¡°En 40 a?os s¨®lo me ha dado palizas y sinsabores¡±
Ana Orantes hab¨ªa denunciado en el programa de Canal Sur De tarde en tarde las continuas palizas que le propinaba su ex marido. Este es un resumen de la entrevista que le hizo Irma Soriano el 4 de diciembre y que desencaden¨® el tr¨¢gico final.
Pregunta. Ana, se cas¨® con s¨®lo 19 a?os. Cu¨¦ntenos c¨®mo conoci¨® al que ser¨ªa su marido.
Respuesta. Le conoc¨ª en un Corpus. Yo fui a un baile con una vecina y fue bailando como nos hicimos novios. Yo quer¨ªa darle coraje a un novio que hab¨ªa tenido, por eso nos hicimos novios.
P. Y s¨®lo tres meses despu¨¦s de conocerse, usted decide casarse con ¨¦l. Imagino que sus padres lo pasar¨ªan muy mal.
R. Mi padre lloraba como un ni?o, porque yo me fui de casa s¨®lo tres meses despu¨¦s de conocerle. Le dijo a mi marido: "Te llevas el sol de casa". Yo me fui casa de mis suegros, nos echaron las bendiciones y nos casamos.
P. Cu¨¦ntenos qu¨¦ ocurri¨® el d¨ªa en que ¨¦l le peg¨® por primera vez, a los tres meses de casados.
R. Mis, suegros ten¨ªan por costumbre pagar a una mujer para lavarles la ropa y que la tendieran, porque ellos no ten¨ªan patio en la casa. Yo no pod¨ªa hacer lo mismo, porque el jornal de mi marido no daba para tanto. Mi madre me dijo que le llevara las s¨¢banas a su casa, para que las tendiera. Ese d¨ªa yo iba a casa de mi padre para ese tema de las s¨¢banas. Se lo dije a mi suegro, tambi¨¦n a mi marido, y me fui. La casa de mimadre estaba lejos, a media hora andando. Al regresar me encontr¨¦a mi suegro solo. Mi marido estaba en el taller. Me acerqu¨¦ para decirle que ya estaba all¨ª, y s¨®lo por decir eso me peg¨®.
P. Su suegro se enter¨®. ?Qu¨¦ ocurri¨®?
R. Mi suegro se enter¨® porque yo di un grito muy grande, porque no me lo esperaba. El me pregunt¨® qu¨¦ hab¨ªa pasado. Se lo cont¨¦. Se fue en busca de mi marido y le peg¨®.
P. ?Su suegra fue tan comprensiva?
R. Todo lo contrario. Mi suegra lleg¨® de una matanza a la que hab¨ªa ido. Cuando se enter¨® de lo que hab¨ªa pasado, le dijo a mi suegro que lo que hiciera mi marido era cosa nuestra, y que ¨¦l no se ten¨ªa que meter, me diera un beso o me pegara.
P. Ana, ?qu¨¦ hac¨ªa ¨¦l despu¨¦s de trabajar?
R. Se pasaba toda la tarde bebiendo y jugando a las cartas, que siempre le ha gustado mucho. Cuando llegaba a casa siempre encontraba un motivo de discusi¨®n. Si estaba la comida fr¨ªa, porque estaba fr¨ªa; si estaba caliente, porque estaba caliente. La cuesti¨®n era pegarme. A veces me sentaba en una silla y me daba con un palo, hasta que yo ten¨ªa quedarle la raz¨®n, porque no pod¨ªa m¨¢s.
P. ?No le, denunciaba por los malos tratos?
R. Al principio yo no le denunciaba, porque en aquella ¨¦poca no se hac¨ªa. Luego, al final, s¨ª, pero la verdad es que no me serv¨ªa de mucho. Lo que me dicen es que ¨¦sas son peleas normales en la familia. Y ¨¦l lo ¨²nico que hace es amenazarme con que un d¨ªa me tiene que matar.
P. Ana, ?c¨®mo andaban de dinero?
R. As¨ª, as¨ª. ?l me daba el dinero, pero yo siempre ten¨ªa que tenerle por delante su botella o sus dos botellas a la hora de comer. Y por la ma?ana temprano, el co?¨¢, porque si no tambi¨¦n me pegaba. Si hab¨ªa un huevo, era para ¨¦l. ?l siempre era el primero, el segundo y el tercero. Lo que sobrara era para los ni?os.
P. Al parecer, sus hijos estaban presentes durante las agresiones, e incluso ellos tambi¨¦n han recibido malos tratos.
R. S¨ª, mi ex marido les ha echado de casa. A uno, con 16 a?os, le hac¨ªa la vida imposible: les pegaba por llegar media hora tarde, y les fastidiaba hasta que se iban de casa. La verdad es que son unos ni?os modelo, buen¨ªsimos, a pesar de lo que los pobres han visto en mi casa.
P. Una de sus hijas se cas¨® con s¨®lo 14 a?os. ?Por qu¨¦?
R. Porque ¨¦l quiso abusar de ella. Yo no quer¨ªa que mi hija se casara tan pronto, le dec¨ªa que aguantara, pero ella insisti¨®, y finalmente se cas¨®..
P. ?Qu¨¦ fue lo que le anim¨® a pedir el divorcio, hace poco m¨¢s de un a?o?
R. Pues en una de las discusiones me cogi¨® por el cuello para ahogarme, y yo ya dije que estaba harta y que no iba a echar m¨¢s hijos de casa. As¨ª que ped¨ª el divorcio, y me lo concedieron. Como tenemos una casa de dos plantas, para mi se qued¨® la de arriba, y para ¨¦l la de abajo. No hac¨ªa m¨¢s que amenazarme. Luego conoci¨® a otra mujer y se fue.
P. Pero ¨¦l, de, cuando en cuando, vuelve a la casa.
R. S¨ª, yo me pongo a temblar cuando ladra el perro que tenemos, porque sabemos que viene ¨¦l. Yo cierro las puertas, y todav¨ªa me tiemblan las piernas cuando va por all¨ª.
P. Ha estado casada 40 a?os. ?Qu¨¦ ha sido usted para ¨¦l?
R. Absolutamente nada. Nunca he sido nada para ¨¦l, ni me ha querido. S¨®lo me ha dado palizas y sinsabores.
P. Despu¨¦s de todo lo que ha pasado, usted comenta que no tiene ilusi¨®n por nada.
R. Ahora llegan las navidades y no tengo ilusi¨®n por la vida. Estoy como enterrada en vida, y s¨®lo quiero llorar. Yo le pregunto al Se?or por qu¨¦ he tenido que dar con este hombre.
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