Sin billete para la Uni¨®n Europea
Pese a su buena marcha econ¨®mica, Eslovaquia no ha pasado el examen democr¨¢tico exigido por Bruselas
ENVIADO ESPECIALUn gran luminoso en la plaza de la Libertad de Bratislava, frente al palacio presidencial, marca una extra?a cifra, 77. El d¨ªa anterior se?alaba 78. No es ning¨²n dato meteorol¨®gico. Son los d¨ªas que, seg¨²n el Gobierno eslovaco, le quedan de mandato al jefe del Estado, Michal Kovac; y sus archienemigos -que encabeza el primer ministro VIadimir Meciar- han dispuesto el recordatorio a manera de suprema humillaci¨®n para el vecino inquilino. La an¨¦cdota refleja el clima de cultura pol¨ªtica que se ha instalado en Eslovaquia y que ha llevado en los ¨²ltimos meses al joven Estado centroeuropeo a la cola de una eventual candidatura de integraci¨®n en las estructuras occidentales.
Excluida de la primera oleada en la OTAN tras un manipulado refer¨¦ndum en mayo boicoteado por el 90% del electorado; apartada pese a sus buenas notas econ¨®micas del grupo de pa¨ªses poscomunistas recomendado para iniciar negociaciones con la Uni¨®n Europea como ¨²nico candidato que no cumple los criterios pol¨ªticos establecidos; marginada en la OCDE, la organizaci¨®n de naciones industrializadas, Eslovaquia acaba este annus horribilis en medio de un creciente aislamiento en el coraz¨®n de Europa que contrasta con el viento a favor de sus vecinos checos, polacos o h¨²ngaros. A la espera de la inminente cumbre de Luxemburgo, que decidir¨¢ el modo en que la Uni¨®n Europea (UE) va a manejar su hist¨®rica apertura al Este, Gobierno, instituciones y oposici¨®n remachan estos d¨ªas que la integraci¨®n en Occidente es una prioridad absoluta para este pa¨ªs de poco m¨¢s de cinco millones de habitantes.
"Tenemos billete, incluso de primera, para viajar en el tren de la Uni¨®n Europea, pero se nos cierran sus puertas", se queja el presidente del Parlamento, Ivan Gasparovic, n¨²mero dos del Movimiento por una Eslovaquia Democr¨¢tica (HZDS), partido del primer ministro Meciar y columna vertebral de la coalici¨®n gobernante. El cat¨¢logo de objeciones pol¨ªticas elaborado por la Comisi¨®n Europea es, sin embargo, un largo documento concluyente para la mitad oriental de lo que fue hasta 1993 Checoslovaquia: inestabilidad institucional, Gobierno irrespetuoso con otros ¨®rganos constitucionales, desprecio por el imperio de la ley, dudosa independencia judicial, inadecuado control civil de los servicios secretos, actitudes que van mucho m¨¢s all¨¢ de la confrontaci¨®n pol¨ªtica tal y como se entiende en un sistema democr¨¢tico.
"Los servicios secretos y la irreformada polic¨ªa pol¨ªtica manejan aqu¨ª muchos hilos del poder", se?alan diplom¨¢ticos occidentales en Bratislava. Lo confirma Frantisek Gaulieder, un ex diputado del partido gobernante que, seg¨²n sus propias palabras, particip¨® infructuosamente en el comit¨¦ parlamentario encargado de enderezarlos. "Todo el mundo en Eslovaquia sabe que los servicios participaron en el secuestro del hijo del presidente de la Rep¨²blica", una peripecia cinematogr¨¢fica, ocurrida en 1995 que incluye el asesinato de un testigo clave del caso y todav¨ªa sin explicar oficialmente.
El propio caso Gaulieder es uno m¨¢s entre los que contribuyen al d¨¦ficit democr¨¢tico eslovaco se?alado por Europa y Estados Unidos. El mes pasado, el presidente del Parlamento boicote¨® una reuni¨®n de representantes en protesta por la forma en que el Gobierno est¨¢ manejando el asunto. Gaulieder fue expulsado del legislativo hace un a?o, tras abandonar el partido gobernante, al que pertenec¨ªa desde 1992. El Parlamento, controlado por el HZDS, se ha negado a devolverle su esca?o pese a una sentencia favorable del Tribunal Constitucional. El ex diputado se?ala a este peri¨®dico que "no se respetan la Constituci¨®n ni los derechos humanos; este Gobierno no tiene ning¨²n inter¨¦s por Europa occidental o la OTAN, s¨®lo por el manejo autoritario del poder y de la econom¨ªa. Y lo peor es que Meciar ganar¨¢ las elecciones del a?o que viene si la oposici¨®n funciona como hasta ahora".
Vladimir Meciar -un ex boxeador aficionado, de 55 a?os, recluido desde hace dos semanas en un balneario- parece haber trasladado a la pol¨ªtica su condici¨®n de fajador. Padre de la independencia eslovaca, ha dominado el Estado desde su mismo nacimiento hace cinco a?os, tras la ruptura pactada con Praga, y ha demostrado en las urnas su condici¨®n de "favorito del pueblo". En dos de las tres ocasiones en que ha desempe?ado la jefatura del Gobierno (la del Estado la ostenta Michal Kovac), ha sido desprovisto de ella, pero nunca por el veredicto de los votantes, que parecen apreciar su estilo nacionalpopulista y directo y la intolerancia hacia sus fragmentados oponentes. El instinto pol¨ªtico de Meciar, mantiene un granero electoral en el centro del pa¨ªs del 30% del voto.
