Ouka Lele define la fotograf¨ªa como una caja donde guardar lo real

La maternidad cambi¨® su vida. La que fuera una de las musas de la movida madrile?a se hart¨® de "salir en todos los telediarios" Y se encerr¨® a cuidar de su hija Mar¨ªa y a concentrarse en sus acuarelas y sus fotograf¨ªas. Ouka Lele (Madrid, 1957) ha recopilado 20 a?os de im¨¢genes (desde la serie sobre peluquer¨ªas a los retratos y las naturalezas muertas) en un libro de la colecci¨®n Treinta fot¨®grafos madrile?os siglo XX, patrocinada por Caja Madrid.

Est¨¢ encantada con su nuevo trabajo, La obra de Ouka Lele. El formato, tama?o bolsillo, y el precio, 1.000 pesetas, hacen que sea "una obra muy asequible para la gente que empieza". Lo que menos le gusta de las 61 fotograf¨ªas que componen el libro es la serie dedicada a las peluquer¨ªas. "Prefiero contar muchas cosas en una sola imagen que desarrollar una serie", asegur¨® ayer la fot¨®grafa en su domicilio madrile?o, una preciosa casa modernista. Entre el piano y los restos de los decorados de sus ¨²ltimos trabajos destaca el bel¨¦n navide?o y los juguetes de la peque?a. Ambas comparten ¨¢tico con Le¨®n, un perro que, a juicio de sus due?as, se sent¨ªa ayer muy deprimido.Ouka Lele naci¨® con vocaci¨®n para el arte. Cuando era ni?a "casi lloraba viendo los cuadros del Museo del Prado".

Influenciada por los ecos del surrealismo y del clasicismo pict¨®rico pens¨® estudiar Bellas Artes, pero un buen d¨ªa se encontr¨® con la fotograf¨ªa y aquello cambi¨® su vida. Dej¨® los estudios y empez¨® a mezclar pintura y fotograf¨ªa. "Fue un descubrimiento; pod¨ªa plasmar toda la belleza de la realidad. Era como meterlo todo en un cajita", asegura.

Teatral y pict¨®rico

Ouka Lele concibe la fotograf¨ªa como algo teatral y pict¨®rico. "No soy un fot¨®grafo de ¨¦sos, que van con la c¨¢mara buscando una escena determinada, aunque a veces me las he encontrado. Normalmente parto de una idea y creo mi propio escenario". Fruto de esa f¨®rmula son algunos de los trabajos que la hicieron famosa en sus inicios c¨®mo la fotograf¨ªa de la fuente de Cibeles -"Me present¨¦ en el Ayuntamiento con una cesta de manzanas y les vend¨ª la idea"-, la dedicada al mundo de la moda o el autorretrato con un coraz¨®n de vaca sanguinolento. Christian Caujolle asegura, en la presentaci¨®n del libro, que Ouka Lele construye "un universo sosegado donde la mujer y la naturaleza hacen buenas migas, y donde la velocidad est¨¢ ausente".Ella no sabe si es una fugitiva de la pintura o una pintora que aplica las acuarelas a sus im¨¢genes de blanco y negro. A veces ha tratado de separar las dos facetas -"lo dejo y lo vuelvo a tocar"-, pero siempre retorna a lo mismo. Ha realizado alguna exposi¨®n s¨®lo de pintura, pero acaba aplicando el mestizaje. Su idea es que "cuantos m¨¢s lenguajes manejas, art¨ªsticamente mejor".

Del boom que supuso para ella la movida madrile?a prefiere no acordarse: "La gente me ped¨ªa aut¨®grafos por la calle y los periodistas me llamaban para preguntarme mi opini¨®n sobre cualquier cosa. Acab¨® d¨¢ndome p¨¢nico, aquello me desbordaba y decid¨ª cortar por lo sano", dice. Pero no todos los recuerdos son negativos, se siente muy orgullosa de "haber pertenecido a esa generaci¨®n" que marc¨® los a?os ochenta. Ahora sale menos por la noche y s¨®lo va a las inauguraciones que realmente la interesan. De la movida guarda "buenos recuerdos y buenos amigos".

Estos ¨²ltimos a?os se ha mantenido a base de encargos. Los retratos, las portadas de disco y los p¨®steres para obras de teatro o calendarios le dan dinero, pero ocupan una buena parte de su tiempo, por eso ha decidido tomarse un a?o de descanso y dedicarse a temas nuevos como preparar una exposici¨®n sobre el baile. "Retirarse", dice, "es la ¨²nica forma de tener obra nueva; si estoy trabajando en alguna idea nueva y me llaman para pedirme un encargo se me van las ideas".

La obra de Ouka Lele es el tercer volumen de una colecci¨®n que inauguraron Juan Dolcet y Daniel Canogar.