De encuestas y sondeos

En el art¨ªculo de Ram¨®n Cotarelo publicado el pasado d¨ªa 6 (De encuestas y sondeos) se pone de manifiesto que los conocimientos del autor sobre la t¨¦cnica de los sondeos de opini¨®n son, haciendo generoso uso de la cristiana virtud de la benevolencia, rudimentarios. Padece confusiones profundas sobre las formas de recogida de informaci¨®n y el an¨¢lisis de los datos. Contra lo que cree el se?or Cotarelo, las encuestas personalizadas en la calle no son una t¨¦cnica honorable ni habitual; entre una ventaja de 4,6 puntos porcentuales y una de 1, 6 no hay una diferencia del 3%, sino de tres puntos porcentuales, que suponen un 300% en t¨¦rminos relativos; sin embargo, las diferencias "nada desde?ables" entre la encuesta del CIS y la de Demoscopia est¨¢n comprendidas en el intervalo explicado por el error de muestreo y estad¨ªsticamente al menos s¨ª merecer¨ªan alg¨²n desd¨¦n. En fin, en este tema, el se?or Cotarelo toca de o¨ªdo, y no muy fino por cierto, ya que lo que ¨¦l llama "teor¨ªa it's in the bag" se refiere al universalmente denominado efecto bandwagon.Pero no son las debilidades cognitivas del se?or Cotarelo (en este campo, se entiende: en su dominio profesional, que no es ¨¦ste, seguro que es un sabio inobjetable) las que motivan esta carta. Ense?ar al que no sabe es una obra de misericordia, pero no una obligaci¨®n profesional de quienes nos dedicamos a este oficio. A partir de esas debilidades, el se?or Cotarelo, preocupado por "los aspectos morales y pol¨ªticos de la empresa (de opini¨®n)", desliza su sospecha de que los prejuicios ideol¨®gicos de los que dirigimos alguna empresa (en general) y, puesto que ¨¦se es el ejemplo que utiliza, Demoscopia en particular, nos llevan a interpretaciones interesadas y err¨®neas de los datos de las encuestas.

Que no se preocupe. La primera norma deontol¨®gica que respetamos es la de facilitar con veracidad la informaci¨®n que obtenemos y, en su caso, interpretarla con la m¨¢xima honestidad y el m¨ªnimo prejuicio. Cree el se?or Cotarelo que "nos equivocamos" contra el PSOE. Si se hubiera tomado el trabajo de ver los antecedentes, se habr¨ªa dado cuenta de que, a lo largo de estos a?os, nos hemos "equivocado" (siempre en la relativa medida en que se puede emplear ese verbo) m¨¢s veces "a favor" del PSOE que en su contra. En la m¨¢s reciente ocasi¨®n (elecciones gallegas, unas semanas atr¨¢s), nuestra ¨²nica y peque?a desviaci¨®n respecto al resultado real se produjo "a favor" del PSOE y en contra del BNG. Incluso en la serie de los ¨²ltimos bar¨®metros (en los que no hacemos ninguna suerte de estimaci¨®n de resultado electoral, sino tan s¨®lo una presentaci¨®n de los datos brutos de intenci¨®n de voto, advirtiendo siempre sobre la limitaci¨®n de su valor predictivo) hay m¨¢s veces en que el PSOE aparece por delante del PP que a la inversa.

Creo que el exceso de pasi¨®n (incluso de pasi¨®n pol¨ªtica) perjudica seriamente la salud intelectual de quien lo padece. Por mi parte y la de mis colaboradores, en Demoscopia procuramos que no ya el exceso, sino la pasi¨®n misma, est¨¦n lo m¨¢s lejos posible de nosotros cuando nos ponernos a escribir para nuestros clientes. El se?or Cotarelo no lo ve as¨ª, pero me temo que el problema, en este caso, puede estar m¨¢s en el observador que en objeto observado.- Presidente de Demoscopia.