El Banco Espa?ol de 'D¨¦bito'
Cuatro a?os han pasado desde la destituci¨®n de Conde el d¨ªa de los Inocentes de 1993
Madrid Hace hoy cuatro a?os, el 28 de diciembre de 1993, el consejo ejecutivo del Banco de Espa?a decidi¨® aplicar el art¨ªculo 31.1 de la ley de Disciplina e Intervenci¨®n en Entidades de Cr¨¦dito a Banesto, entonces el cuarto banco, con el 5% de los dep¨®sitos del sistema bancario espa?ol. La ley autor¨ªza la "intervenci¨®n" o "sustituci¨®n provisional" de los ¨®rganos de administraci¨®n y direcci¨®n en casos extremos. "Cuando una entidad se encuentre en una situaci¨®n de excepcional gravedad que ponga en peligro la efectividad de sus recursos propios o su estabilidad, liquidez o solvencia".Tras 18 meses de inspecci¨®n, el banco emisor concluy¨® que la gesti¨®n de Mario Conde hab¨ªa provocado la p¨¦rdida del capital y las reservas de Banesto (recursos propios). La mala gesti¨®n, seg¨²n la inspecci¨®n, hab¨ªa provocado un d¨¦ficit de 503.000 millones de pesetas a 30 de junio de 1993. No solo se hab¨ªan consumido los recursos propios (359.000 millones), sino que restaba un saldo negativo de 144.000 millones. Las cifras eran provisionales. A¨²n faltaba estudiar ciertos cap¨ªtulos del banco. El d¨¦ficit, pues, ser¨ªa mayor: 605.000 millones.
El banco emisor, antes de aplicar la ley, decidi¨® ensayar la "soluci¨®n comercial" o lo que la Reserva Federal de Estados Unidos llama "la soluci¨®n del ¨²ltimo fin de semana". Lo primero fue la convocatoria del banco estadounidense JP Morgan, la entidad en la que Conde se hab¨ªa apoyado en 1993. El 22 de diciembre de 1993, Roberto Mendoza, vicepresidente del citado banco, dijo que JP Morgan no pod¨ªa poner dinero en Banesto.
Paralelismo franc¨¦s
Lo segundo fue arbitrar una "soluci¨®n comercial" con otros bancos: Bilbao Vizcaya y Santander. Aun cuando el primero pareci¨®, al principio, interesado, inmediatamente consider¨® como paso previo inevitable una auditor¨ªa para conocer la situaci¨®n real a 31 de diciembre de 1993. En esas condiciones, sin el apoyo de JP Morgan y con la reticencia de la gran banca, el banco emisor no tuvo m¨¢s remedio que destituir al equipo de Conde como arranque del saneamiento. Banesto, bajo su ¨¦gida, se hab¨ªa convertido en Banco Espa?ol de D¨¦bito en lugar de Banco Espa?ol de Cr¨¦dito.En noviembre de 1993, el primer ministro Edoaurd Balladur llam¨® a su despacho a Jean-Yves Haberer, presidente del Cr¨¦dit Lyonnais. Seg¨²n ha narrado Haberer, Balladur le dijo: "No vamos a hablar de las provisiones del Cr¨¦dit Lyonnais. No estoy preparado y el problema no est¨¢ ah¨ª. Es tan subjetivo este asunto de las provisiones... Es el vaso medio vac¨ªo o medio lleno. Por razones de Estado que usted puede adivinar, deseo que se haga cargo del Cr¨¦dit National, lo que me permitir¨¢ nombrar sucesor en el Cr¨¦dit Lyonnais". Conclusi¨®n del ex presidente del Cr¨¦dit Lyonnais: "Esto es lo que pas¨®. Nada se me ha reprochado". El nuevo presidente, Jean Peyrelevade, asume: "Cr¨¦dit Lyonnais ser¨¢ en adelante, exclusivamente, un banco".
