El aparcamiento porticado

En Chinch¨®n (3.900 habitantes), cuya plaza Mayor fue declarada en 1992 conjunto hist¨®rico-art¨ªstico, hay divisi¨®n de opiniones. Una parte del pueblo est¨¢ a favor de que el recinto m¨¢s emblem¨¢tico de la localidad, su plaza porticada del siglo XVII, haya sido convertido en aparcamiento p¨²blico; la otra, no.En 1992, este espacio urbano fue cerrado al tr¨¢fico. Sin embargo, el Ayuntamiento permite desde hace unos meses que los veh¨ªculos puedan aparcar en la plaza los d¨ªas laborables. Este recinto, junto a todo el casco urbano de la localidad, est¨¢ declarado conjunto hist¨®rico-art¨ªstico. Rosa Nieves Heras, concejal de Cultura, del PP, manifiesta: "Era la ¨²nica soluci¨®n posible para el problema del estacionamiento que afecta al pueblo".

Pero algunos vecinos disienten: "No tiene sentido que dejen aparcar en el lugar m¨¢s emblem¨¢tico de Chinch¨®n para que se beneficien unos comercios. Los que vivimos en la parte alta o tenemos all¨ª un establecimiento no tenemos ning¨²n parking. ?Por qu¨¦ los de la parte baja s¨ª?".

Los problemas de aparcamiento en Chinch¨®n se remontan a hace m¨¢s de una d¨¦cada. Este municipio, con m¨¢s de 40 establecimientos hosteleros, recibe cada fin de semana miles de visitantes. Hasta 1992 permit¨ªa que los coches aparcasen en la plaza Mayor. Sin embargo, ese a?o se pintaron todas las viviendas que rodean este emblem¨¢tico recinto. La Comunidad puso los 110 millones de pesetas necesarios para ejecutar las obras. Pero con una condici¨®n: que los coches no volvieran nunca a entrar.

El problema del aparcamiento se volvi¨® entonces cr¨ªtico. El Ayuntamiento busc¨® varias soluciones: entre ellas, permitir que los veh¨ªculos estacionasen en la plaza de armas del castillo, una edificaci¨®n del siglo XV. La Consejer¨ªa de Cultura, cuando se enter¨®, mont¨® en c¨®lera. Prohibi¨® el aparcamiento en la fortaleza. Pero Chinch¨®n no se rindi¨®. Busc¨® nuevos lugares y pidi¨® dinero a la Comunidad para construir un estacionamiento a las afueras. Se le concedi¨® 25 millones de pesetas para uno de casi un centenar de plazas. Pero las obras a¨²n no han comenzado, y no lo har¨¢n hasta 1998 o 1999.

Rosa Nieves Heras afirma que la apertura al tr¨¢fico de la plaza s¨®lo tiene un fin: que los vecinos puedan acercarse al centro del pueblo en coche y que realicen sus compras. "S¨®lo est¨¢ permitido estacionar unos minutos, hacer las compras y marcharse r¨¢pidamente. La Polic¨ªa Local lo vigila".

Por su parte, la Consejer¨ªa de Cultura manifiesta que no se opone a que se estacionen coches en la plaza de lunes a viernes, ya que entiende los problemas de aparcamiento de este pueblo. "Pero cuando terminen el estacionamiento p¨²blico que van a construir, deber¨¢n dejar otra vez la plaza vac¨ªa. Un monumento as¨ª no puede estar lleno de coches", dice Cultura.