una propuesta de uso conjunto militar del aeropuerto gibraltare?o, que implica el despliegue de un destacamento espa?ol y el mando compartido de las instalaciones.

En los dos ¨²ltimos meses, espa?oles y brit¨¢nicos han realizado una intensa campa?a de relaciones p¨²blicas para ganarse el favor de los otros aliados. El Reino Unido reparti¨® en Bruselas un informe que intenta demostrar que las restricciones perjudican la operatividad de la OTAN. Espa?a distribuy¨® un documento en el que explica que las restricciones son consecuencia de un contencioso bilateral ajeno a la Alianza.

Madrid consigui¨® la simpat¨ªa de Alemania, pero no la de EE UU, que inst¨® a ambos pa¨ªses a negociar una soluci¨®n. Esta actitud, aparentemente neutral, favorec¨ªa en realidad a Londres, pues la postura espa?ola es que no hab¨ªa nada que negociar.