Clinton, en Bosnia
BILL CLINTON viaj¨® ayer a Bosnia con un doble objetivo expl¨ªcito: quiere convencer a su Congreso y a la opini¨®n p¨²blica norteamericana en general de que la presencia de sus tropas en Bosnia es imprescindible para el mantenimiento de la paz, y que por ello es necesario olvidar el plazo de retirada de junio pr¨®ximo que ¨¦l mismo hab¨ªa fijado previamente.Los bosnios son conscientes de que la retirada de las tropas americanas equivaldr¨ªa en la pr¨¢ctica al final de la misi¨®n de las fuerzas internacionales, y que ¨¦ste es casi equivalente a la reapertura del conflicto armado. Tambi¨¦n lo saben los Gobiernos europeos, que han recibido con inmenso alivio el anuncio de Clinton de que los soldados norteamericanos permanecer¨¢n en tierras bosnias hasta fecha indefinida.
Sin embargo, en Estados Unidos, la ya larga presencia de estos 8.500 soldados en Bosnia est¨¢ lejos de gozar de popularidad: el Congreso ha de confirmar su prolongaci¨®n sine die. Por ello, Clinton se ha esforzado en subrayar, ante los soldados y la nutrida ,delegaci¨®n de congresistas que le acompa?an a su viaje, lo necesaria y ¨²til que est¨¢ siendo esta operaci¨®n. No le faltan razones al presidente, pero necesita transmitirlas con efectividad a sus conciudadanos para evitar posteriores sobresaltos con una mayor¨ªa republicana cuyo inter¨¦s por la pol¨ªtica exterior y especialmente la europea es escasa (cuando existe). De ah¨ª esta visita de ambiente navide?o de tanto atractivo para las televisiones norteamericanas.
Pero adem¨¢s, con su visita a Sarajevo y a la ciudad de Tuzla -sede del cuartel general de las tropas norteamericanas-, Clinton quiere aumentar la presi¨®n sobre todas las partes en conflicto en Bosnia para que avancen en una cooperaci¨®n imprescindible para la reconstrucci¨®n, y en la entrega de los acusados de cr¨ªmenes de guerra. Washington comparte la conclusi¨®n, a la que han llegado los mandos de la OTAN y algunas canciller¨ªas europeas, de que la impunidad de los criminales de guerra y el poder de que disponen algunos de ellos, como el l¨ªder serbobosnio Radovan Karadzic, son hoy uno de los m¨¢ximos obst¨¢culos para una paz estable.
Clinton quiere reforzar el compromiso de Estados Unidos con los acuerdos de Dayton de hace ahora dos a?os. Son muchos los factores que indican que, sin la constante presencia de las tropas internacionales, estos dos a?os podr¨ªan convertirse en una mera tregua antes de la reapertura de las hostilidades. Los bosnios hoy ya no est¨¢n inermes como en 1992. Tienen un Ej¨¦rcito s¨®lido y solvente y mucho mejor armado que los serbobosnios, en gran parte debido a la ayuda militar norteamericana. En este sentido, Clinton quiere evitar tambi¨¦n que esta nueva situaci¨®n induzca a Sarajevo a aventuras armadas que vuelvan a incendiar la regi¨®n.
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