El 20% de los j¨®venes v¨ªctimas de accidentes graves consumi¨® '¨¦xtasis'
, El 20% de los j¨®venes de 18 a 22 a?os que sufrieron accidentes de tr¨¢fico graves en 1997 hab¨ªa consumido ¨¦xtasis como sustancia principal, junto a otras drogas. Sin embargo, a partir de los 22 a?os, la droga con m¨¢s presencia en la sangre de los accidentados es el alcohol.
Estos datos los facilit¨® ayer el director de la Agencia Antidroga de Madrid, Jos¨¦ Cabrera, en la presentaci¨®n de un libro sobre este derivado anfetam¨ªnico, el m¨¢s extendido de todaslas drogas de s¨ªntesis. Los datos se basan en los an¨¢lisis efectuados a las v¨ªctimas en el Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa, si fallecieron, y en las urgencias hospitalarias, si resultaron heridas.
Madrid no es la comunidad aut¨®noma con mayor consumo de drogas de s¨ªntesis. "Est¨¢ situada en un nivel medio junto a Catalu?a y Galicia. Por delante de ella se encuentran Navarra o Baleares, donde el uso de estas sustancias casi duplica al de aqu¨ª", explica el director de la Agencia Antidroga de la regi¨®n.
Sin embargo, en 1996 las aprehensiones policiales de pastillas de ¨¦xtasis se incrementaron en Madrid en un 516%. Cabrera tacha el creciente consumo de ¨¦xtasis de "muy preocupante, porque los adolescentes est¨¢n hipotecando sus mentes para cuando tengan 40 a?os". Considera que las drogas de dise?o tienen un peligro a?adido: "La enorme tolerancia social que existe hacia ellas, ya que a sus consumidores no se les considera drogadictos".
PASA A LA P?GINA 3
El 2,2% de los j¨®venes madrile?os consumi¨® pastillas de 'extasis' m¨¢s de una vez a lo largo de 1996
VIENE DE LA P?GINA 1Cabrera asegura que un 2,2% de los j¨®venes madrile?os de 14 a 21 a?os consumi¨® ¨¦xtasis m¨¢s de una vez a lo largo de 1996, seg¨²n la encuesta de ese a?o del Plan Nacional de Drogas. Eso supone que de 100.000 a 150.000 muchachos de la regi¨®n tomaron en var¨ªas ocasiones esta sustancia, normalmente mezclada con alcohol. "Lo de consumirla s¨®lo con agua ha pasado a la historia", seg¨²n el director de la agencia.
"La tasa de consumo espa?ola est¨¢ entre las m¨¢s altas de Europa, junto con el Reino Unido y Alemania, y es la mayor de la cuenca mediterr¨¢nea", a?ade. "De 500.000 a 600.000 chavales de 14 a 21 a?os consumen ¨¦xtasis los fines de semana en Espa?a", matiza. A juicio del responsable regional de los programas sobre toxicoman¨ªas, la tendencia mundial en el mercado de la droga es buscar cada vez sustancias de dise?o m¨¢s sofisticadas y con menos efectos 'secundarios que permitan aumentar la demanda de psicotr¨®picos, seg¨²n informa la agencia Servimedia.
En 1996, el Plan Regional de Drogas de la Comunidad (antecedente de la actual Agencia Antidroga) puso en marcha una campa?a publicitaria contra las drogas de dise?o en la calle, bares y discotecas. Bajo el lema Hay colores que matan, en los carteles anunciadores se mostraban un mont¨®n de pastillas multicolores junto a una jeringuilla. Su objetivo era romper la idea de la inocuidad de estas sustancias tan peligrosas.
Cabrera, que tom¨® la batuta de la Agencia una vez puesta en marcha esta campa?a, se mostr¨® contrario a su enfoque: "Decir que no hagas una cosa no tiene tanto efecto como decir, si haces esa cosa, te va a ocurrir esto, elige. Adem¨¢s, habr¨ªa que demostrar cu¨¢ntas pastillas de ¨¦xtasis han matado", manifest¨® en una entrevista con este peri¨®dico.
Los primeros efectos del ¨¦xtasis, un derivado anfetam¨ªnico denominado metilenodioximetarifetamina (MDMA), son alteraciones del sistema visual y psicomotriz. Entre los cient¨ªficos existe la sospecha de que sus consecuencias nocivas (un deterioro neuronal) se podr¨ªan manifestar cuando el consumidor llegase a la cincuentena, provoc¨¢ndole un envejecimiento prematuro, incluso con un adelanto de la enfermedad de Alzheimer, seg¨²n informa Europa Press. Pero esta teor¨ªa no ha sido demostrada todav¨ªa, ya que los experimentos s¨®lo se realizan sobre primates.
Todas estas informaciones se recogen en el libro ?xtasis, presentado ayer, en el que, entre otros, participan el catedr¨¢tico de Farmacolog¨ªa de la Universidad Complutense Pedro Lorenzo y el catedr¨¢tico de Enfermer¨ªa Psiqui¨¢trica de la Universidad de Oviedo Julio Bobes.
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