Los cerdos sacrificados en Madrid por haber contra¨ªdo la peste porcina rondan ya los 5.500
, La peste porcina comienza a alcanzar proporciones preocupantes. Los servicios veterinarios completaron ayer en las dos explotaciones afectadas en Torrej¨®n de Velasco el sacrificio de los gorrinos enfermos y de sus compa?eros de granja: unas 5.500 cabezas. La Direcci¨®n General de Agricultura ha inspeccionado las fincas porcinas cercanas, sin encontrar m¨¢s ejemplares enfermos; aun as¨ª, traslad¨® el martes a Buitrago algunos cerdos que posee en Aranjuez, a 20 kil¨®metros del foco. Ayer, la Uni¨®n Europea pidi¨® que los animales de siete comarcas no fueran exportados.
De momento, el brote de peste porcina s¨®lo se ha cebado con la caba?a de Torrej¨®n de Velasco (1.500 habitantes) y Agricultura conf¨ªa en tener controlada la situaci¨®n, "aunque en estos casos siempre haya que ser prudentes", matiz¨® un portavoz Sin embargo, el Comit¨¦ Veterinario Permanente de la Uni¨®n Europea propuso ayer por la tarde que los cerdos procedentes de varias comarcas madrile?as (Madrid, Parla, Aranjuez, Navalcarnero, Colmenar Viejo y Buitrago) no puedan ser exportados, seg¨²n Europa Press. La prohibici¨®n incluye llevar cerdos a otras provincias, "a menos que se destinen al sacrificio directo y se sacrifiquen en mataderos espa?oles designados por las autoridades veterinarias".Veinticuatro horas antes de que la Comisi¨®n Europea tomase esta iniciativa, la Comunidad se llev¨® sus minipigs (cerdos enanos) bien lejos, informa V. G. Olaya. La Consejer¨ªa de Econom¨ªa, propietaria de la ¨²nica camada de estos min¨²sculos gorrinos existente en Espa?a, traslad¨® un tercio de sus 70 ejemplares, que viv¨ªan en un centro agropecuario de Aranjuez, a una finca de Buitrago. Estos animales, que no levantan medio metro del suelo, se utilizan para experimentos con fines m¨¦dicos. Juan Jos¨¦ de Gracia, gerente del Instituto Tecnol¨®gico de Desarrollo Agrario, relat¨®: "Aunque Aranjuez se encuentra fuera del radio de peligro de Torrej¨®n de Velasco [10 kil¨®metros], no hemos querido arriesgarnos".
S¨®lo el runr¨²n
Manuel Carl¨®n, presidente de los Ganaderos Independientes de Madrid (GIM-Coag), se quej¨® ayer de que las autoridades agr¨ªcolas, estatales y regionales, no les hubieran dado noticia de que el peligro de la peste porcina rondaba por la regi¨®n. "Llev¨¢bamos varias semanas escuchando un cierto runr¨²n, pero nadie se puso en contacto con nosotros para advertirnos de que extrem¨¢ramos las precauciones", critic¨®.El perjuicio, record¨® este representante del sector, es m¨²ltiple: para el empresario, que ve c¨®mo su actividad se paraliza a la fuerza durante varios meses; para el erario p¨²blico, que ha de satisfacer una indemnizaci¨®n por cada pieza sacrificada, y para el consumidor en general, ante el previsible aumento de precio en los productos derivados del cerdo.
La Comunidad de Madrid cuenta con 128 explotaciones porcinas, que suman del orden de 60.000 marranos. La compensaci¨®n por cada ejemplar sacrificado oscilar¨¢ entre 50.000 y 70.000 pesetas. En Torrej¨®n de Velasco, los beneficiarios de estas ayudas son Jos¨¦ Lozano, que sumaba casi 5.000 cerdos, y Rom¨¢n Jeric¨®, propietario del otro medio millar de piezas eliminadas con un tiro limpio de pistola de aire comprimido en el cr¨¢neo. Jeric¨® miraba ayer sus dominios con gesto desolado. Toda, su caba?a yac¨ªa a tres metros de profundidad, bajo una capa de cal viva, en un lateral de la explotaci¨®n. La soja, el salvado y la cebada hab¨ªan corrido id¨¦ntico destino. "Llevo criando guarros desde peque?ito, que con ocho a?os ya le echaba una mano a mi padre. Nunca pens¨¦ que me fuera a pasar una cosa as¨ª", acert¨® a murmurar.
El hombre se debat¨ªa entre la pena, la impotencia y el desasosiego. A¨²n ignora cu¨¢ndo podr¨¢ volver al ¨²nico trabajo que ha desempe?ado durante toda su vida, pero tiene claro que no quiere llevarse otro berrinche como el de estos d¨ªas. "Esperar¨¦ unos buenos meses, hasta que digan que el problema ha pasado del todo", dice en tono prudente.
Pero no se quedar¨¢ cruzado de brazos. Ayer mismo habl¨® con un t¨ªo suyo del pueblo, que anda en el negocio de la construcci¨®n, para pedirle trabajo como alba?il. Va a cambiar el pienso por los ladrillos. O por lo que haga falta. "Que tengo una hija y a la mujer embarazada, y uno ya no se puede andar con tonter¨ªas", resopl¨®.
M?S INFORMACI?N EN P?GINA 49
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Peste porcina
- Juan Jos¨¦ de Gracia
- Porcino
- Pol¨ªtica ganadera
- Declaraciones prensa
- Comunidades aut¨®nomas
- Ganado
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Enfermedades ganado
- Uni¨®n Europea
- Comunidad de Madrid
- Organizaciones internacionales
- Ganader¨ªa
- Gente
- Espa?a
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n p¨²blica
- Agroalimentaci¨®n
- Sociedad