El colista deja al Rayo sin liderato

El Rayo perdi¨® el liderato en Valencia ante el colista Levante, que obtuvo su primera victoria de los ¨²ltimos dos meses. Claro que el conjunto de Ortuondo no se top¨® con el Levante que se arrastraba por la categor¨ªa, sino con un equipo fresco, plagado de nuevos jugadores y espoleado por su afici¨®n, que llen¨® el Nou Estadi por primera vez en la temporada. A lo que sin duda ayud¨® que, la entrada era gratis.Con este resultuado, el Levante abandona la ¨²ltima plaza, que pasa a ser propiedad del Logro?¨¦s. Su rival de ayer, el temido Rayo, ofreci¨® una imagen muy discreta: s¨®lido atr¨¢s, pero sin chispa arriba, donde On¨¦simo e Iv¨¢n Rosado no desbordaron nunca a la zaga local. Al Rayo le falt¨® juego. Nunca dio la impresi¨®n de poder derribar la consistente defensa azulgrana; tampoco pas¨® excesivos apuros. El gol lleg¨® en una jugada a bal¨®n parado cuando el partido se estaba enfriando. El defensa Sandro cabece¨® un saque de esquina lanzado por uno de los nuevos fichajes, el brasile?o Ricardo Lima, uno de los jugadores m¨¢s destacados del partido.

Faltaban veinte minutos para el Final y el grupo madrile?o fue incapaz de reaccionar. El Rayo no cumpli¨® las expectativas en el Nou Estadi. Pr¨¢cticamente, no tuvo ocasiones. Sus acciones ofensivas fueron muy t¨ªmidas. On¨¦simo se enganch¨® la pelota a la bota, pero no cre¨® peligro

pas¨® inadvertido. El juego del Rayo fue demasiado espeso.

Se vio un l¨ªder endeble que dio la impresi¨®n de conformarse con el empate. El Levante, por su parte, se reencontr¨® con la victoria. Los azulgrana han cambiado totalmente su aspecto. Nada menos que siete nuevos jugadores integraron el grupo titular. La presencia en el equipo del brasile?o Ricardo Lima, un centrocampista de corte defensivo" aunque con capacidad para asumir el mando del colectivo, aport¨® frescura al juego del Levante. El citado Lima, junto a Su¨¢rez, ganaron la partida al centro del campo del Rayo, que no tuvo, recursos para adue?arse del encuentro. Agazapado en su campo, y sin apenas criterio, el Rayo se agarr¨® a la habilidad de On¨¦simo y la velocidad de Iv¨¢n Rosado. En vano.