La fiscal general despeja el camino de Gore a la presidencia de EE UU
Lo peor ha pasado para Bill Clinton y Al Gore. El presidente no ver¨¢ a¨²n m¨¢s hipotecado el tramo final de su segundo mandato por el acoso de un nuevo fiscal independiente como el que le busca las cosquillas por el asunto Whitewater. El vicepresidente puede contemplar su candidatura del a?o 2000 a la Casa Blanca sin la sombra permanente de una investigaci¨®n sobre su papel en la recaudaci¨®n de fondos para las elecciones de 1996. Se lo deben a la fiscal general, Janet Reno.Reno segu¨ªa siendo objeto ayer de virulentos ataques por parte de la mayor¨ªa republicana en el Congreso, que la acusa de "partidismo" al decidir que no hay razones para que un fiscal independiente siga adelante con la investigaci¨®n sobre las llamadas telef¨®nicas en busca de fondos electorales efectuadas por Clinton y Gore desde la Casa Blanca.
"El pueblo norteamericano", dijo el congresista republicano Dan Burton, "no tiene confianza en que este Departamento de Justicia sea capaz de conducir una investigaci¨®n imparcial sobre el presidente y sus m¨¢s directos colaboradores".
Los republicanos subrayaban que la decisi¨®n de Reno choca con el criterio del director del FBI, Louis Freeh, partidario de mantener el caso abierto.
Reno considera que las llamadas de Clinton para solicitar fondos electorales las hizo desde las estancias privadas de la Casa Blanca, que no pueden ser consideradas oficinas del Gobierno federal. La fiscal general deb¨ªa determinar si la conducta entre 1994 y 1996 del presidente y el vicepresidente viol¨® la ley Pendleton, de 1883, que prohibe el uso de dependencias federales para solicitar o recaudar fondos para las campa?as electorales.
En cuanto al vicepresidente, la fiscal general da por buena su explicaci¨®n de que las llamadas que hizo desde su despacho en la Casa Blanca ten¨ªan como objetivo recaudar dinero para los gastos generales del Partido Dem¨®crata -soft money- y no para los de la campa?a personal de Clinton y Gore para la reelecci¨®n.
El esc¨¢ndalo de la financiaci¨®n irregular de la campa?a pierde mucha fuerza con el carpetazo dado por Reno a las implicaciones del presidente y el vicepresidente. A partir de ahora las investigaciones del Departamento de Justicia y el Congreso se centrar¨¢n en personajes menores, como los ¨¢vidos recaudadores asi¨¢ticos del Partido Dem¨®crata. Pero si no surgen nuevos elementos, Clinton y Gore quedan exculpados.
Los dem¨®cratas contratacaban ayer denunciando que la mayor¨ªa republicana en el Congreso es la fuerza que se opone a cualquier reforma del denostado sistema de financiaci¨®n de la vida pol¨ªtica norteamericana.
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