Yeltsin sale del hospital antes de lo recomendado por sus m¨¦dicos para devolver la calma al pa¨ªs
Bor¨ªs Yeltsin ha llegado a la conclusi¨®n de que la situaci¨®n es demasiado delicada en Rusia como para a?adirle el factor de inestabilidad que supone el internamiento de su presidente en un sanatorio. Por eso, haciendo caso omiso de sus m¨¦dicos, decidi¨® ayer que hoy se ir¨¢ de Barvija y volver¨¢ al trabajo. En contra de lo ocurrido d¨ªas antes, sus asesores lo confirmaron. Lo que parece improbable es que viaje a Chechenia en enero como hab¨ªa prometido.
"Ma?ana volver¨¦ al Kremlin y al trabajo. No quedan restos de la enfermedad", asegur¨® Yeltsin poco antes de reunirse en el sanatorio con el primer ministro, V¨ªktor Chernomirdin. Este optimismo contrasta con los rumores y noticias sin confirmar atribuidas al entorno m¨¦dico o pol¨ªtico del presidente que han circulado en los ¨²ltimos d¨ªas. Problemas cardiacos, apoplej¨ªa, arterioesclerosis y demencia senil son algunas de las dolencias achacadas a Yeltsin y desmentidas con la cantinela de que todo ha sido una "aguda infecci¨®n viral respiratoria" producto de un "resfriado".Yeltsin intentar¨¢ celebrar esta semana la mesa redonda con las fuerzas pol¨ªticas y sociales, tranquilizar a unos mercados financieros que ya han dado muestras del nerviosismo, asegurarse de que se cumple su promesa de que se pagar¨¢n antes de fin de a?o los atrasos salariales a millones de empleados p¨²blicos y meter en cintura a una Duma que ha aprovechado su ausencia para volver a retrasar el debate del presupuesto. Una vez que lo consiga, o incluso antes, se tomar¨¢ unas "vacaciones" que ser¨¢ dif¨ªcil que nadie considere como algo diferente a una convalecencia.
A los dolores que asaltan estos d¨ªas la no muy en forma cabeza de Yeltsin (protagonista de sonados dislates antes de su internamiento) se vino a unir ayer con especial intensidad el del conflicto checheno. Los ataques de uno o varios comandos procedentes de la rebelde rep¨²blica cauc¨¢sica contra puestos militares rusos en Daguest¨¢n muestran que a¨²n no se dan las condiciones de seguridad necesarias para el viaje previsto para el mes pr¨®ximo.
En la noche del domingo al lunes, un comando formado por decenas de hombres fuertemente armados atac¨® un puesto militar en las afueras de Buinaksk, en la rep¨²blica rusa de Daguest¨¢n, fronteriza con Chechenia, y logr¨® incendiar dos tanques, otros tres veh¨ªculos y dos dep¨®sitos de combustible antes de huir con 20 rehenes civiles y cinco polic¨ªas. Todos los civiles, excepto un administrador del pueblo, fueron liberados, poco despu¨¦s.
Hubo tambi¨¦n ayer otros ataques cometidos por "bandidos" (terminolog¨ªa oficial rusa) en la misma rep¨²blica contra puestos militares o policiales, e incluso se coloc¨® una bomba en un puente, que fue desactivada antes de explotar. Se hablaba al caer la noche de tres civiles y dos "bandidos" muertos.
Muchos de los atacantes lograron huir a Chechenia, y otros se internaron en las escarpadas monta?as de la frontera para intentar hacer otro tanto y escapar de la persecuci¨®n del Ej¨¦rcito ruso. Al menos cinco de los asaltantes fueron capturados. Uno de ellos portaba documentos que le identificaban como el general Magomed Jamb¨ªev, de las "fuerzas armadas de Ichkeria", es decir, el Ej¨¦rcito regular checheno.
Sin embargo, las autoridades de Grozni condenaron las incursiones en Daguest¨¢n por considerarlas contrarias al acuerdo de paz firmado el pasado mayo. Incluso el comandante Salm¨¢n Radu¨ªev, jefe del autodenominado Ej¨¦rcito del General Dud¨¢iev, que se encontraba ayer en Grozni y al que Mosc¨² considera un terrorista, dijo que sus efectivos no tienen nada que ver con los incidentes, aunque se mostr¨® dispuesto a condecorar a sus protagonistas.
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