Se remite la t¨®nica de antes, del verano
Y esto acaba de empezar. En fin, no s¨¦ muy bien ya por qu¨¦, pero en esta columna multiforme se me cerraba el otro a?o con el vibrante redoblante del vate malague?o Salvador Rueda (1857-1933), capaz tambi¨¦n de darle buen provecho al manubrio o a cualquier otro instrumento: "Tengo un caracol marino / puesto encima de la mesa, / que, si hago zumbar el fondo, / toda la isla retiembla". (Eso, ?para qu¨¦ enga?arles de entrada?, yo siempre me lo he imaginado en plan cumbia). Pues bien, mientras uno mec¨ªase en la hamaca de semejantes memeces, dale que dale al tequila y a la barra picosa del tamarindo, cada profesional con firma dej¨® elegidos por ah¨ª los libros mejores del pasado a?o, que eso s¨ª que es mojarse, ?hala!, y empapamos de paso el esp¨ªritu con saludables evidencias: "Echa S u luz de pascua sobre la mustia escena".Y otro par de deberes cumplidos.: el de atreverse y el de enterarnos. As¨ª, en plan superformal ("hay lo que hay"), disipando las nieblas lectoras. Sin perder el tiempo, -al rev¨¦s que otros, en evocaciones canoras, ni siquiera dictadas por un mal centenario (gloria o lana), enseguida sujetas a tenerlo que recordar, ?y vuelvo a hablar de Rueda pira que en algo se me siga!, como el gran quejido intrahist¨®rico del eximio Poeta de la Raza ante su ausente o ya? crecida hermana, de nombre Ubalda: "Ni yo te mezco a ti, ni t¨² me meces". Rudo escozor carnal, bamboleo eclesial, puro sadismo oral, par¨®n de mico, t¨², p¨¦rdida manca.
Y mira por d¨®nde. En plena detenci¨®n articulada, de serena prudencia ¨¦sta, durante los primeros sosos minutos de 1998 ("a ver qu¨¦ vuelve a venir'') 'tatach¨ªn', llega la cartero ("?Un impreso certificado! ?Me abre?") con un libro enviado desde M¨¢laga y titulado rueda (todas min¨²sculas), m¨¢s el siguiente subt¨ªtulo: "Se inicia como actriz este martes en un episodio de M¨¦dico de familia". En .cubierta tambi¨¦n figura, a su aire, la naturaleza del objeto ("Petit Po¨¦rnE En proSE"), el n¨²mero del ejemplar (42 de 111) y el nombre de la casa editora: "¨¦ditions de la poubelle", remitiendo el remite del envoltorio postal a una no imposible autor¨ªa: Agust¨ªn Parejo, todo un cl¨¢sico ya en el campo minado de los desconciertos y a menudo rechazando por conceptual sin reparos o por "¨¦pater le bourgeois" con guillotina. (Que si la vanguar" d¨ªa expir¨®, lo que no faltan son cabezas). Y, nada m¨¢s leer rueda, me he dicho lo que dicen por all¨ª abajo de algunos diestros cuando se lo sugiere una corrida, ?ea!: "No lo ha visto". Y as¨ª es, no lo han visto. Y, pese a ello o por encima, sin perd¨®n, s¨¦ que rueda es con mucho el mejor de todos los libros publicados en Espa?a a lo ancho y largo del pasado a?o. Urdida a ¨²ltima hora (matasellos del, 23 de diciembre de 1997), dicha obra contiene la osad¨ªa complementaria de ni comprarse ni venderse: nos llega o no nos llega. Pero si lleg¨® al fin, ?c¨®mo no proclamarlo desde donde se puede y se debe?
Y aqu¨ª estamos, en el poder y en el deber, ante una sabia prosa que sabe chupar rueda de nuestrasingular fortuna televisiva, que eleva la sentencia inclusera de "nunca aprender¨¢s" a la categor¨ªa de experiencia infusa o suprema y que anula los tiempos muertos entre las voces y los ecos. Una prosa, adem¨¢s, finisecular o mansalva. 0 sea, eso, profusamente ilustrada, a tono con la idea victoriosa de que s¨®lo las fotograf¨ªas pueden ilustramos o amenizar el muermo de la cultura en p¨¢ginas, en pa?ales y en pajas, como un bel¨¦n cualquiera, guarrindongo, frente al portento higi¨¦nico de las nuevas tecnolog¨ªas, que nos llevan de Baqueira Beret a Chiapas, de la risa al espanto, en un abrir y cerrar de ojos. Un libro- excepcional, sin solapas: a la mism¨ªsima altura de la gran desparramaci¨®n. (Para que luego yano digan que aqu¨ª s¨®lo se habla de Alfaguara).
