Trampa mortal a Juli¨¢n Grimau
Franco y sus ministros congelaron un mes un proyecto de ley que habr¨ªa impedido el fusilamiento del dirigente comunista
20 de abril de 1963. El capit¨¢n general de Madrid monta en c¨®lera porque la Guardia Civil se escuda en su reglamento para negarse a participar en el fusilamiento de Juli¨¢n Grimau, miembro del comit¨¦ central del Partido Comunista de Espa?a condenado a muerte en un consejo de guerra que hab¨ªa presidido el coronel del Ej¨¦rcito. Enrique Eymar Fern¨¢ndez, juez militar al frente de la Jurisdicci¨®n Especial de Actividades Extremistas. Los miembros de la Benem¨¦rita son sustituidos por soldados de reemplazo que hacen el servicio militar y son trasladados a un campo de tiro situado en las cercan¨ªas de la prisi¨®n de Carabanchel (Madrid). Casi todos yerran en los disparos y Grimau es rematado con dos tiros de gracia propinados por el oficial de guardia. ?sta es la cr¨®nica de una muerte que no estaba anunciada. A esta puerta del horror lleg¨® de la manera m¨¢s insospechada Juan Jos¨¦ del ?guila Torres (Torremolinos, 53 a?os), que se afili¨® al PCE como respuesta personal e ideol¨®gica a la muerte de Grimau y que fue militante comunista hasta 1985. Este jurista, magistrado de la Sala Segunda de la Audiencia de Sevilla, decidi¨® dedicarle la tesis doctoral a los 14 a?os que estuvo vigente el Tribunal de Orden P¨²blico. En su prolija investigaci¨®n lleg¨® a la conclusi¨®n de que el r¨¦gimen franquista decidi¨® la muerte de Grimau vulnerando su propia legalidad, incurriendo en flagrantes delitos de falsificaci¨®n de documentos y prevaricaci¨®n.Grimau hab¨ªa sido detenido en noviembre de 1962 en una purga masiva de comunistas. En su libro biogr¨¢fico sobre Santiago Carrillo, el ex dirigente comunista Fernando Claud¨ªn, ya fallecido, admite que "el retraso en sacarlo (a Grimau) de Madrid fue fatal". La c¨²pula del PCE ya hab¨ªa dado por concluido el trabajo de Grimau en el interior, pero esa negligencia de sus correligionarios iba a tener tr¨¢gicas consecuencias.
El franquismo necesitaba lavar la imagen del r¨¦gimen porque no era de recibo mantener consejos de guerra en los que dictaban sentencias militares con sable", dice Del ?guila. Los hechos se producen "en uno de esos per¨ªodos en los que se acelera la historia". Huelgas mineras en Asturias, las primeras desde los tiempos de la Rep¨²blica; "contubernio de Munich", y un contexto internacional que con la crisis de los misiles y el clima de guerra fr¨ªa sienta las bases de un anticomunismo que influir¨¢ en la renegociaci¨®n del Tratado firmado en 1953 con Estados Unidos sobre el uso de bases militares americanas en suelo espa?ol. "Y nada mejor para una negociaci¨®n fuerte que cargarse a un comunista".
El autor de la tesis doctoral, que fue v¨ªctima del propio tribunal que investiga, asegura que Carrero Blanco "fue el verdadero mu?idor de esta historia". ?l se encarg¨® de falsificar el acta del Consejo de Ministros para que no hubiera constancia oficial de que el proyecto de creaci¨®n de un Juzgado y un Tribunal de Orden P¨²blico hab¨ªa sido aprobado a primeros de abril -lo cual habr¨ªa supuesto la inmediata paralizaci¨®n del consejo de guerra contra Grimau, celebrado el 19 de dicho mes- y ofreciera la versi¨®n de que dichos ¨®rganos, que mandaban a mejor vida la jurisdicci¨®n militar, fueron aprobados en mayo.
La clave de la trampa la encontr¨® este magistrado en una fuente insospechada. "Empec¨¦ a desarrollar el ovillo en las memorias de Fraga Iribarne". Un libro titulado Memoria breve de una vida p¨²blica, que el presidente de la Xunta e Galicia escribi¨® con la t¨¦cnica del diario. Cuenta Fraga que el 3 de abril de 1963 cen¨® con Mel Ferrer y Audrey Hepburn. Dos d¨ªas despu¨¦s se aprobaba "al fin, el Decreto-Ley creando el Tribunal de Orden P¨²blico, que descarg¨® de la mayor¨ªa de los asuntos a la jurisdicci¨®n militar". El investigador escribi¨® a mano en esa p¨¢gina del libro: "No fue en abril, sino en mayo". La fecha de Fraga no coincid¨ªa con la defendida por la documentaci¨®n oficial, pero el ex ministro de Informaci¨®n y Turismo estaba en lo cierto: no fue en mayo, sino en abril.
Abril y no mayo. Testimonio corroborado en otro libro de memorias por Laureano L¨®pez-Rod¨®, uno de los 36 procuradores designados por Franco para la discusi¨®n del anteproyecto de creaci¨®n del Juzgado y Tribunal de Orden P¨²blico.
Con la complicidad de todo el Consejo de Ministros, Franco decidi¨® congelar la tramitaci¨®n de un proyecto de ley para cargarse a un t¨ªo", afirma Juan Jos¨¦ del ?guila. El autor de la tesis doctoral lamenta que fracasaran los tres intentos por revisar el caso del dirigente comunista, los dos primeros emprendidos en pleno franquismo por su abogado y por su viuda; el m¨¢s reciente, saldado en plena democracia en la Sala Quinta del Tribunal Supremo con el rotundo fracaso de un solitario voto a favor de revisar el caso, el del fiscal Jos¨¦ Jim¨¦nez Villarejo, y la oposici¨®n del resto de tribunos. La Sala indic¨® que el recurso extraordinario de revisi¨®n s¨®lo es posible para supuestos en los que se aporten "nuevos hechos o nuevos elementos de prueba de tal naturaleza que evidencien la inocencia del condenado", lo que, seg¨²n la Sala, no sucede.El magistrado malague?o discrepa de los amigos que le dicen que Grimau "ten¨ªa los d¨ªas contados". "Puede ser", replica, "pero ten¨ªan que haberse inventado otra f¨®rmula, como cuando dijeron que se hab¨ªa tirado por una ventana sin tocar los cristales".
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