Marisa Paredes rueda en Francia una s¨¢tira social entre burgueses
Comparte cartel con Jean Rochefort
El director Alain Guesnier, un experimentado profesional de la televisi¨®n y la producci¨®n, ha elegido como protagonistas de su nuevo filme a Marisa Paredes y Jean Rochefort. Ambos ruedan Le serpent a mang¨¦ la grenouille, en las afueras de Par¨ªs, en la que fuera la mansi¨®n del modisto Paul Poiret. La pelicula es una coproducci¨®n, con un 20% espa?ol aportado por El Deseo, la productora de Pedro Almod¨®var.
A 40 kil¨®metros de Par¨ªs, en lo alto de la colina de Mezy, encontramos una gigantesca mansi¨®n racionalista levantada mediados los a?os veinte por Robert Mallet-Stevens para el modisto Paul Poiret. ?ste, con la crisis de la alta costura subsiguiente al crack del 29, se la vendi¨® a Elvire Popesco, una de las reinas del teatro franc¨¦s anterior a la II Guerra Mundial, que se encerr¨® en la casa como Gloria Swanson en la suya de Sunset Boulevard. Ahora, rodeada de un muro de falso hormig¨®n la casa acoge a otros actores, a Marisa Paredes y Jean Rochef¨®rt."Somos un matrimonio de paranoicos depresivos", dice Rochefort, mientras que para la actriz espa?ola, m¨¢s all¨¢ de la clasificaci¨®n m¨¦dica, cuenta el orden social: "Son aut¨¦nticos burgueses. ?l es un hombre de negocios, se supone que una de las primeras fortunas de Francia, y yo soy una se?ora, de origen espa?ol, una de esas mujeres con collar de perlas, siempre bien vestida y cuidadosa con las apariencias".
La acci¨®n arranca diez a?os atr¨¢s, en el momento en que la pareja vive una tragedia relacionada con su ¨²nico hijo. "En ese instante yo tengo un arranque de furia y mato todas las serpientes que ten¨ªamos en el vivarium", cuenta Rochefort. "Para ¨¦l, luego todo consiste en refugiarse en el trabajo, pero yo me quedo sola en casa con el servicio", dice la actriz. "De ah¨ª que haya un momento, cuando el jard¨ªn ya parece muy descuidado y aparecen fisuras en las paredes, en que yo ponga, un anuncio en el peri¨®dico reclamando otra persona para ayudar a mantener el lugar".
Quien llega es un bret¨®n de color, un joven que no tardar¨¢ en meterse en a cama con la se?ora y aprender todos los trucos financieros del se?or. "Es una versi¨®n en clave de s¨¢tira social de Teorema. A m¨ª me decidi¨® a aceptar la oferta la lectura del gui¨®n y el reto que supon¨ªa para m¨ª rodar una protagonista en franc¨¦s". Jean Rochefort se atreve a hacer una definici¨®n sugerente de, la obra: "Es un objeto audiovisual inesperado, una suma de Marivaux y Tennessee Williams".
La producci¨®n del filme corre a cargo de Agata Films, una sociedad fundada por siete autores. "La ¨²nica l¨ªnea que nos hemos fijado es no realizar cine de encargo, sino obras personales. La productora se ha hecho un nombre realizando productos culturales para Arte, sobre todo en materia de danza y teatro. En este caso nos hemos embarcado en una coproducci¨®n, con un 20% espa?ol aportado por El Deseo y otro 10% que viene de Luxemburgo", explica el productor ejecutivo.
Marisa Paredes se ha incorporado a este rodaje parisiense procedente de Roma, donde hab¨ªa terminado una comedia con Roberto Beningni. "Es algo nuevo en su filmograf¨ªa, porque tiene otro tono, m¨¢s dram¨¢tico. Sucede en la Italia de finales de los a?os treinta y principios de los cuarenta, cuando el fascismo se ve obligado a dar satisfacci¨®n al nazismo en la persecuci¨®n antisemita. Yo hago de arist¨®crata intolerante". Cuando acabe este primer filme franc¨¦s, Marisa Paredes se dispone a embarcarse en otra aventura internacional, en un filme en ingl¨¦s. Rochefort, que ya hab¨ªa trabajado con la actriz espa?ola en Ca¨ªdos del cielo y dice esperar hacerlo de nuevo, "porque somos el matrimonio europeo ideal", tiena ya hechas las maletas para irse a Argentina. "Voy a rodar con ?ngela Molina en la Patagonia. Encarno a una vieja gloria, a un actor olvidado, que llega un d¨ªa a un pueblecito argentino, aislado del resto del mundo, y descubre que all¨ª es a¨²n una gran estrella pero que lo es de manera inesperada. El proyeccionista es un loco que lo corta todo y lo remonta a su manera, de manera que ¨¦l ha pasado a ser el s¨ªmbolo de un cine po¨¦tico, en que las frases no tienen un sentido realista", cuenta un entusiasta Rochefort, que baila o canta ¨®pera para escapar al fr¨ªo de la colina de Mezy, a un interior sin calefacci¨®n.
"Parece que cubro un tipo de mujer que no abunda en el cine franc¨¦s", confiesa un poco esc¨¦ptica pero divertida la actriz. Para el productor, eso est¨¢ muy claro: "S¨®lo Catherine Deneuve puede dar una imagen parecida a la de Marisa, pero aqu¨ª tiene el inconveniente de que es demasiado estrella, demasiado conocida". Esa puerta europea se la han abierto las pel¨ªculas de Almod¨®var. "Eso es indiscutible", ratifica ella, porque ha sido gracias a La flor de mi secreto y Tacones lejanos que otros cineastas se han fijado en m¨ª". Al margen de eso, Guesnier, Ra¨²l R¨²iz u otros cineastas radicados en Par¨ªs que reclaman a Marisa Paredes lo hacen tambi¨¦n porque en, ella encuentran una complicidad y atrevimiento que no es frecuente en otras actrices de su categor¨ªa.
Babelia
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