Seis meses m¨¢s tarde, en marzo de 1994, se anunciaron las p¨¦rdidas de Cr¨¦dit Lyonnais en 1993: 6,9 millones de francos (unos 140.000 millones de pesetas). El 30 de marzo, Balladur preside el Consejo de Ministros. Haberer es despedido del Cr¨¦dit National. A primeros de 1995, la estimaci¨®n de las p¨¦rdidas de Cr¨¦dit Lyonnais es de 60.000 millones de francos (1,3 billones de pesetas). Finales de 1997: se vaticina que las p¨¦rdidas llegar¨¢n a 120.000 millones de francos (2,7 billones de pesetas).
La crisis de Banesto ha sido una crisis cl¨¢sica, tanto como lo de Cr¨¦dit Lyonnais. Ante todo: una gesti¨®n aventurera, temeraria, con expansi¨®n crediticia en p¨¦simo momento. Luego, concentraci¨®n de pr¨¦stamos en el propio grupo; activos de nula rentabilidad; morosidad aterradora; crisis econ¨®mica, recesi¨®n de finales de los ochenta y primeros noventa; ocultaci¨®n de la situaci¨®n real, maniobras con el poder pol¨ªtico.
En uno y otro caso, la crisis est¨¢ concentrada en los malos cr¨¦ditos, pero tambi¨¦n en dossieres para utilizar la expresi¨®n francesa. Esto es, la relaci¨®n con grupos empresariales y financieros. En Cr¨¦dit Lyonnais, con el italiano- Giancarlo Parretti y la Metro Goldwyn Mayer, el aventurero y ex ministro Bernard Tapie, la expansi¨®n inmobiliaria, las instrumentales en para¨ªsos fiscales. Para Banesto, cuatro l¨¢pidas: Oasis, Euman-Valyser, Jacques Hachuel y Dorna.
Aparte de los cr¨¦ditos y las operaciones con los citados grupos, ¨¦stos ayudaban a reforzar, con sus participaciones accionariales en el banco, el poder de Conde. El riesgo asumido por Banesto con ellos fue de 133.000 millones de pesetas. S¨®lo Oasis ha provocado p¨¦rdidas de 48.000 millones. Se dice pronto.
La experiencia de Oasis tiene inter¨¦s. El problema no es que Banesto haya cancelado sus cr¨¦ditos con Oasis. Es cierto que Ya no tiene ese problema. Pero ha tenido que asumir p¨¦rdidas de 48.000 millones. Las provisiones podr¨¢n ser subjetivas. Pero lo que no ha sido subjetivo es esto: 577.000 millones de pesetas pasaron como p¨¦rdidas en la cuenta de resultados de 1993. Ninguno de los ex administradores ha podido, de momento, mostrar con sus ejercicios de prestidigitaci¨®n c¨®mo y d¨®nde han aflorado esas p¨¦rdidas "subjetivas" o "recuperaciones". Porque, si no eran p¨¦rdidas reales, si s¨®lo eran "potenciales", de alg¨²n modo deber¨ªan aflorar como beneficios.
Cuatro a?os despu¨¦s, Banesto ha sido saneado sin recaer en la crisis, gracias tambi¨¦n a la bonanza econ¨®mica. Cr¨¦dit Lyonnais, en cambio, sigue absorbiendo ayudas como un glot¨®n. El equipo de Mario Conde est¨¢ en el banquillo por presunta estafa, apropiaci¨®n indebida y falsedad que suman unos 14.000 millones de pesetas. La punta del iceberg. En Francia, 12 jueces est¨¢n investigando infracciones penales por 3.000 millones de francos (unos 65.000 millones de pesetas) y sumas evaporadas por errores de gesti¨®n de 70.000 a 120.000 millones de francos (de 1,4 a 2,7 billones de pesetas).
La actitud de Conde durante los cuatro a?os siguientes a su destituci¨®n -chantaje con material del Cesid mediante, en 1995-arroja luz sobre lo que desesperadamente han querido ocultar, ahora al descubierto en el terreno judicial. Las fundaciones en Liechtenstein, por ejemplo, que sirvieron para canalizar fuera de Espa?a una parte de la fortuna obtenida con malas artes.
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