Un regalo envenenado

Los t¨¦cnicos de la Direcci¨®n General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, los mismos que determinan el valor de los restos ¨¢rabes encontrados en cualquier parte de la regi¨®n o la importancia de un asentamiento romano, realizan desde hace unos d¨ªas una curiosa tarea: ponerle una etiqueta a una boa constrictor y colgarle un numerito a un sapo saltar¨ªn del Amazonas. Bien es verdad que estos animales -dos de los m¨¢s de 500 que est¨¢n catalogando- hace a?os que est¨¢n muertos y por eso pueden entrar a formar parte del cat¨¢logo de bienes del patrimonio hist¨®rico espa?ol. Cuando Patrimonio acabe su trabajo, los reptiles podr¨¢n ser expuestos en los museos p¨²blicos.La raz¨®n de que 500 ofidios de las selvas suramericanas hayan acabado en el centro de Madrid tiene una explicaci¨®n muy sencilla: forman parte de una colecci¨®n donada al Museo de Ciencias Naturales por el bi¨®logo catal¨¢n Carlos Enrique P¨¦rez Santos. De todas formas, ninguna de las autoridades culturales preguntadas ayer supo explicar por qu¨¦ P¨¦rez ha cedido esta importante muestra, denominada Colecci¨®n de herpetos neotropicales. Este peri¨®dico no pudo obtener ayer la versi¨®n del bi¨®logo.

Lo ¨²nico seguro es que el museo est¨¢ dispuesto a acoger los bichos con los brazos abiertos. Un informe de Jos¨¦ Enrique Gonz¨¢lez, conservador de batracolog¨ªa y herpetolog¨ªa, indica que la colecci¨®n posee "un gran valor cient¨ªfico". P¨¦rez Santos se pas¨® 16 a?os recogiendo ofidios en mitad de la selva, por lo que pudo formar una colecci¨®n ¨²nica, m¨¢s importante incluso que la que posee el propio museo. "El ¨²nico material que poseemos de la regi¨®n neotropical [Suram¨¦rica] procede del recolectado por Marcos Jim¨¦nez de la Espada durante su viaje al Pac¨ªfico (1862-1865). El material se encuentra adem¨¢s en muchos casos mal datado", indica Gonz¨¢lez en su informe. Con estas premisas, y teniendo en cuenta que "un porcentaje considerable de los ejemplares recogidos en la colecci¨®n [de P¨¦rez Santos] se encuentran ahora bajo diferentes grados de protecci¨®n internacional", los t¨¦cnicos, del museo no ponen ninguna objeci¨®n al regalo del bi¨®logo catal¨¢n.

Adelaida Jover, gerente del Museo de Ciencias Naturales, recuerda que su instituci¨®n est¨¢ abierta a las donaciones. "No es la primera ni ser¨¢ la ¨²ltima. Hace poco hemos recibido, por ejemplo, una de mariposas. La gente suele donarlas por motivos puramente filantr¨®picos". Pero fuentes de la Comunidad manifestaron ayer que ¨¦stas no son las ¨²nicas causas. "Hay gente que tiene deudas con el Estado y decide pagar mediante donaciones en especie. Hemos tenido varios casos. La ley lo permite".