Con Guardiola, mejor

Al margen. Por unos minutos los dos equipos se olvidaron de los entrenadores y dejaron las consideraciones t¨¢cticas al margen. Los pasos fueron m¨¢s verticales que horizontales hasta que la Real cerr¨® sus l¨ªneas. Entonces, el Barcelona se dedic¨® a conservar el bal¨®n en espera de encontrar huecos. Figo y Rivaldo ensancharon el campo, mientras que Anderson, acerc¨¢ndose a recibir, dejaba espacios para las entradas de Luis Enrique, sensacional todo el partido.Planteamiento ambicioso. Krauss demostr¨® valent¨ªa y ambici¨®n al colocar a Craioveanu en la media punta, con total libertad de movimientos para aprovechar los espacios creados por Cvitanovic y Kovacevic.En defensa, estos tres jugadores s¨®lo participaban en la recuperaci¨®n en el inicio de la jugada. Una vez que el bal¨®n los rebasaba, se quedaban descolgados sin ninguna obligaci¨®n defensiva, dando prioridad a la Posibilidad de salir al contraataque.

Todos mejor. Con Guardiola, el Barcelona lo hace todo mejor. Siempre est¨¢ colocado -en el lugar adecuado. S¨®lo necesita dos toques y a veces uno. Parar y pasar. La influencia en su equipo es determinante, y lo que es m¨¢s importante, contagia. Todos retienen menos el bal¨®n, con lo que el juego adquiere agilidad. En definitiva, los hace mejores.

Con velocidad. Con un f¨²tbol r¨¢pido y directo, aprovechando la movilidad y velocidad de sus jugadores, la Real se acercaba con facilidad al ¨¢rea. Por fuera llegaba con asiduidad, m¨¢s por la banda izquierda.

Nuevo mazazo. Una vez m¨¢s, al Bar?a le falt¨® autoridad en los momentos cruciales. Alterna fases muy brillantes, como el contraataque del segundo gol, con otras de desconcierto. Tarda en recuperar las posiciones defensivas. Adem¨¢s, para protegerse, lleva a la defensa muy cerca de su porter¨ªa, lo que permite que el rival gane metros sin esfuerzo. Los riesgos son enormes. El nuevo mazazo le crear¨¢ inseguridad.

Buen criterio. El principal error de la Real fue darle mucho tiempo y espacio a Guardiola, lo que a la larga le oblig¨® a ceder terreno. Esto y una mayor distancia entre sus jugadores hac¨ªa que la presi¨®n se debilitara y llegaran tarde a la recuperaci¨®n. Obsesionados por tapar el centro, descuidaron las bandas. Pero el equipo se mantuvo fiel al buen criterio futbol¨ªstico demostrado durante el partido y obtuvo el premio del empate.