Descalabro del l¨ªder en siete minutos
El Salamanca remont¨® tres goles al Barcelona en un final de partido trepidante
, El Bar?a hizo ayer historia. Hizo algo inimaginable, dif¨ªcil de explicar. Tendr¨¢ m¨¦rito encontrar algo parecido en las hemerotecas. Los azulgrana dieron la noche de Reyes a su afici¨®n. Ganaban c¨®modamente por 1-3 a falta de 10 minutos y permitieron que el Salamanca diera la vuelta al marcador. Encajaron tres goles en s¨®lo siete minutos. Fue el peor desastre, casi superior al del d¨ªa del Dinamo (04), que ha sufrido el grupo de Van Gaal esta temporada. Y, lo que es peor, la derrota supone un violento frenazo para el deseo del Barca de marcar su ley en la Liga.Las cuentas no salieron: el Bar?a quer¨ªa despegarse del Madrid, pero acab¨® recibiendo carb¨®n y reforzando a su rival; pas¨® en un instante de la euforia a la depresi¨®n. El Salaman- ca, un equipo inconsistente, d¨¦bil, fr¨¢gil, acab¨® gole¨¢ndole. Doler¨¢ mucho esta derrota en el Camp Nou, no tanto por perder el partido como por la forma en que se produjo. El Bar?a hab¨ªa dominado a placer, hab¨ªa jugado razonablemente bien y toler¨® que su dominio abrumador se hiciera trizas en pocos minutos. Ahora no tendr¨¢ este equipo demasiado tiempo para la autocompasi¨®n: el jueves, en la Supercopa de Europa, aguarda el Borussia Dortmund.
Van Gaal hab¨ªa apostado fuerte. Sab¨ªa que ayer era un d¨ªa para marcar su ley en la Liga tras el pinchazo del Madrid ante el Betis y dibuj¨® en el Helm¨¢ntico su propuesta m¨¢s arriesgada. El holand¨¦s dej¨® atr¨¢s a dos defensas, Bogarde y Reiziger -fuera se quedaron hombres como Couto y Nadal-, para contener al portugu¨¦s Pauleta, y dio entrada a Iv¨¢n de la Pe?a, casi in¨¦dito en el ¨²ltimo mes, para aprovechar su juego de profundidad.
Visti¨® el Bar?a su mejor traje para garantizar toque y triangulaci¨®n del bal¨®n, pero en los primeras instantes se vio sorprendido por el Salamanca, que sali¨® en tromba a cercar el ¨¢rea de Hesp. Txetxu Rojo opt¨® por potenciar el centro del campo y colocar una defensa en l¨ªnea para potenciar su l¨ªnea ofensiva. Sus acciones, sin embargo, capitalizadas fundamentalmente por Pauleta, carec¨ªan entonces de olfato para el gol. Fueron tiros desviados y sin peligro, que dejaron adem¨¢s demasiado solo a Stelea.
El Bar?a se fue asentando en el centro del campo, impuso su f¨²tbol y no perdon¨®. El reloj no hab¨ªa corrido ni 12 minutos y De la Pe?a volvi¨® a reivindicar una plaza en el equipo. Dio una asistencia a Anderson, que aprovech¨® para marcar el primer gol. El Bar?a crey¨® que el partido estaba encarrilado y se durmi¨®. Perdi¨® tensi¨®n y actitud ante el encuentro; no sufr¨ªa y se dedic¨® a enlazar paredes, encadenar jugadas de ataque y a lamentarse por los balones (Rivaldo y Giovanni) que fueron a parar a los postes.
Fue en ese momento cuando el Salamanca, que no renunci¨® al ataque, aprovech¨® su ocasi¨®n. Al tiro al poste de Giovanni (Rivaldo hab¨ªa estrellado antes otrobal¨®n en el larguero) replic¨® Segarra marcando al filo del descanso ante un fallo de la defensa azulgrana. Quiz¨¢ fue una premonici¨®n. No debi¨® de gustarle a Van Gaal el error y la reuni¨®n en el vestuario surti¨® efecto: Luis Enrique tard¨® apenas cinco minutos en encarrilar el marcador en la segunda parte.
Giovanni marc¨® el tercero y el partido parec¨ªa decidido. No faltaban m¨¢s que 10 minutos para el final del encuentro, pero fueron un calco de la primera mitad: Brito no desperdici¨® un penalti y el Salamanca crey¨® en el milagro. Brito volvi¨® a marcar y, en pleno ataque desaforado azulgrana, Silvani marc¨® el cuarto tanto. El poste dar¨ªa despu¨¦s la espalda a Couto y la suerte fue esquiva con Luis Enrique. El empate no lleg¨®. El Bar?a sigue l¨ªder, pero deber¨¢ purgar un desastre inimaginable.
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