Talento y coherencia

EL QUE Guillermo Cabrera Infante ganara ayer el premio de literatura en lengua castellana Miguel de Cervantes de 1997 satisface un triple objetivo. Por una parte, se premia un m¨¢s que demostrado talento literario. De otra, se distingue una actitud c¨ªvica de una extraordinaria coherencia. Por ¨²ltimo, se restablece en alguna medida una cierta justicia hist¨®rico literaria.El talento literario de Cabrera Infante surge esplendorosamente en 1964 al ganar el Premio Biblioteca Breve con su obra Tres tristes tigres, una fascinante recreaci¨®n del mundo nocturno de La Habana, tema que no abandonar¨ªa, pr¨¢cticamente, en toda su obra posterior. El escritor cubano muestra en esta obra todo el virtuosismo del lenguaje y su enorme capacidad l¨²dica. Valga el decir en su honor que est¨¢ a la altura que le corresponde a una ciudad en la que la m¨²sica, la sensualidad, las pasiones y, en definitiva, la condici¨®n humana alcanzan cotas dif¨ªcilmente superables.

Por lo que respecta a la coherencia de su comportamiento c¨ªvico desde que se exili¨® de Cuba en 1965, baste se?alar que 32 a?os m¨¢s tarde sigue dedicado de lleno a su oficio de escritor y cr¨ªtico cinematogr¨¢fico -sin duda, una de sus grandes aportaciones al cine y a la literatura-, por m¨¢s que tuvo numerosas ofertas para encabezar movimientos pol¨ªticos de oposici¨®n al r¨¦gimen castrista que le hubieran reportado, en caso de haberlos aceptado, una situaci¨®n econ¨®mica y social mucho m¨¢s holgada. Su disidencia con el r¨¦gimen cubano se bas¨®, y se basa, exclusivamente en criterios ideol¨®gicos y humanos.

La menci¨®n a la justicia hist¨®rico-literaria que, creemos, restablece el Premio Cervantes al conced¨¦rsele a Guillermo Cabrera Infante se debe a que, habiendo formado parte por derecho propio del llamado boom de la narrativa latinoamericana, no pudo disfrutar de sus grandes ventajas propagand¨ªsticas precisamente por su coherente y consecuente actitud c¨ªvica.

Es tambi¨¦n obligada la cita a Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, cuya elegante retirada de la postulaci¨®n -"ante la imposibilidad material de decirles que s¨ª a todos tom¨¦ la determinaci¨®n desesperada de decirles a todos que no, para estar seguro de no desairar a ninguno"- abri¨® el Cervantes a otros muchos aspirantes de valor. Finalmente, Cabrera, con todos los honores, se alz¨® con un premio al que honra.