i Ver para creer!

?Ver para creer! El juez de plaza y matador retirado Jos¨¦ Luis V¨¢zquez hizo caso a las galer¨ªas y concedi¨® el indulto al tercer sobrero de regalo, pero Leonardo Ben¨ªtez no oy¨® el clar¨ªn y mat¨® al toro. En cambio, cuando la afici¨®n pidi¨® clamorosamente la oreja del sobrero que regal¨® Armillita, el us¨ªa no se dio por enterado. Fue con este astado donde el diestro de Aguascalientes mostr¨® el virtuosismo de su toreo, despu¨¦s de que con socarroner¨ªa s¨®lo zapatille¨® y dio mantazos a sus bureles anteriores.Valientemente, Armillita salud¨® de hinojos al bravo y emotivo Luna Nueva con una larga cambiada, poco frecuente en su estilo. Con aguante, temple y mando, le lig¨® tandas de redondos y naturales que remat¨® con el pase del desd¨¦n que, en su ejecuci¨®n, adquiere un toque genial.

Los trasteos de Manuel Caballero a los bravos segundo y quinto se caracterizaron por su valor. Destacaron en su primero unas bellas dosantinas en redondo que abrochaba con un lucido cambio de mano por delante y, en su segundo, la personal forma de bajar la mano y correrla con suavidad. En el sobrero que regal¨® se jug¨® la vida pues el morlaco desarroll¨® sentido y el peligro era constante.

Leonardo Ben¨ªtez tuvo la suerte de que el sobrero que regal¨® fue a m¨¢s y termin¨® convertido en una incansable carretilla. Despu¨¦s de un original quite, a punta de capote y un irregular pareo, hizo una faena en la que al final le dio la distancia correcta a la res e, inspirado, dibuj¨® el natural en varias series. El rabo que ben¨¦volamente le otorg¨® el juez es el n¨²mero 109 en la historia del coso. Con el revoltoso tercero y el parado sexto, el venezolano se esforz¨® pero se vio sin sitio.

Gerardo Trueba, excelente jinete, tuvo una mala actuaci¨®n y con el rej¨®n de muerte mech¨® al bravo burel. El festejo dur¨® cuatro horas y 15 minutos.