"Prefiero que el tiro me lo peguen a m¨ª que a un escolta"
Los compa?eros del concejal de Renter¨ªa le recuerdan como un hombre valiente y sin ambiciones pol¨ªticas
"Prefiero que el tiro me lo peguen a m¨ª que a un escolta". As¨ª zanj¨® Jos¨¦ Luis Caso el pasado s¨¢bado la encendida discusi¨®n que mantuvo con un dirigente del PP que le conmin¨® a aceptar la protecci¨®n que le ofrec¨ªa el partido. No estaba dispuesto, tras casi 20 a?os de militancia activa en Alianza Popular primero y despu¨¦s en el PP, a modificar sus h¨¢bitos, aunque le pusieran dianas con a su nombre en las calles por las que chiquiteaba con los amigos. Nunca se arredr¨® ante las coacciones y, aunque carec¨ªa de ambiciones pol¨ªticas, no puso reparos a presentarse en 1995 como cabeza de lista en Renter¨ªa, la anta?o ciudad sin ley.Jos¨¦ Luis, un hombre "muy campechano y jovial" seg¨²n quienes le conocieron, no se escondi¨® ni cuando a comienzos de los 80 asumi¨® el compromiso de fundar y presidir la primera agrupaci¨®n local de AP en Ir¨²n. Entonces los conservadores estaban en Guip¨²zcoa en las "catacumbas", como sol¨ªa decir Gregorio Ord¨®?ez, asesinado por ETA en 1995.
Caso fue de los primeros en salir a la luz. Hace dos a?os, al hacer las listas para los comicios municipales, lleg¨® el turno de Renter¨ªa y se hizo el silencio. "?Qui¨¦n va a Renter¨ªa?". Nadie en la reuni¨®n de militantes parec¨ªa dispuesto a aceptar, pero Caso sali¨®, con un impetuoso "pues ya voy yo".
Nacido en Comillas (Cantabria), trabaj¨® 30 a?os como calderero en los astilleros Luzuriaga de Pasajes, donde fue candidato independiente en las listas del sindicato ELA hasta su jubilaci¨®n. Pero su retiro s¨®lo era laboral. "Estaba como un ni?o con zapatos nuevos, le hac¨ªa much¨ªsima ilusi¨®n encabezar la candidatura", record¨® ayer Alvaro Moraga, l¨ªder del PP guipuzcoano.
Un hombre de la calle
"Jos¨¦ Luis estaba, convencido de sus ideas y las defend¨ªa con vehemencia", se?ala un concejal donostiarra que puntualiza que Caso no ten¨ªa ning¨²n ¨¢nimo de hacer carrera pol¨ªtica. Su valent¨ªa, rayana en la temeridad, les recuerda a sus compa?eros al propio Ord¨®?ez, que tampoco quiso nunca de escolta. "Era un hombre de la calle, un vecino que acab¨® en el ayuntamiento por lealtad al PP y a sus propias convicciones. No era un pol¨ªtico". El mismo dirigente que el pasado s¨¢bado no logr¨® que aceptara protecci¨®n advierte que "no era un pol¨ªtico, pero ten¨ªa mucho olfato, aunque no supiera reflejarlo en un discurso".El sustituto de Caso, Manuel Zamarre?o, que comparti¨® faena en los astilleros durante 24 a?os, confirma su car¨¢cter impulsivo pero puntualiza que "era tan entusiasta de sus convicciones como generoso con su gente". Ni se le pas¨® por la cabeza protegerse porque no pod¨ªa imaginarse tomando vinos con nosotros y con dos sombras", destaca.
Caso compaginaba el trabajo municipal, con un sueldo de 37.000 pesetas mensuales brutas, con su vida en su barrio humilde de Ir¨²n. Amigo de sus amigos, presum¨ªa que nadie del MLNV hab¨ªa amenazado "cara a cara".
Ocupaba su tiempo libre entre el Consistorio -"era buen currante, sobre todo en temas urban¨ªsticos"-, el callejeo con la cuadrilla y la pesca en el espig¨®n de Hondarribia. No aparentaba sus 64 a?os y fumaba sin cesar mientras discut¨ªa con los amigos en cualquiera de los bares que frecuentaba. "Algunos pensaban que era un fanfarr¨®n porque gesticulaba y hablaba alto, para todos, pero no era as¨ª. S¨®lo era un buen hombre", afirma otro amigo.
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