La heterog¨¦nea oposici¨®n busca credibilidad y pretende concurrir unida a los comicios generales de 1998, pero carece por el momento de un candidato con el peso suficiente. Agrupada en torno a la centrista Coalici¨®n Democr¨¢tica Eslovaca, formada en agosto, la integran grupos cristianodem¨®cratas, liberales y socialdem¨®cratas que intentan ganarse a los partidos representantes de la minor¨ªa h¨²ngara, depositarios seguros de los votos de esta minor¨ªa de medio mill¨®n de almas enfrentada al primer ministro por lo que considera insuficientes derechos ling¨¹¨ªsticos y educativos. Uno de los l¨ªderes opositores, el exjefe de Gobierno Jozef Moravcik, se?ala que "nuestra debilidad es s¨®lo te¨®rica", y acusa a Vladimir Meciar, de quien fue ministro de Exteriores, de haber construido "un Estado dirigista y autoritario: todo lo contrario de la sociedad civil que pretendemos". Al Gobierno se le siguen ocurriendo nuevas ideas para hacer de Eslovaquia un caso aparte: la ¨²ltima, elevar del 6% al 23% el IVA de peri¨®dicos y revistas con m¨¢s de un determinado,porcentaje publicitario en un pa¨ªs donde precisamente Slovenska Republika, el ¨®rgano del partido dirigente, es casi el ¨²nico diario que carece de publicidad. Editores y periodistas han puesto el grito en el cielo, denunciando el intento final para amordazar a las opiniones contrarias. "Se nos condena incluso por lo que no hemos hecho", se lamenta el jefe del Parlamento. Gasparovic explica que finalmente las publicaciones que van a ver cuadruplicado su IVA ser¨¢n "las que tengan m¨¢s del 50% de su espacio dedicado a publicidad, y eso para intentar combatir la pornograf¨ªa".
El monolitismo informativo electr¨®nico ha sido quebrado en Eslovaquia el a?o pasado por la aparici¨®n de la cadena privada de televisi¨®n Markiza, de capital mayoritariamente estadounidense y favorita de los telespectadores. Una emisora radiof¨®nica independiente, Radio Twist, fue descabalgada de las ondas durante 24 horas el mes pasado porque no hab¨ªa pagado a la compa?¨ªa estatal de telecomunicaciones una factura de 700.000 pesetas. La radio nacional, seg¨²n las malas lenguas, debe unos 2.000 millones y sigue retransmitiendo.
Iv¨¢n Gasparovic dice que en todos los pa¨ªses se dan situaciones del tipo de las que la Comisi¨®n Europea critica en el suyo, y que,en cualquier caso, "Eslovaquia puede resolver sus dificultades por s¨ª misma, sin hacer de ellas un problema para Europa". El vicepresidente del HZDS cree que la imagen negativa de Eslovaquia en el exterior ha sido forjada por una oposici¨®n irrelevante y una prensa intemacional hostil. Y destaca el escrupuloso respeto de la coalici¨®n gobernante -una mezcla clientelista del movimiento de Meciar con un partido de extrema derecha, el Nacionalista Eslovaco, y otro de extrema izquierda, el de los Trabajadores- por los derechos de la minor¨ªa h¨²ngara o la importante cuota de raz¨®n que el Tribunal Internacional de La Haya ha dado a Bratislava en su largo contencioso con Hungr¨ªa por la utilizaci¨®n del Danubio, su frontera com¨²n.
Las relaciones con Budapest, siempre tensas por las cicatrices de una dominaci¨®n que dur¨® hasta 1920, han empeorado de nuevo este oto?o, tras hacerse p¨²blico el contenido de una reuni¨®n en agosto entre los primeros ministros Gyula Horn y Meciar, en la que ¨¦ste sugiri¨® un intercambio voluntario de poblaci¨®n como medio para solucionar el litigio sobre minonas entre ambos pa¨ªses: el tipo de conflictos que provoca sarpullidos en la OTAN.
La pr¨®xima crisis institucional en el horizonte -potencialmente la m¨¢s grave- es la que se?ala el reloj de la plaza de la Libertad. El furibundo antagonismo de Meciar hacia el jefe del Estado -que se remonta al papel de ¨¦ste en la ca¨ªda del segundo Gabinete de Meciar, en 1994- es desde hace tres a?os una de las causas fundamentales de la par¨¢lisis pol¨ªtica eslovaca. El mandato de Michal Kovac, designado por el Parlamento en 1993, acaba en marzo de 1998, y en mayo pasado el Gobierno orden¨® in extremis tachar de la papeleta sobre el refer¨¦ndum de la OTAN una pregunta sobre la elecci¨®n popular, en vez de por el legislativo, del presidente de la Rep¨²blica. La comisi¨®n central encargada de la consulta anul¨® por ello los resultados de un ca¨®tico plebiscito -en el que vot¨® el 10% del censo- que habr¨ªa permitido al jefe del Estado presentarse a la reelecci¨®n. Imposible ahora en un Parlamento de 150 esca?os donde son necesarios 90 votos afirmativos, que tampoco tiene Meciar.
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