La partida del mill¨®n

Los dos finalistas estaban muy nerviosos. Les temblaban las manos al poner las fichas sobre el tablero. Estaban jugando la partida m¨¢s dif¨ªcil de su vida, y posiblemente una de las m¨¢s caras que se hayan jugado. Ninguno quer¨ªa perder. El ganador se llevaba un mill¨®n de pesetas y el prestigio de proclamarse el primer campe¨®n del mundo de scrabbIe en castellano. El segundo, 300.000 pesetas. La final era al mejor de tres partidas e iban empate a uno; jugaban la decisiva. El marcador estaba bastante igualado. Joan Ram¨®n Manchado, de 30 a?os y t¨¦cnico de c¨¢maras en televisi¨®n, le sacaba unos pocos puntos a Josep Maria Mart¨ª, de 32 a?os y profesor de matem¨¢ticas. Pero Manchado tuvo un golpe de suerte y dio un vuelco a la partida: lig¨® todas sus fichas para componer la palabra "inodoros". As¨ª hizo un scrabbIe y sum¨® m¨¢s de 100 puntos de una sola vez. Se hab¨ªa asegurado el triunfo en la partida y el campeonato del mundo.?se fue el brillante colof¨®n del primer campeonato del mundo de scrabble en castellano, que se ha celebrado durante este fin de semana en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid. A la prueba han acudido 32 jugadores procedentes de pa¨ªses de habla hispana, como Argentina, Colombia, Panam¨¢, Chile, Uruguay y hasta de Estados Unidos. Unas 300 personas han presenciado las 224 partidas del campeonato, que han dejado sobre el tablero m¨¢s de 3.500 palabras.

El scrabble es un juego de tablero en el que participan dos o cuatro personas. Consiste en sacar siete letras de una bolsita sin mirar y enlazarlas sobre el tablero para formar palabras. Las casillas tienen diferente puntuaci¨®n. El juego se acaba cuando no quedan fichas en la bolsita. Cada jugador tiene un m¨¢ximo de dos minutos por tirada. En ese tiempo debe elegir entre las distintas palabras que pueda formar, la que m¨¢s puntos le d¨¦. Si no puede formar palabra alguna, tendr¨¢ que descartarse de las fichas y cambiarlas por otras. A cambio perder¨¢ su turno. El truco para ganar, seg¨²n Manchado, es "meter las letras en las casillas m¨¢s caras". Pero los aficionados coinciden en se?alar que influyen a partes iguales la suerte, el conocimiento del l¨¦xico y la estrategia en el juego.

L¨¦xico fue precisamente el primer nombre de este juego. Un arquitecto de Nueva York, Alfred Butts, fue su inventor. Fue en plena depresi¨®n econ¨®mica norteamericana, durante los a?os treinta. Butts estaba en paro y emple¨® sus horas muertas en elaborar el juego para darle una salida comercial. No tuvo ¨¦xito. Fue 20 a?os m¨¢s tarde cuando el propietario de unos grandes almacenes de la Gran Manzana, Jack Strauss, que jug¨® al scrabble en sus vacaciones, comercializ¨® el juego y dispar¨® las ventas.