Nueva victoria socialista en las elecciones municipales de Portugal

Los socialistas lusos consolidaron su hegemon¨ªa pol¨ªtica en Portugal al obtener una clara victoria en las elecciones municipales celebradas ayer. El coordinador de la campa?a socialista y secretario de Estado adjunto al primer ministro, Ant¨®nio Jos¨¦ Seguro, calific¨® de "hist¨®rico" este resultado, puesto que "ning¨²n Gobierno venci¨® en las municipales a mitad de legislatura". Joao Soares, hijo del ex presidente de la Rep¨²blica, y Fernando Gomes ganaron las alcald¨ªas de Lisboa y Oporto, respectivamente, por mayor¨ªa absoluta.

Los socialistas moderados que lidera el primer ministro, Antonio Guterres, conservan el control de los ayuntamientos en las principales ciudades, mientras el primer partido de la oposici¨®n, el liberal-conservador PSD (Partido Social Dem¨®crata), sufre un ligero descenso con respecto a los ¨²ltimos comicios locales, seg¨²n los primeros datos oficiales. El l¨ªder del sector cr¨ªtico del PSD, Pedro Santana Lopes, arrebat¨® a los socialistas con una aplastante mayor¨ªa su tradicional feudo de Figueira da Foz, al norte del pa¨ªs. Los comunistas reconocen un retroceso considerable, aunque mantienen la mayor¨ªa de sus tradicionales feudos en la periferia de Lisboa y la regi¨®n del Alentejo.Al cierre de esta edici¨®n y con el 30% de los votos escrutados, el PS obten¨ªa un 39,9% de los sufragios, el PSD un 32,9%, la coalici¨®n comunista CDU un 12% y los democristianos del PP un 6%. Los socialistas consiguieron en las pasadas municipales de 1993 un 36% de los votos, frente a un 33,7% de los socialdem¨®cratas, mientras aumentaron de forma ostensible sus diferencias en las legislativas de 1995 con un 43,7% de los votos frente al 34% del primer partido de la oposici¨®n.

Los socialistas revalidan as¨ª su control en las principales ciudades y consideran este triunfo como un inequ¨ªvoco respaldo a la gesti¨®n al frente del pa¨ªs durante estos dos a?os de gobierno. La victoria socialista en los centros de poder local, unas instituciones firmemente arraigadas frente a un Estado centralista y excesivamente burocratizado, puede facilitar el camino del Gobierno hacia su prometida y pol¨¦mica divisi¨®n regional del pa¨ªs. El atraso de todos los distritos alejados de los centros urbanos, una herencia a¨²n pendiente de la dictadura salazarista, provoc¨® la iniciativa socialista para descentralizar el poder, cuyo proyecto de ley ha sido recientemente devuelto al Parlamento por el Tribunal Constitucional.

Antes de estas elecciones, el primer ministro, Antonio Guterres, anunci¨® que un triunfo socialista ser¨ªa "un resultado hist¨®rico, puesto que ning¨²n Gobierno venci¨® en las municipales a mitad de legislatura y supondr¨ªa todo un r¨¦cord: la victoria en cinco elecciones consecutivas". Esta victoria despeja las dudas sobre la posible convocatoria de elecciones anticipadas y confirma la estabilidad pol¨ªtica de Portugal, ante su pr¨®xima cita con la moneda ¨²nica europea, objetivo prioritario de Antonio Guterres desde su llegada al poder en octubre de 1995. El socialista Joao Soares, en coalici¨®n con los comunistas, obtuvo una aplastante victoria en el Ayuntamiento de Lisboa, mientras su correligionario en Oporto, Fernando Gomes, Venci¨® por una arrolladora mayor¨ªa absoluta a su adversario conservador, el general en la reserva Carlos Azeredo, de 67 a?os. El controvertido militar lleg¨® a cuestionar el holocausto nazi y acus¨® a los gobernantes portugueses de "doblar el espinazo" al aceptar "la fiscalizaci¨®n de sus reservas de oro sin toser ni bramar". Por primera vez en la reciente historia de Portugal, los inmigrantes residentes en el pa¨ªs pudieron votar a sus representantes municipales.