Misteriosa desaparici¨®n en M¨¦xico de un destacado pol¨ªtico del PRI
La desaparici¨®n de Fernando Guti¨¦rrez Barrios, ex ministro del Interior de M¨¦xico y una de las figuras m¨¢s prominentes del sistema, est¨¢ provocando serias preocupaciones en c¨ªrculos pol¨ªticos a medida que la hip¨®tesis del secuestro cobra consistencia. Seg¨²n sus ayudantes, Guti¨¦rrez Barrios, de 70 a?os, est¨¢ de viaje en el extranjero. Sin embargo, varios medios de comunicaci¨®n aseguran que el que fuera cerebro de la seguridad del Estado fue secuestrado por un comando armado la pasada semana.
El hecho de que el propio interesado no haya dado hasta ahora se?ales de vida ha apuntalado esta versi¨®n, que por lo dem¨¢s ofrece detalles cada vez m¨¢s precisos: el martes 9, un grupo de ocho hombres intercept¨® a Guti¨¦rrez Barrios a las puertas de un restaurante situado al sur de la capital. La operaci¨®n fue muy profesional. Tras lanzar una r¨¢faga al aire, los asaltantes rociaron con gases a los cuatro escoltas del pol¨ªtico, al que sometieron sin violencia. La presencia de Guti¨¦rrez Barrios en el restaurante ha sido confirmada por empleados del local.Desde entonces, su familia mantiene total hermetismo, mientras sus ayudantes repiten que su jefe "est¨¢ de viaje" y que "goza de buena salud". Algunos funcionarios de inteligencia han confirmado extraoficialmente el secuestro.
Que algo extra?o sucede qued¨® demostrado el martes por la tarde, cuando un nutrido grupo de periodistas fue convocado a una supuesta conferencia de prensa del pol¨ªtico. Guti¨¦rrez Barrios nunca apareci¨®. Su secretario particular asegur¨® que todo hab¨ªa sido una confusi¨®n, y que "Don Fernando" no acudir¨ªa a la oficina, pero que se encontraba perfectamente.
Seg¨²n una emisora de radio, los captores han pedido un rescate de 10 millones de d¨®lares (unos 1.500 millones de pesetas). Sin embargo fuentes de Interior consideran que el ¨²nico m¨®vil que podr¨ªa haber detr¨¢s del secuestro es pol¨ªtico.
Guti¨¦rrez Barrios es uno de los personajes claves del sistema. Desde su entrada en la polic¨ªa pol¨ªtica, en 1952, hasta su nombramiento como ministro del Interior, en 1988, toda su carrera se desarroll¨® en los cuerpos de la: seguridad del Estado. Su personalidad. encarna las paradojas del r¨¦gimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI): fue el art¨ªfice de la brutal represi¨®n de los grupos de guerrilla y de la izquierda radical en los a?os setenta, cuando se estren¨® en M¨¦xico la pr¨¢ctica de las desapariciones pol¨ªticas. Es apreciado y odiado a partes iguales. Pero sobre todo es temido: en sus manos est¨¢ el archivo de la vida pol¨ªtica nacional de los ¨²ltimos treinta a?os.
Otros comentaristas destacaban ayer la coincidencia temporal entre la desaparici¨®n de Guti¨¦rrez Barrios y otro importante episodio: la liberaci¨®n de Joaqu¨ªn Hern¨¢ndez Galicia, alias La Quina, un poderoso l¨ªder del sindicato petrolero, conocido por sus pr¨¢cticas mafiosas y encarcelado en 1989 bajo una dudosa acusaci¨®n de acopio de armas y asesinato.
La captura de La Quina, que hoy tiene 70 a?os, se present¨® entonces como un golpe del reci¨¦n elegido presidente, Carlos Salinas, contra la corrupci¨®n sindical. Que el dirigente petrolero actuaba como un mafioso era de sobra conocido. Sin embargo el fondo de su detenci¨®n era pol¨ªtico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.