"No s¨®lo hay ni?os con problemas en Bosnia, tambi¨¦n los hay en Madrid"

En el vest¨ªbulo de acceso al modesto despacho que el fiscal coordinador de Menores del Tribunal Superior de Madrid posee en un antiguo inmueble de la calle de Mart¨ªnez Campos, suele haber casi siempre alg¨²n cr¨ªo con rostro de susto. F¨¦lix Pantoja, de 47 a?os, 15 de ellos como Fiscal, los cita para echarles alguna reprimenda. Y, a ser posible, acordar con ellos la forma mejor de reparar la gamberrada. Los ni?os, algunos con sus madres, salen del despacho con un suspiro de alivio, y el compromiso de compensar a la sociedad por su fechor¨ªa: borrar pintadas de las calles, ayudar en una residencia de ancianos... "Los resultados de este tipo de medidas son muy positivos", se congratula Pantoja. M¨¢s de un 30% de las fechor¨ªas juveniles que le llegaron v¨ªa policial en 1997 se zanj¨® con trabajos para la colectividad. "La v¨ªa judicial debe ser siempre lo ¨²ltimo", sostiene Pantoja, padre de tres hijos. Vigilar que la Administraci¨®n atienda a los ni?os desprotegidos es uno de sus cometidos.Pregunta. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le preocupa ahora al fiscal coordinador de Menores de Madrid?

Respuesta. Hay adolescentes que no delinquen, pero que est¨¢n en conflicto permanente con sus familiares. Muchos de ellos tienen un problema de salud mental y necesitan ayuda psicol¨®gica. Pertenecen a familias que carecen de recursos intelectuales y econ¨®micos, y es preciso que la Administraci¨®n se implique y les ayude. El problema es, que los servicios de salud mental de la Comunidad no funcionan adecuadamente.

P. ?Qu¨¦ debe hacer entonces la Administraci¨®n regional?

R. Pues asumir ese problema sanitario, que es grav¨ªsimo y en el que nada puede hacer el derecho. Pero no s¨®lo la Comunidad de Madrid, tambi¨¦n el sistema nacional de Salud. Casi todas las semanas vienen padres desesperados pidi¨¦ndonos ayuda porque no pueden controlar a sus hijos: les rompen los muebles, les pegan, les quitan dinero... Lo que necesitan estos chicos es ayuda m¨¦dica. Este problema se plantea fundamentalmente con los adolescentes y preadolescentes. El fiscal jefe de Madrid [Mariano Fern¨¢ndez Bermejo] tambi¨¦n est¨¢ muy preocupado con este asunto, que vamos a denunciar en la pr¨®xima memoria de la fiscal¨ªa. No solucionar estos problemas produce un gran sufrimiento familiar y puede conducir al menor a la delincuencia, con consecuencias mucho m¨¢s graves y costosas para la sociedad que las que reportar¨ªa su soluci¨®n.

P. ?Se trafica en Madrid con ni?os?

R. No nos consta. Donde s¨ª observamos problemas es en las adopciones internacionales. Est¨¢n llegando ni?os totalmente indocumentados, que ni siquiera se sabe su pa¨ªs de origen. Pero no hay que irse hasta Bosnia, China o la India para adoptar a un ni?o por solidaridad. Aqu¨ª, en Madrid, hay ni?os con tantos problemas como en esos pa¨ªses, con deficiencias f¨ªsicas: sida, s¨ªndrome de Down, y que no encuentran quien les adopte'. Hay que ser solidario con los ni?os de aqu¨ª, no s¨®lo con los de Bosnia, porque, si no, llegamos a la hipocres¨ªa social. Es necesario potenciar y propagar la figura de la acogida familiar (dar a una familia un ni?o durante un tiempo determinado mientras sus padres. tienen problemas). Y, tambi¨¦n, es muy importante que la sociedad se conciencie de que debe proporcionar medios a los ni?os para que echen a andar en igualdad de condiciones.

P. ?C¨®mo es posible que la ley Fije la edad. penal en 18 a?os y a¨²n sigamos viendo a muchachos de 16 o 17 sentados ante los tribunales ordinarios?