Y la protagonista, arrinconada y fragmentada, aparece en la tapa con los pies descalzos. Se llama Bel¨¦n Rueda. Cuando empieza la acci¨®n, ella termina de rodar, en una sala de la Biblioteca Nacional, un episodio titulado De repente... Clara Tiene dos brochas para maquillarse: "Una gorda y la otra fina". Conoce el logotipo de un instituto de cursos programados: de t¨¦cnico en pl¨¢sticos a instalador de gas. Sabe que vuelve Alicia, aqu¨¦lla que tom¨® la delantera para relevar a Ana del programa "durante el embarazo". Se fija en -el ojo derecho del padre Apeles y a la vez, en su hondo sentimiento de autor moderno al confesar: "Creo que me leen hasta mis enernigos". No es insensible al tentador anuncio de unos especialistas en cueros cabelludos: "Por peque?o que sea tu problema, es el momento de ocuparse de ¨¦l". Y de ella.
Y a ella le, emocion¨® sobremanera que Extra Rosa Villacast¨ªn, la m¨¢s buena de todas, resumiera as¨ª el conyugio de la Infanta con I?aki "Fueron unos momentos muy tiernos". Y a Bel¨¦n le parece de perlas que Conde se haya incorporado a En plena forma 11 como un ginec¨®logo objeto de las iras del personaje de Alfredo Landa". Asimismo, celebra la salida deuna colega a la que le preguntaron la del mill¨®n ("?Qu¨¦ ciudad te gusta m¨¢s .para vivir: Bilbao o Madrid?") y, de reojo, replic¨®: "Ni Bilbao ni Madrid. Mi pueblo, Elorrio". Lechifla una vajilla portuguesa, con forma de lechugas y repollos, "que dura y no pasa de moda". Est¨¢ al d¨ªa de las audiencias nocturnas: el Espanyol-M¨¦rida, por ejemplo, lo vieron 3.942.737 espectadores. Confiesa haber picado en hueso, de madrugada,? con Un verano en Saint Tropez, pomo blando, alertada por este anuncio: "En un caser¨ªo situado en el campo, siete adolescentes se dedican a hacerrealidad sus deseos y fantas¨ªas". Se estremece, en cambio, al leer: "Espacio por determinar".
Y, l¨²cida en el fondo, pilluela y alfabeta, esta Bel¨¦n de f¨¢bula rellena pasatiempos de doble filo: "Nona / Palo para, remar", "Fabricante de tejas / Disputa" o "Raspas / Une". Y, cuando ve carreras de atletismo por el mismo televisor en que ella misma sale, no le duele reconocer lo ajeno: "?C¨®mo corren los negros!". Se fija en todo.
Y, ?ay!, si el papel reserva diera aqu¨ª para m¨¢s ("t¨¦ has pasado de a?o o de la raya'') a m¨ª no me importar¨ªa seguirles contando y contando curiosidades mil acerca de este entra?able personaje novelesco, poes¨ªa en movimiento nacional, inmerso hasta la m¨¦dula en nuestras realidades, que habla siempre de lo que hay que hablar, con Zaragoza en la UNESCO, y que da vida a un presente cargado de futuro sentimental, entre paraguas parab¨®licos y hor¨®scopos econ¨®micos, con el Mundial de f¨²tbol por horizonte eterno. Y es que Bel¨¦n, hero¨ªna multimedia de rueda, el mejor libro del a?o, no se contenta s¨®lo con concluir que esto va bien, va bien, igual que caminito de Judea a la pata coja y con cascabel. Ante arcontas, magistrados y espond¨®foros, Bel¨¦n explica a cada instante el intr¨ªngulis de la bondad de nuestra situaci¨®n con esta frase harto sagaz: "Se repite lan¨®nica de antes del verano". He ah¨ª la clave.
Y as¨ª da gusto rodar, aunque fuere con Arzalluz, Pujol y Frag¨¢, por la famosa cuesta abajo de enero, enero, enero. Y yo te mezco a ti y t¨² me meces. Y mi pueblo, Elorrio.
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