Beethoven, seg¨²n Sawallisch
Dos sinfon¨ªas y una infrecuente obertura de Beethoven suponen siempre una llamada al gran p¨²blico. Sobre todo si los int¨¦rpretes tienen el prestigio y el cartel de la Orquesta de Par¨ªs y el maestro Wolfgang Sawallisch. Pero a veces, dado el actual sistema de trabajo de las grandes orquestas con largas y asiduas giras, lo que prometen los nombres no lo otorgan los resultados.?ste fue el caso del ¨²ltimo concierto de Pro-M¨²sica. Ni la obertura El rey Esteban, ni las sinfon¨ªas s¨¦ptima y octava alcanzaron la plenitud correspondiente a los ilustres visitantes. Sawallisch imprimi¨®, por supuesto, gran energ¨ªa a los pentagramas beethovenianos de tanta potencia interior y tan calculado desarrollo; sin embargo, todo qued¨® un tanto abrupto y a veces tocado de incomprensibles imperfecciones como ciertos ataques faltos de simultaneidad. Por las razones que sean, asistimos a una ejecuci¨®n en la que la energ¨ªa vital se trocaba inusitada violencia y hasta en el l¨ªrico allegretto scherzando, en el que el compositor retom¨® un canon para cuarteto vocal dedicado a Maelzel, inventor del metr¨®nomo, faltaron levedad, gracia y cierta dosis de iron¨ªa.
Cielo Pro-M¨²sica
Orquesta de Par¨ªs. Director: W. Sawallisch. Auditorio Nacional. Madrid, 15 de diciembre.
La obertura para El rey Esteban, sobre la pieza dram¨¢tica de Kotzebue, es una p¨¢gina curiosa y ocasional en la que se suceden pasajes netamente beethovenianos y otros que casi recuerdan a Rossini. Todo fue mejor en la S¨¦ptima sinfon¨ªa, por el planteamiento, la seguridad y el impulso continuado, aunque el exceso de violencia y la excitaci¨®n de los tiempos prestasen claridad a soluciones casi diab¨®licas, como las del primer allegro, o hicieran del ¨²ltimo -allegro con br¨ªo- verdadero v¨¦rtice m¨¢s explotador de las intenciones ocultas que detallista en la realidad de las notas. Por lo dem¨¢s, es frecuente que Sawallisch acent¨²e el rigor de la marcha y el cuidado de la estructura mientras congela un tanto la expresividad, cosa que qued¨® patente en el allegretto. El p¨²blico aplaudi¨® especialmente al Final de la Sinfon¨ªa en la.
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