R. Porque ese art¨ªculo del C¨®digo Penal est¨¢ en suspenso hasta que se publique la Ley de Justicia Juvenil, que tendr¨¢ aspectos progresistas y positivos. Fija la responsabilidad criminal a los 18 a?os y va a establecer unas medidas sancionadoras a los menores que delincan. Sanciones que ir¨¢n acompanadas de medidas educativas.

P. ?Qu¨¦ medidas educativas se establecen?

R. B¨¢sicamente, la posibilidad de solventar los problemas de los menores extrajudicialmente. Sin llegar al juzgado. Compensar el delito con alg¨²n trabajo en beneficio de la sociedad. Y cuando ello no sea posible, porque el delito sea muy grave o el menor no colabore, el fiscal podr¨¢ proponer al juez, entre otras medidas, su internamiento en un centro cerrado, con una duraci¨®n, dependiendo de la edad, de hasta cinco a?os. Eso s¨ª, el centro no va a ser una c¨¢rcel.

P. ?Internar a un chico varios a?os sirve para algo?

R. Hay casos en que s¨ª. Depende de c¨®mo se haga el trabajo en el centro con ese chico. Hubo un caso, el del llamado violador de Alcorc¨®n, de 15 anos, que estuvo dos a?os en un centro cerrado. Tuvo una psicoterapia espec¨ªfica y concienzuda, y no nos consta que haya vuelto a cometer un delito de ese tipo.

P. Con frecuencia vemos en los medios de comunicaci¨®n flagrantes atentados contra la intimidad de los ni?os.

R. El a?o pasado, de oficio, la fiscal¨ªa present¨® 17 demandas, algunas incluso contra padres. No se puede exhibir la imagen de un menor, y menos a¨²n si ¨¦sta se asocia a hechos desgraciados o de marginaci¨®n. Adem¨¢s, porque produce un efecto perverso: se les convierte en h¨¦roes y siempre hay otros ni?os que intentan emularlos.

P. La ley exige que un ni?o con problemas sea tratado por un psic¨®logo, un educador y un trabajador social. ?Por qu¨¦ no hay trabajadores sociales en esta fiscal¨ªa?

R. No s¨¦. Habr¨ªa que preguntarle al Ministerio de Justicia. Es un d¨¦ficit muy importante que hay en la fiscal¨ªa de Madrid. Pues son profesionales cuyo cometido es visitar el n¨²cleo familiar y el entorno del ni?o, acercarse a sus problemas e informar al fiscal y al juez.

P. ?Todos los ni?os est¨¢n escolarizados?

R. Te¨®ricamente, no existe desescolarizaci¨®n. Aunque hay barrios donde los, vecinos se quejan de que ven a ni?os de ense?anza secundaria que casi nunca van a la escuela.

P. ?Qu¨¦ porcentaje de los delitos que se cometen en Madrid los realizan menores?

R. Aproximadamente un 15% de delitos los cometen j¨®venes de 16 a 18 a?os.

P. ?Hay muchos menores enganchados a las drogas?

R. La drogadicci¨®n de los chicos va asociada a los problemas de marginalidad, a la falta de estructura familiar. Cuando abrimos un expediente a un chico porque, por ejemplo, falta al colegio, observamos que es porque empieza a tener contacto con las drogas. Si no se ataja el problema en ese momento, cuando llega a los 17, 18 y 19 a?os, es f¨¢cil verle en los juzgados de instrucci¨®n de la plaza de Castilla, pero ya con un problema serio.

P. Recientemente se public¨® que en algunos poblados chabolistas de Madrid se utilizaba a ni?os como cobayas para probar la pureza de la droga.

R. En la fiscal¨ªa de Menores no nos consta.

P. ?Qu¨¦ fue de El Ratilla [un ni?o que sobrecogi¨® a Madrid hace unos a?os al trascender que con s¨®lo 13 a?os traficaba con drogas duras]?

R. Lo ignoro. Sali¨® de nuestra jurisdicci¨®n y no lo s¨¦... Es muy importante, insisto, que la sociedad sea solidaria con los ni?os desprotegidos.