"Me present¨¦ al Nadal para suavizar la reacci¨®n de mis padres a mi novela"
Luc¨ªa Etxebarr¨ªa se visti¨® la noche de] martes para ganar. Vestido rojo, bolso en forma de Coraz¨®n, guantes a lo Gilda en rojo, tatuaje acorazonado y pendientes a juego. Deb¨ªa de tener la corazonada de que iba a ganar el Premio Nadal. Y as¨ª fue, en efecto. Se lo llev¨® con Beatriz y los cuerpos celestes, una novela que ella misma califica de "pol¨¦mica", protagonizada por una lesbiana. "Si me present¨¦ al Nadal fue para suavizar la reacci¨®n de mis padres", afirma. "Sab¨ªa que les iba a dar un ataque con mi libro y pens¨¦ que si lo envolv¨ªa con el Nadal lo suavizar¨ªa".La historia de Beatriz y los cuerpos celestes es la que sigue: Beatriz, chica joven de familia pija, abandona Madrid para ir a estudiar a Edimburgo. All¨ª se mueve por los ambientes gay y conoce un mundo en el que conviven artistas y marginados. Un poco en plan Trainspotting. A su regreso a Madrid, busca a su amiga de la infancia, M¨®nica, que se ha convertido en drogadicta, y la sigue en todo.
"Beatriz es como una hero¨ªna de las novelas del siglo XVIlI", comenta Etxebarr¨ªa, "cuya virtud es puesta a prueba por todo tipo de experiencias. Yo inscribir¨ªa mi novela en el g¨¦nero de iniciaci¨®n de personaje femenino.Existe una amplia gama, que abarca incluso lo porno, aunque mi libro no va por ah¨ª".
En la obra ganadora del Nadal hay drogas, violencia, homosexualidad... y por ello Etxebarr¨ªa intuye que puede ser pol¨¦mica. "He procurado escribirla en un lenguaje casi l¨ªrico para evitar caer en el extremo, ya que se trata de una historia de amor muy triste", dice. "Si en mi libro anterior iba m¨¢s de dura, aqu¨ª me he frenado. Por ejemplo, no salen ni pollas, ni co?os ni la palabra follar".
Novela no lesbiana
Descarta Etxebarr¨ªa que Beatriz y los cuerpos celestes sea una novela lesbiana. "Hay un g¨¦nero que es la novela gay en la que el conflicto surge precisamente de que el protagonista es un gay", se explica. "No es mi caso. En mi novela el personaje es una lesbiana, pero esto no le supone ning¨²n problema"."Asumo que el hombre y la mujer son bisexuales por naturaleza", prosigue Etxebarr¨ªa, "y luego cada sociedad los enfoca hacia la corriente que desea. Si es la natalista, le interesa la heterosexualidad. Si es al rev¨¦s, la homosexualidad. Creo que nuestra sociedad actual es no natalista y por eso se est¨¢ dando tanto la homosexualidad. Por otra parte,que quede claro que no entiendo mi novela como gay".
La noche del Nadal, Luc¨ªa Etxebarr¨ªa quiso dedicar la novela ganadora a sus padres, con los que dijo que no se lleva muy bien, pero a los que quiere mucho. "Creo que la familia condiciona la personalidad y la conducta sexual", afirma. "La protagonista de mi novela sufre mucho, pero acaba saliendo adelante".
Luc¨ªa Etxebarr¨ªa, que lleg¨® a vender seis ediciones de su anterior novela -Amor, curiosidad,, Prozac y dudas-, conf¨ªa que el Premio Nadal la ayudar¨¢ a lanzarse como escritora. Por otra parte, se muestra encantada de que las editoriales apuesten cada vez m¨¢s por los j¨®venes. Cita a Juan Manuel de Prada como ganador del. Planeta, a Mart¨ªn Casariego como triunfador del Ateneo y a ella, quecompleta la terna de j¨®venes en auge. "Me parece l¨®gico que se vaya planteando un relevo generacional", afirma.
Respecto a "los cuerpos celestes" a los que se refiere el t¨ªtulo de su novela, comenta: "En todo el libro hay una especie de cosmogon¨ªa y me gustaba la met¨¢fora de la ¨®rbita cementerio, que es una ¨®rbita espacial adonde van a parar todos los sat¨¦lites que ya no sirven. Me parec¨ªa una imagen preciosa, muy po¨¦tica y muy adecuada para mi protagonista, que vive en un mundo de comunicadores fracasados y de gente que da vueltas sin relacionarse los unos con los otros
"Las met¨¢foras espaciales dan mucho juego", a?ade, "ya que hasta puedes llegar a descubrir la existencia de Dios. Martin Amis, en La informaci¨®n, tambi¨¦n utilizaba esta met¨¢fora, pero de un modo muy distinto. La conclusi¨®n, de todos modos, es que el universo es muy grande y que no somos nadie".
Babelia
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