El Deportivo sobrevive en la agon¨ªa
Un gol de Djalminha tumba al Tenerife en el minuto 86
Por segundo domingo consecutivo el Deportivo gan¨® en plena agon¨ªa, con el peso del. reloj colgando del cuello y el rival acantonado en su ¨¢rea. S¨®lo restaban cuatro minutos cuando una magn¨ªfica volea del resucitado Djalminha logr¨® de nuevo sacar al equipo de un serio apuro. Pero esta vez el Deportivo ofreci¨® algo m¨¢s que el simple resultado. Los gallegos fueron mejores durante casi todo el partido y su acometida final les premi¨® una tarde laboriosa y un f¨²tbol m¨¢s que aceptable para lo que estaba siendo habitual en Riazor. El Tenerife, abonado al catenaccio, acumul¨® todos los m¨¦ritos del mundo para recibir su postrero castigo.Medio a?o y muchas broncas despu¨¦s, Djalminha se enter¨® al fin de que jugar al f¨²tbol no es lo mismo que hacer virguer¨ªas para impresionar a las garotas de Ipanema. A Djalminha se le encendieron las neuronas y comprendi¨® que por mucho talento individual que se atesore es necesario tambi¨¦n un punto de combatividad y de sentido del juego colectivo. El brasile?o cay¨® del cabaIlo y a los ocho minutos de partido el f¨²tbol regres¨® a Riazor tras largas semanas de ausencia. Djalminha y Fran se encontraron por primera vez en vanos meses, hilvanaron una electrizante combinaci¨®n en la izquierda y en la boca de gol Abreu avis¨® a Ojeda de que le esperaba una tarde de ajetreos.
La jugada fue el preludio de una primera parte que levant¨® un tanto el ¨¢nimo de la pesarosa hinchada blanquiazul. En torno a la metamorfosis de Djalminha se juntaron las prestaciones siempre garantizadas de Fran y el nuevo efecto producido por Abreu, un tipo que parece tener el rect¨¢ngulo del ¨¢rea grabado en su c¨®digo gen¨¦tico. El uruguayo se erigi¨® en el due?o de todos los balones a¨¦reos y rond¨® el gol en cada aparici¨®n ante las narices de Ojeda. Entre ese renacer general hasta acab¨® apareciendo Flavio, de quien, tras un a?o en el equipo, la afici¨®n ya empezaba a sospechar que era un impostor que hab¨ªa suplantado al centrocampista de la selecci¨®n brasile?a.
Del Tenerife s¨®lo cabe consignar, la actitud ro?osa con que encar¨® un duelo que pod¨ªa condicionar su futuro inmediato. Resulta alarmante, para el f¨²tbol en general, que un equipo con jugadores como Kodro, Jokanovic o Robaina, un equipo que puede permitirse el lujo de sentar a Juanele o a Pinilla en el banquillo, no ofrezca m¨¢s argumentos que el cerrojazo puro y duro. El Tenerife se olvid¨® de la pelota hasta la segunda parte, cuando Jorge sent¨® a Domingos, que pas¨® por Riazor sin ofrecer se?ales de vida, introdujo a Makaay y el equipo cobr¨® la vitalidad que no hab¨ªa tenido hasta entonces. Ante la t¨ªmida reacci¨®n visitante el Deportivo se fue evaporando. Perdi¨® el control del juego por momentos, agudiz¨® su tendencia a prescindir del costado derecho y regres¨® a donde sol¨ªa: a esperar que el genio de Fran hallase una salida al laberinto. Y as¨ª ocurri¨®. Bast¨® que el gran zurdo gallego encontrase a Djalminha.
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