"Todo es posible despu¨¦s de Hassan II"
, "Marruecos se encuentra en un callej¨®n sin salida. La situaci¨®n actual ha llegado a un punto irreversible. El poder es consciente de ello, pero la gesti¨®n de la crisis se le va de las manos". Quien habla as¨ª es Arsalan Fathala, dirigente de la organizaci¨®n islamista radical Adl Ual lhsan (Justicia y Caridad). Es el portavoz y el l¨ªder de hecho de la asociaci¨®n, desde que el jeque Abdesalam Yasin fue sometido a arresto domiciliario en 1990 en Sal¨¦, en las inmediaciones de Rabat.
Esta corriente del islamismo de origen suf¨ª ha boicoteado las elecciones que se han desarrollado en el pa¨ªs, a las que considera una "farsa", y protagonizado ruidosas manifestaciones en las universidades a lo largo de 1997, que provocaron una treintena de detenidos. En las c¨¢rceles de Casablanca y Kenitra hay 16 presos de la organizaci¨®n.
Las elecciones en Marruecos "no cambian nada", porque "el pa¨ªs est¨¢ gangrenado por la corrupci¨®n", estima el portavoz de Justicia y Caridad. Para este islamista, hablar de "alternancia pol¨ªtica" es enga?ar al pueblo. Un posible Gobierno presidido por los socialistas de Abderram¨¢n Yusufi merece a sus ojos el mismo descr¨¦dito que los sucesivos Gobiernos que ha conocido Marruecos desde la independencia.
Fatahla cree que la situaci¨®n pol¨ªtica en el pa¨ªs se encuentra en un punto cr¨ªtico. "El rey est¨¢ mucho m¨¢s ocupado en cuidar de su propia enfermedad que de conducir lagesti¨®n diaria del pa¨ªs, comohac¨ªa antes. Los asuntos se le escapan parcialmente y poco a poco de las manos". En estas circunstancias, dice el dirigente islamista, "se puede esperartodo, porque hay una grantensi¨®n y sabemos que algoest¨¢ a punto de ocurrir".
Desde su situaci¨®n de semilegalidad, Justicia y Caridad habla en voz alta de lo que en los c¨ªrculos diplom¨¢ticos se comenta en susurros. "La cuesti¨®n crucial es el relevo", enfatiza Fathala aludiendo a la sucesi¨®n de Hassan II. No dice nada nuevo. El propio monarca lo viene anunciando desde hace dos a?os. "Hasta hace poco esta discusi¨®n era tab¨², no se permit¨ªa a nadie hablar de ello Hoy se hace p¨²blicamente". Para Fathala, "ya es tarde para preparar el relevo", y todos los escenarios son posibles: el pr¨ªncipe heredero, su hermano, su primo, pero tambi¨¦n otras fuerzas, incluido el Ej¨¦rcito. "Todo es posible".
En Marruecos el poder ha tenido todos estos a?os una actitud ambigua hacia el islamismo. Ha permitido a la corriente Isla Ua Tauhid (Unidad y Reforma), que lideran Ahmed Raisuni, como te¨®logo, y Abdelila Benkiran, como pol¨ªtico, presentarse a las ¨²ltimas elecciones, en las que obtuvieron nueve esca?os. Los seguidores de Yasin no han valorado la apertura que ha hecho el r¨¦gimen hacia los islamistas moderados. "La entrada de una decena de islamistas en el tablero pol¨ªtico no va a cambiar nada. Sigue siendo una mascarada", afirma Fathala. Justicia y Caridad cree que "es una maniobra del r¨¦gimen para recuperar una credibilidad ya perdida". Sin embargo, este dirigente se guarda muy bien de descalificar a sus rivales en el campo islamista. Hay un principio de acercamiento entre los dos movimientos, como muestra una declaraci¨®n com¨²n firmada por sus representantes en la Uni¨®n Nacional de Estudiantes de Marruecos (UNEM). "Pero s¨®lo en la universidad", precisa, "ya que nuestras posiciones pol¨ªticas siguen siendo divergentes".
Fathala se presenta con un lenguaje educado y lleno de moderaci¨®n sin perder su dureza de fondo. El comit¨¦ de direcci¨®n de Justicia y Caridad es consciente de que debe mantener en alto el estandarte contra la corrupci¨®n, verdadero im¨¢n ante un pueblo que se debate d¨ªa a d¨ªa para subsistir y sometido a la que califica como clase pol¨ªtica ego¨ªsta para la que "el dinero lo es todo".
Mientras tanto, Abdesalam Yasin, el carism¨¢tico jeque de barba blanca y rostro aguile?o, no quiere hacer declaraciones para no complicar su situaci¨®n, pero sigue escribiendo libros. El m¨¢s reciente es Di¨¢logo con un amigo bereber, una recopilaci¨®n de cartas intercambiadas con el acad¨¦mico Mohamed Chafik. Yasin pretende combatir la corriente "influida por las ideas materialistas occidentales" que defiende una "identidad amazigh [bereber]" diferente de la "identidad ¨¢rabe", con la intenci¨®n, dice, "de dividir la unidad secular del pueblo marroqu¨ª, cimentada en el islam".
Estado isl¨¢mico
Justicia y Caridad cuenta con miles de seguidores entre los j¨®venes, los estudiantes y las mujeres, y goza del apoyo material de un sector nada despreciable de comerciantes tradicionales. Con im¨¢genes impregnadas de tolerancia, predica la instauraci¨®n de un Estado isl¨¢mico en Marruecos. El actual, aseguran, no lo es.El nombre escogido lo dice todo: "Justicia", que ata?e a "la dignidad del hombre, la justicia humana y el reparto de la riqueza", y "caridad, en su vertiente de espiritualidad", para reivindicar esa dimensi¨®n marginada por la actual ola de "modernidad": "La cuesti¨®n es islamizar la sociedad y no modernizar el islam".
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